Bienvenido

El blog no está muerto pero como podéis comprobar no puedo dedicarle el tiempo que necesita. Si alguien quiere una breve explicación del parón la encontrará aquí. Iré publicando películas y contestando a los comentarios poco a poco. Gracias por vuestra paciencia, atención e interés.

Actualmente hay 269 películas comentadas

En los siguientes links puedes encontrar todas las películas comentadas, bien ordenadas alfabéticamente o bien clasificadas por períodos históricos.

Los links a otros sitios van en negrita, mientras que los links a videos van en verde. Al final del comentario aparece una lista de videos relacionados.

Si te interesan otros aspectos de las películas de guerra puedes visitar Cine de Guerra.

Y si quieres colaborar con el mantenimiento del sitio se agradecería mucho que clikearas en alguno de los anuncios.


miércoles, diciembre 19, 2007

Carrotblanca



Para felicitar la Navidad a los seguidores del Blog os dejo una divertidad adaptación de "Casablanca" por parte de Bugs Bunny y su pandilla.

Personalmente me quedo con la interpretación de Piolin.

Espero que os guste:






Un abrazo a todos y que disfruteis mucho las fiestas.

Hasta el año que viene

jueves, diciembre 13, 2007

Casablanca



Si hay una demostración palpable de que los milagros existen esa demostración es la mítica película "Casablanca".

Todo aquel que ha leído algo sobre esta película sabe que es en gran parte producto del azar. Los actores secundarios eran grandes actores europeos exiliados por causa de la guerra por lo que no tenían que interpretar algo que les estaba pasando. El guión se escribía sobre la marcha. El final fue rodado casi por casualidad. Estoy convencido que si esta situación volviese a darse, el resultado habría sido completamente distinto. Cuando leí por primera vez como se gestó y desarrolló dicha película lo primero que vino a mi cabeza es el famoso cuento del mono y la maquina de escribir. Se dice que si dejamos a ambos suficiente tiempo y papel, al final por puro azar el mono escribirá una obra maestra como “El Quijote” (para los anglosajones es “Romeo y Julieta”). Con “Casablanca” en lugar de una maquina de escribir tenemos una cámara, y en lugar de mono a un grupo de personas que sin proponérselo dieron lo mejor de si para conseguir esta joya. Por eso creo en los milagros.

Recientemente se ha celebrado el 65 aniversario del estreno de este mito. En realidad dicho estreno estaba planificado para 1943, pero se dio la paradoja de que por una vez la guerra hizo propaganda de una película. La toma de dicha ciudad por las tropas estadounidenses provocó que dicho estreno se adelantara casi un año para aprovechar la publicidad que dicho acontecimiento provocó. Por si no bastaba, la celebración de la Conferencia de Casablanca dio mucha más publicidad aún. Poco nuevo se puede escribir sobre una película que está considerada como la quinta esencia del CINE. Contiene todos los ingredientes que se convierten en magia en una pantalla de proyección: amor, guerra, traición, aventura, sacrificio, espías, contrabandistas, malos, buenos, aprovechados, música y por encima de todo, esperanza en un mundo mejor.

Muchos vieron en el papel de Bogart un resumen de la actitud norteamericana ante la IIGM. Inicialmente vemos a un Bogart ilusionado, luego despechado y finalmente comprometido una vez más en la lucha por la libertad. También son muchos los que ven reflejada la actitud de Francia en el papel del Capitán Renault interpretado por Claude Rains. En primer lugar un colaboracionista aprovechado dotado de una gran ambigüedad pero que acabará definiéndose como un resistente más. Lo cierto es que a mi me recuerda mucho a las negociaciones que tuvieron que llevar a cabo los aliados con el Almirante Darlan antes de poner un pie en África del Norte.

En el aspecto histórico la película tiene un error bastante curioso. En una escena, Peter Lorre asegura que tiene unos salvoconductos firmados por De Gaulle. Evidentemente eso es totalmente contradictorio con la situación. Si Lorre hubiera dispuesto de dicho salvoconducto habría sido arrestado inmediatamente por el régimen de Vichy. Tampoco es muy creíble que un antinazi como Lazslo se paseé tan tranquilamente por una parte de la Francia de Vichy y mucho menos que presuma ante Strasser que no puede ser arrestado.

"Casablanca" es el melodrama bélico por excelencia. Una vez leí que es la película con más clichés, personajes de culto y citas cinematográficas de la historia. No se si será cierto, pero si no lo es lo parece. Tenemos a la inolvidable pareja formada por Bogart e Ingrid, el heroico e ingenuo resistente Victor Laszlo (V de victoria), el oportunista Renault, el fiel Sam (Dooley Wilson, en realidad no sabía tocar el piano, su instrumento era la batería), el comerciante sin escrúpulos Ferrari (Sydney Greenstreet) que se quedará con el Rick's. El personajillo asustado de Peter Lorre. Y el malo malísimo del Mayor Strasser interpretado por el exiliado alemán Conrad Veidt.

En cuanto a las citas. Hay seis que están en la lista de las 100 frases más famosas de la historia del cine. Estes seis son

- "Here's looking at you, kid" (5º puesto)

- "Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship" (20º puesto)

- "Play it, Sam. Play 'As Time Goes By'" (28º puesto),

- "Round up the usual suspects" (32º puesto)

- "We'll always have Paris" (43º puesto)

- "Of all the gin joints in all the towns in all the world, she walks into mine" (67º puesto).

Curiosamente, la famosa frase "Play it again, Sam" ("Tócala otra vez, Sam") no aparece en el film. Es una cita errónea de la tercera frase de la lista.


You must remember this...




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martes, diciembre 04, 2007

El Sargento York (Sergeant York)



Como se ha visto en los post anteriores, el sentimiento pacifista que provocaron los horrores de la Primera Guerra Mundial se había extendido por gran parte de las sociedades occidentales. Sin embargo la llegada al poder de Hitler cambió por completo la percepción de algunos políticos que preveían una nueva guerra mundial tal y como se muestra en "Amenaza de tormenta". El expansionismo nazi y el estallido de la Guerra Civil Española provocó que muchos se replantearan sus anteriores posiciones pacifistas (Jean Renoir realizó "La Marsellesa" un año después de "La gran ilusión"). Pero ya era demasiado tarde, y en septiembre de 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial.

Al comienzo de dicha conflagración, la mayor parte de la población norteamericana lo veía una repetición del conflicto que acabó 21 años antes. Algo lejano que sólo afectaba a los europeos. Sin embargo había grandes diferencias con lo ocurrido anteriormente. El sentimiento aislacionista y el deseo de evitar la intervención era mucho mayor por varias causas. En primer lugar porque sentían que dicho conflicto fue ganado por los agotados aliados gracias a la intervención de las tropas norteamericanas y que sus muertos sirvieron simplemente para mantener los caducos imperios europeos, sin traer ningún beneficio para su país. En segundo lugar, la Gran Depresión fue en parte consecuencia de la Primera Guerra Mundial, por lo que si evitaban intervenir en esta se evitarían problemas futuros. En tercer lugar, las reclamaciones alemanas no parecían tan descabelladas y Hitler tenía mejor prensa que Stalin para una parte significativa de la población. Finalmente, la expansión de la influencia norteamericana se estaba dando hacia el Pacífico, no hacia el Atlántico.

Sin embargo el gobierno de Franklin D. Roosevelt previó que los Estados Unidos entrarían en la guerra y actuó en consecuencia. No sólo comenzó a prepararse materialmente ordenando el reclutamiento de tropas e incrementando la producción de armamento. También comenzó a prepararse moralmente y así dio comienzo una campaña para concienciar a la sociedad norteamericana. Como era de esperar, Hollywood tuvo un papel destacado en esta concienciación y así vieron la luz películas como "Blockade" o "El gran dictador". Sin embargo, aunque en ambas se denunciaba el peligro del fascismo, también contenían mensajes pacifistas. Y lo que no se buscaba era que la sociedad norteamericana quedará desmovilizada como ocurrió con la sociedad francesa en 1940.

Entonces en septiembre de 1941 llegó a las pantallas "El sargento York". En dicha película se narraba la vida y la hazaña realizada por el sargento Alvin York durante la 1GM. En principio parece el típico film de propaganda que anima al alistamiento. Pero no lo es. Lo que diferenciaba a está película de otras películas bélicas coetáneas es que Alvin York era un pacifista.

Inicialmente se nos muestra a un Alvin York, un granjero de Tenesse pendenciero y bebedor que se reforma gracias a la religión. Cuando estalla la guerra, esta parece muy lejana para los montañeses de Tenesse. Pero cuando es llamado a filas en su interior se inicia un profundo debate interno. Por un lado sus creencias le impulsan a la objeción de conciencia, pero por otro lado el considera que la causa norteamericana está justificada. Sus mandos perciben que es un hombre con madera de líder y le permiten que se tome un tiempo para reflexionar. Éste se retira a un monte donde implorando la ayuda divina espera no tener que verse obligado a matar a un hombre. Finalmente decide que la causa es lo suficientemente justa como para luchar y arriesgar su vida.

Antes de partir para Europa, York es ascendido a cabo. Una vez en Francia su unidad se ve involucrada en la ofensiva del Mosa y el Argonne. Se les encomienda la misión de atacar una posición fuertemente defendida con ametralladoras. Las bajas son numerosas y York queda al cargo de los siete hombres que quedan de su grupo. Se da cuenta de que Dios le está poniendo a prueba y que si cumple con su deber podrá acortar la guerra aunque eso signifique que tenga que matar a seres humanos. Gracias a su estupenda puntería consigue poner fuera de combate a las ametralladoras germanas (se estima que acabó con unos 20 alemanes). Incluso consigue tomar prisionero a un oficial alemán, el teniente Paul Jürgen Vollmer, al que conminó para que rindiera sus tropas. Parecerá increíble, pero York y sus siete hombres tomaron prisioneros a 132 alemanes. Al caer dicho sector, el Regimiento de Infantería 328º pudo tomar el ferrocarril de Decauville. Por ello no es de extrañar que fuera ascendido a sargento, recibiera la Medalla de Honor del Congreso de manos del General Pershing y que Francia le diese la Legión de Honor. En sus propias palabras: "A higher power than man power guided and watched over me and told me what to do."

A su vuelta a los Estados Unidos, York recibió varios honores, pero no aceptó dinero en metálico porque según él matar gente no era algo por lo que uno debía de enorgullecerse. Durante bastante tiempo se pensó en llevar su proeza al cine, pero se negó. Cuando los vientos de guerra comenzaron nuevamente a soplar cambió de opinión y accedió a que se realizara la película. Pero Alvin York insistió en que fuera Gary Cooper quien le interpretase (se pensó en James Stewart y en Ronald Reagan). La película fue todo un éxito, cumplió su objetivo propagandístico y por este papel Cooper ganó el oscar.

Imprescindible tanto para los amantes del cine como para los aficionados a la historia.

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viernes, noviembre 30, 2007

La gran ilusión (La grande illusion)



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Tras la Primera Guerra Mundial muchos intelectuales pensaron que aquella fue la guerra que acabaría con todas las guerras. Aunque ahora sabemos que estaban terriblemente equivocados, lo cierto es que el sentimiento pacifista se generalizó en la sociedad europea de entreguerras. Y ese sentimiento quedó perfectamente reflejado en diversas manifestaciones artísticas, entre ellas el cine. Se originó así la paradoja de que los mejores mensajes antibelicistas se encontraban en las buenas películas de guerra. Y en opinión de muchos críticos cinematográficos, el mejor ejemplo de película antibelicista se trata de "La gran ilusión" dirigida por Jean Renoir y estrenada en 1937.

La historia de las peripecias de esta película podrían ser un buen guión cinematográfico. En esa época Jean Renoir era uno de los artistas plenamente comprometidos en propagar las ideas políticas del Frente Popular que gobernaba en Francia. Y en ese momento lo que convenía era el pacifismo y la fraternidad entre los pueblos. El título hace referencia a un ensayo del economista Norman Angell publicado en 1909. En este ensayo, Angell defendía que la economía de los países europeos había llegado a tal grado de desarrollo y cooperación que la guerra se había convertido en una futilidad y el militarismo en obsoleto. En 1914 la historia se encargó de rebatir su hipótesis por lo que no es de extrañar que le dieran el Nobel de la Paz en 1933. Seis años después la Historia volvió a refutar su hipótesis.

"La gran ilusión" fue un completo éxito en toda Europa y los Estados Unidos, siendo la primera película extranjera nominada a mejor película en los Oscars. Como era de esperar la cinta fue prohibida en la Alemania nazi donde Jean Renoir fue definido por Goebbels como el "enemigo público cinematográfico Nº 1". También fue prohibida en Bélgica y en la Italia fascista a pesar de ganar el premio en el Festival de Venecia. Incluso en Francia la censura obligó a eliminar 18 minutos (¡Y eso que gobernaba el Frente Popular!).

Se cuenta que la película gustó tanto a Hitler como a Mussolini. Cada uno la vio en pase privado, pero evidentemente no podían permitir que dicha película se proyectara bajo sus regímenes. Tras la invasión alemana de Francia, se impartió la orden de confiscar todas las copias y el original. En 1942 se pensó que estas habían sido destruidas a causa de un bombardeo británico sobre las instalaciones donde se habían depositado los rollos de película.

En 1958 se encontraron copias de la película. A pesar de su mal estado, en la restauración intervino el propio Jean Renoir y la película pudo ser reestrenada en 1960. Sin embargo en 1990 se reencontró el negativo original. Durante la ocupación, Frank Hansel, un oficial alemán que había sido archivista cinematográfico, envió la película en secreto al Reichsfilmarchiv donde estaría segura de cualquier daño. Cuando Berlín fue ocupada, dichos archivos estaban en la zona rusa y estos fueron confiscados y enviados a Moscú. En 1960, el negativo fue devuelto a Francia, pero se pensó que era una copia más y durante 30 años permaneció oculto en la Cinemateca de Toulouse. Fue encontrado durante una inspección rutinaria de los archivos.

Volviendo a la película, en "La gran ilusión" no se ve ni una escena bélica propiamente dicha. Inicialmente Renoir nos presenta a la guerra como un asunto divertido (véase el cartel de la cantina francesa) y que se resuelve entre caballeros como cuando von Stroheim invita a comer a los oficiales franceses capturados que acaba de derribar (interpretados por Pierre Fresnais y Jean Gabin). El personaje de Fresnais es un oficial de carrera como el de von Strodheim e inmediatamente se establece un vínculo entre ambos personajes. Gabin en cambio interpreta a un oficial de origen popular. Posteriormente ambos son llevados a un campo de prisioneros que más bien recuerda una especie de internado. Pero poco a poco vamos comprobando que la guerra es un terrible trasfondo que ha alterado por completo la vida de los personajes y tan sólo veremos sus consecuencias. Renoir es tremendamente sutil y en lugar de mostrar explosiones, mutilaciones y locura, nos muestra ausencias y recuerdos de tiempos felices. Como dice amargamente la campesina alemana cuando contempla tristemente la foto de su marido con sus hermanos: "Mi esposo murió en Verdún, y sus hermanos en Lieja, Charleroi y Tannenberg. Nuestras mayores victorias."

Si no me equivoco, "La gran ilusión" es la primera película de uno de los más famosos subgéneros del cine bélico: el cine de campos de prisioneros. Este subgénero es muy atractivo porque contiene elementos del cine negro carcelario como los intentos de fuga. Pero esta vez el espectador puede identificarse plenamente con los prisioneros pues estos no han cometido ningún crimen, sino todo lo contrario; están allí por haber luchado por su país. Incluso se representa el típico castigo carcelario de la celda de aislamiento al que es sometido Gabin tras incitar a cantar "la Marsellesa" al conocerse que el fuerte Douaumont ha sido reconquistado.

Durante la película la camaradería se entabla entre los oficiales de diferentes naciones, clases y razas: pobres, ricos, franceses, ingleses, rusos, judios, incluso hay un oficial negro francés. Pero esa camaradería también se extiende hacia los alemanes. No hay brutalidad por parte de ellos hacia sus prisioneros. Cuando matan a un prisionero es porque éste ha intentado escapar y lo lamentan profundamente. Sólo cumplen con su deber. No hay malas personas en esta película, ni en los soldados, ni en los oficiales, ni siquiera en los altos mandos cuando salen.

La tesis del economista Angell sobre “la gran ilusión” queda expuesta gracias a la relación entre los personajes interpretados por Fresnais y von Stroheim. Fresnais comprende que el mundo de los militares de carrera está condenado a desaparecer, pero von Stroheim aun cree que no y se aferra a su código de caballerosidad. Su personaje confía en la palabra de un igual, no en la de los oficiales que provienen de la vida civil. Por eso Fresnais prefiere morir a sobrevivir a la guerra, pues piensa que en el futuro los militares serán tan inútiles como el tullido von Strodheim.

Es en la última parte de la película cuando se el alegato pacifista llega a su punto álgido. Bajo un mismo techo nos encontraremos a una viuda alemana con su hija junto a dos oficiales franceses fugados compartiendo la Navidad y elaborando un belén. Y allí todos comprenden lo que han perdido y vislumbran la felicidad que pueden recuperar una vez la guerra haya terminado. De forma magistral Renoir demostró que puede hacerse una película antibelicista mediante un mensaje optimista.

Humanismo en celuloide

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- Discusión entre Fresnais y Von Stroheim

miércoles, noviembre 28, 2007

Cuatro de Infantería (Westfront 1918)


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"Cuatro de Infantería" se estrenó en Alemania en 1930, el mismo año en que en los USA se estrenaba "Sin novedad en el frente". En consonancia a los tiempos en los que fue realizada tenemos una película con un poderoso mensaje antibelicista que no es tan famosa como la de Milestone, aunque compartió el mismo destino. Fue prohibida en la Alemania nazi acusada de extender el derrotismo. A pesar de no ser tan conocida, cuando una la ve percibe que la cinta de G.W. Pabst también influyó poderosamente en posteriores producciones bélicas.

Al contrario que en la película de Milestone, la trama se sitúa en la Alemania del final de la Primera Guerra Mundial y sus protagonistas cuatro soldados alemanes. A partir de sus experiencias, Pabst denunciará la insensatez de la guerra y sus efectos devastadores tanto en los soldados como en los civiles. Nos muestra descarnadamente la insignificancia de los seres humanos en un conflicto tan gigantesco que puede resumirse en el fotograma de la mano sobresaliendo del fango entre el devastado campo de batalla.

Pabst no sólo muestra el horror que significó la guerra de trincheras. También nos enseña el daño producido en la sociedad civil alemana de 1918, cuando uno de los soldados regresa de permiso a su casa. Allí contemplará las largas colas producto del racionamiento y la escasez de alimentos. Debido al largo sufrimiento y las privaciones los civiles han comenzado a carecer de dignidad propia. La retaguardia se ha convertido en un nuevo tipo de frente con sus propias reglas de supervivencia.

Hay que tener en cuenta que "Cuatro de Infantería" está realizada durante las etapas finales de la República de Weimar. En ese momento Alemania estaba en medio de una crisis nacional que podría haber conducido a su desintegración. Pabst intenta transmitir en su película el mensaje de que fue una sociedad corrupta la que originó de la guerra. Y que si no se arreglan dichas injusticias sociales, la guerra volvería a suceder. Desgraciadamente, la historia no le dio la razón. Una de las características del Nacional-Socialismo fue que consiguió la igualdad social y económica de los miembros de una raza, pero a costa de la explotación de las otras naciones y etnias (vease "La utopía nazi" de Aly Gotz).

En el aspecto técnico lo más destacable de la película, además de su crudo realismo, es el sonido ambiental. El cine sonoro acababa de nacer, y Pabst lo aprovechó para intentar crear un ambiente tenso y al mismo tiempo monótono, mediante los silbidos y explosiones continuas que se oyen de fondo. En el aspecto del realismo y de la crudeza de las imágenes creo que esta cinta podría enseñar a más de un director como hacer bien las cosas en lugar de abusar de los efectos digitales. El mejor ejemplo es la escena en la que un refugio de trinchera amenaza con colapsarse enterrando a sus ocupantes mientras sus compañeros tratan frenéticamente de rescatarlos.

El climax de la película es la secuencia del ataque francés, cuando se nos muestra la deshumanización total que supuso la 1GM en forma de ataque de tanques surgiendo de la niebla. (Para los frikis de la historia el tanque es una especie de mezcla entre el FT-17 y el St. Chamond). Es llamativo como en un momento dado se nos muestra dicho ataque desde el punto de vista subjetivo de un soldado en una trinchera. Todo un alarde de modernidad y que demuestra que dicha técnica es bastante antigua y no es tan novedosa como algunas cintas actuales pretenden.

La película es muchísimo más oscura, pesimista y deprimente que "Sin novedad en el frente". La secuencia final en el hospital de campaña es una especie de resumen de todos los horrores causados por la guerra en forma de muertes, mutilaciones y locura (creo que es la primera vez que se ve en pantalla la psicosis de guerra). La escena final mostrando a un soldado alemán yaciendo al lado de uno francés es de completa desesperanza, sobretodo al ver impresionado en la pantalla la palabra "Ende?!"

Un clásico injustamente olvidado.

jueves, noviembre 22, 2007

Sin novedad en el frente (All Quiet on the Western Front)




Creo sinceramente que "Sin novedad en el frente" es, tanto literaria como cinematográficamente, una de las obra maestras claves del siglo XX.

El famoso libro del alemán Erich Maria Remarque vio la luz el mes de enero de 1929. En sólo ocho meses había vendido en todo el mundo 2'5 millones de ejemplares y había sido traducido a veinticinco lenguas. En abril de 1930, Hoolywood realizó la adaptación del libro. Fue todo un acontecimiento. La película de Lewis Milestone es pionera en muchos aspectos de lo que hoy entendemos por cine bélico. El propio Spielberg reconoció que la obra de Millestone influyó notablemente en su forma de rodar "Salvar al soldado Ryan".

El mensaje antibelicista es contundente. La escena más representativa en este aspecto es aquella en la que Katczinsky (Louis Wolheim) opina que la solución de los conflictos debería consistir en disponer a los gobernantes del mundo en un campo para que resolvieran sus diferencias a puñetazos dejando al resto del mundo tranquilo.

Este mensaje se refuerza gracias al realismo de la cinta. No era la primera vez se mostraban los horrores de la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial. Pero era la primera vez que se mostraban con tanta crudeza (la secuencia del ataque de la infantería francesa con el plano de las manos en la alambrada es antológica) y denunciando que morir por la patria no es hermoso, es una aberración. Además, no sólo vemos la destrucción física de los seres humanos, también vemos su destrucción psicológica cuando el protagonista descubre que no puede vivir de manera "normal" cuando vuelve de permiso a su casa. Y comprobamos que dicha destrucción se produce tanto en los civiles como en los militares.

Otro tema que trata es la importancia de la camaradería entre los soldados. Tan importante llega a ser, que en un momento dado el protagonista (Lew Aryes) se siente "como en casa" cuando vuelve al frente con sus compañeros y se encuentra desplazado cuando descubre que los soldados de su pelotón son nuevos. La tesis "al final, solo luchas por el hombre de al lado" ha sido recalcada por muchos estudios contemporáneos como "El rostro de la batalla" de Keegan, y en películas más modernas como "Black Hawk derribado".

También nos encontramos con un tema recurrente en muchas obras tanto literarias como cinematográficas. El paso de la adolescencia a la madurez por causa de un acontecimiento crucial, en este caso tremendamente traumático. Inicialmente vemos a los chiquillos arengados por su maestro para que se conviertan en héroes. Al fondo de las ventanas de la clase vemos el fastuoso desfile marcial de las tropas marchando al frente entre pétalos de flores. Cuando al cabo de los años el protagonista vuelve a su pueblo, él no se siente como un héroe y tampoco hay desfiles triunfales. Los civiles actuan como generales de salón. El maestro suelta su mismo discurso a otros chiquillos que vuelven a soñar con muertes gloriosas a pesar de que delante de ellos está uno que fue como ellos y que ahora es un hombre adulto pero destruido internamente.

Otra muestra de anticipación es que una película norteamericana nos enseña el punto de vista sobre el conflicto desde el lado enemigo. Los protagonistas eran alemanes y tan sólo habían pasado 11 años desde el fin de la Primera Guerra Mundial. Y vemos que esos soldados alemanes son seres humanos. No son los tontos graciosos de "Armas al hombro" o los despiadados hunos de "The sinking of the Lusitania". No se volverá a ver un tratamiento similar de los soldados alemanes en películas norteamericanas hasta "La Cruz de Hierro" de Sam Peckinpah. Quizás la escena más representativa de la humanidad de los alemanes es aquella en haciendo un paralelismo con el soldado americano de "El gran desfile", Paul y sus amigos consiguen una cita amorosa con tres francesas. Otra escena similar a una de la anterior película es aquella en que Paul acaba con un francés en un cráter de bomba.

Asimismo aparecen dos personajes muy típicos del cine bélico: el sargento instructor y el sargento "mama ganso". En el primer caso vemos como el cartero del pueblo se transforma en un presumido y despiadado sargento instructor que goza al ordenar cuerpo a tierra en el fango. Su contrapunto es Katczinsky. Es el veterano bondadoso que cuidará de sus cachorros en todo lo que pueda, enseñándoles las reglas básicas de la supervivencia y buscando comida para todos. Es memorable la secuencia en la que, tras escuchar una explosión en la que hasta uno se caga literalmente en los pantalones, les explica a los recién llegados que se protejan hundiendose en la madre tierra.

Milestone intentó que la exactitud histórica fuera la mejor posible. Está rodada en California (en la escena del ataque al cementerio vuelven a verse los famosos eucaliptos californianos), pero procuró que su equipo se documentase exhaustivamente sobre como era el ejército alemán que combatió entre 1914 y 1918. Un botón como muestra. Cuando el protagonista y sus amigos se alistan llevan el casco alemán con punta. Después de un tiempo vemos que ya llevan el famoso casco de acero con protección de la nuca y sin la punta. La forma de conseguir tanta exactitud fue sencilla. Contrato a todo emigrante alemán del área de Los Angeles que hubiera participado en la 1GM, y les dio el papel de oficiales y suboficiales del ejército alemán. No sólo eso, hicieron también de instructores para que los extras marchasen y desfilasen como si fueran auténticos soldados alemanes. Y a fe mía que lo consiguieron.

Dado el carácter abiertamente antibelicista, la película fue prohibida en la Italia fascista y en Alemania en cuanto los nazis llegaron al poder. Pero eso no impidió que muchos alemanes viajaran a Francia para verlas. Incluso se fletaban trenes especiales. Paradójicamente, la película parece que consiguió lo contrario de lo que buscaba. Algunos jóvenes se alistaron en la Wehrmatch buscando precisamente esa "maravillosa camaradería". Los regímenes totalitarios no fueron los únicos en prohibirla. Australia no permitió su exhibición hasta 1941.

La obra de Remarque fue adaptada nuevamente en 1979 en una producción para la TV y en la que Ernest Borgnine interpretó a Katczinsky. Actualmente se está preparando una nueva adaptación cinematográfica que se estrenará en el 2009.

Y el FINAL, no hay palabras para describir ese final.


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sábado, noviembre 17, 2007

El gran desfile (The Big Parade)


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En 1925 llegó a las pantallas norteamericanas la primera gran superproducción bélica sobre la Primera Guerra Mundial, se trataba de "El gran desfile". Fue todo un éxito.

Está película es el precedente de la mezcla melodrama amoroso y guerra con unas gotas de comedia. Una fórmula totalmente simple pero efectiva. Tan efectiva que ha sido llevada al cine en múltiples ocasiones y versiones. Y generalmente esas versiones han tenido éxito.

Comienza con la entrada de los Estados Unidos en la 1GM y como los muchachos de las diferentes clases sociales corren a alistarse. Así que tendremos juntos a tres estereotipos del cine bélico: al típico niño rico y culto (John Gilbert), al neoyorquino espabilado y al granjero inculto pero lleno de sentido común. La guerra se encargará de hacerlos iguales y entre ellos surgirá una gran amistad que se irá haciendo más fuerte en el transcurso del conflicto. Tras su llegada a Francia para luchar confraternizan con los civiles. Sobretodo el niño rico que lo hará con la bella campesina francesa. Pero la guerra les separará. Durante los combates, el protagonista pierde a uno de sus amigos y es herido. Cuando vuelve a casa ya no es el muchacho despreocupado. Ha dejado muchas cosas detrás. No comentaré el final pero creo que cualquiera se lo imagina.

El título hace referencia a la gran cantidad de hombres y material estadounidense que se mandaron hacia el frente de Francia durante la fase final de la 1GM. Dicho esfuerzo bélico se nos muestra con un plano de una carretera lleno de camiones y hombres. Sin embargo "El gran desfile" procuró no caer en la burda propaganda bélica e intentó mostrar los efectos de una guerra. Tras la batalla se muestra un plano parecido, pero ahora lleno de heridos y en la pantalla se puede leer "El Otro gran desfile".

Hay una secuencia que llama la atención y que nos dice algo sobre el momento social en que se realizó dicha producción. Gilbert construye una ducha a partir de un tonel. Así que él y sus camaradas se están duchando cuando aparece la protagonista dando pie al esperado momento cómico de la chica viendo a los tres hombres desnudos (aunque de espaldas). Lo que sorprende es que el plano es general y que el espectador también ve ese desnudo completo de los tres protagonistas. Hay que considerar que eran los felices años 20 y la Gran Depresión aún estaba lejos y parece que la censura también.

En cuanto a las escenas bélicas, puede que fueran espectaculares en su tiempo pero no son muy destacables e incluso algunas me parecieron mal rodadas. Por ejemplo la secuencia del avance de los norteamericanos por un bosque de eucaliptos californianos ocupado por alemanes. Vidor se adelanta a su tiempo y muestra francotiradores en los árboles al estilo de los japoneses en las películas de la 2GM. Los americanos van cayendo de manera elegante mientras son disparados por las ametralladoras alemanas. En mi opinión creo que nunca unas ametralladoras fueron tan ineficaces. Algo me dice que King Vidor no se asesoró mucho sobre lo que debió de ser la 1GM. También reconozco que hay una escena que cuando la vi me hizo recordar a "La vida de Brian" y que a partir de ese preciso momento ya me costó tomarme la película en serio.

También hay otra escena anterior que demuestra que Vidor y su equipo no se molestaron mucho en recrear el ambiente de la Francia de 1918. Cuando se nos muestra a los campesinos franceses más bien parecen zíngaros. Las muchachas llevan pañuelo en la cabeza y los decorados parecen el típico pueblo español de estilo andaluz que se ve en las películas de aquellos tiempos. Vale que "un árbol es un árbol"(*), pero esto es pasarse.

Sí hay una escena bélica que me pareció realmente buena e impactante. Tras la muerte de uno de los amigos de Gilbert, éste se lanza lleno de ira contra los alemanes. En un determinado momento es herido por uno de ellos, pero a su vez también consigue herirle. El alemán se retira arrastrándose hacia un cráter, pero un Gilbert furioso también le sigue reptando costosamente. Mientras la batalla se desarrolla alrededor, ambos caen en el cráter y Gilbert se dispone a rematarle con la bayoneta. En ese momento las miradas de ambos se cruzan. La del alemán reflejando terror y la de Gilbert odio. Sin embargo Gilbert se da cuenta a tiempo de lo que la guerra ha hecho con él y de que no puede matar a sangre fría a un semejante. Teniendo en cuenta que la película es de 1925 no es descabellado pensar que influyera en la obra "Sin novedad en el frente" (y en la posterior adaptación cinematográfica) de Erich Maria Remarque, pues dicho libro es de 1929.

En líneas generales, interesante como curiosidad y para los amantes del cine mudo.

(*). Hace poco en los comentarios a "Los violentos de Kelly" se hizo referencia a la frase "un árbol es un árbol" atribuyéndose la misma al director John Ford. Cuando estaba preparando el post encontré que la frase en realidad es el título de la autobiografía de King Vidor, el director de esta película. La frase se la soltó un productor tacaño a un Vidor en sus comienzos cuando éste intentaba convencerle de filmar una producción en el lugar histórico. La frase completa es: "A rock is a rock. A tree is a tree. Shoot it in Griffith Park". Es probable que la anécdota fuera conocida por el propio Ford y que la contase de vez en cuando.

lunes, noviembre 12, 2007

Armas al hombro (Shoulder Arms)




Si yo tuviera que elegir un fotograma de una película que definiese a la Primera Guerra Muncial dicho fotograma sería el de Charlot en "Armas al hombro".

Está considerada como la primera comedia bufa sobre la guerra y en cierto sentido es una paradoja que represente de forma tan realista a la Primera Guerra Mundial. Lo cierto es que "Armas al hombro" recoge en sus imágenes los arquetipos fundamentales de las películas bélicas, arquetipos que luego volveremos a encontrar en muchas cintas posteriores: La fase de adiestramiento en el campamento militar, la llegada al frente, la camaradería, el aburrimiento de las largas esperas, la crueldad del enemigo, la historia romántica... E incluso termina con un mensaje pacifista en el que se lee "paz a los hombres de buena voluntad".

"Armas al hombro" fue realizada en 1918 y estrenada el 20 de octubre de dicho año. Eso quiere decir que cuando se filmó ya se conocían los horrores de la guerra de trincheras y que llegó a las pantallas antes de que el conflicto terminara. Lo que más sorprende de la película es el detallismo en la reconstrucción de la trinchera aliada (no así de la germana), teniendo en cuenta que todo es un decorado y que los exteriores están filmados entre eucaliptos californianos la cosa tiene bastante merito. Aunque hay un famoso error en el que se ve una autopista con coches al fondo en la secuencia en la que Charlot disfrazado de árbol es perseguido por el alemán gordo y barbudo.

También son de destacar las caracterizaciones del Kaiser (Syd Chaplin pariente de Charlot y que también hace de sargento) y de Hindenburg (Henry Bergman que también hace del gordo sargento alemán). Tuvieron el detalle de que el Kaiser permaneciera con su brazo izquierdo inmóvil sobre el pomo de la espada. Una pose típica del auténtico Kaiser Gillermo, pues sufrió una rotura en su nacimiento que se lo dejo paralizado.

Algunos de los "gags" o personajes son bastante típicos de las películas de cine mudo. Si vemos al ejército teutón enseguida aflora la risa al ver al soldado barbudo o al mini-teniente gritón. Y no digamos ya de la parte en la que Charlot se camufla de árbol (el típico "gag" del disfraz). Pero otros "gags" son bastante sorprendentes si tenemos en cuenta que era 1918. Ahora no nos sorprende una escena "gamberra" pero era la primera vez que se hacían "gags" de algunas situaciones bélicas que en la realidad serían tremendamente trágicas. Y eso que aun no había terminado la guerra. Es el caso de la escenas en la que Charlot hace de francotirador, la inundación de la trinchera, la caída de bombas mientras siguen comiendo impertérritos o la escena de la mascara antigás con el queso limburger.

Personalmente creo que el mejor "gag" es cuando se disponen a atacar a la trinchera alemana. Durante los preparativos Charlot comienza a tener malos presagios: su número de identificación es el 13, rompe un espejo, enciende tres cigarrillos con la misma cerilla. Pero tras el asalto el sólito captura a 13 alemanes (entre ellos el mini-teniente). Su superior le pregunta que como lo ha conseguido y Charlot responde: "Los rodeé".

Genial

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viernes, noviembre 09, 2007

Objetivo Patton (Brass Tartget)




"Objetivo Patton" está basado en un betseller titulado "The Algonquin Project". Inicialmente tenía todos los ingredientes para convertirse en un éxito. Un buen guión, buenos actores, un director decente. Sin embargo se convirtió en un gran fiasco.

Lo mejor de la película es el principio. Se trata del robo de un tren cargado con 250 millones de Reichmarks en oro. La escena es bastante buena y piensas que la película promete. Pero entonces, la película toma un giro. Como dicho tren era responsabilidad del General Patton es él mismo quien encabeza la investigación. Así que los malos planean eliminarle. Uno puede pensar que el giro no está mal. Ahora hay dos tramas, el oro y el intento de asesinar a Patton. Pero entonces uno no sabe muy bien porqué la trama del oro desaparece y la de Patton no está muy clara. Pero los rusos creen que los americanos lo han hecho adrede para no darles nada. Y luego sale la Loren, y entonces el Cassavetes descubre no se que de la Mafia, y el Sydow encarga una carabina que dispara una especie de corcho y se van a la nieve en Suiza, y ... Al final no te enteras de nada, tienes ganas de que acabe y ponerte a hacer otras cosas.

Vayamos brevemente al lado histórico. En 1945, oficiales americanos saquearon un "tren de oro" proveniente de Hungría en dirección a Alemania. El tren iba cargado con joyas, pinturas y otros objetos de valor expoliados a los judíos de Hungría. Al parecer el Ejército Estadounidense intentó esconder el hecho proclamando que el robo se había producido sobre "bienes no identificados del enemigo". No sólo estuvieron involucrados los soldados estadounidenses. Una parte importante de los bienes fueron depositados bajo la custodia del Gobierno Austriaco cuando este fue restablecido, pues el saqueo había ocurrido en territorio austriaco. Que yo sepa no se ha vuelto a saber nada de dichos bienes. En el 2001 los descendientes de los judíos húngaros demandaron al Gobierno de los USA por daños valorados en 200 millones de dólares. En el 2005 se llegó a un acuerdo y el Gobierno USA pagó 25'5 millones de dólares a los demandantes.

Volviendo a la película, está claro que la confusión del guión se transmitió a los actores. Ninguno da pie con bola. George Kennedy no destaca como Patton pues no puedes evitar el compararlo con George C. Scott. En cuanto a Robert Vaughn interpreta un papel totalmente ridículo e increíble por lo mal que lo hace. Y mejor no hablar de las interpretaciones de la Loren y de Cassavetes. El único que se salvaría de la quema sería Max von Sydow, pero simplemente para ajusticiarle de un modo menos doloroso.

Pienso que uno de los grandes problemas de esta película es que intenta mezclar en su trama los ingredientes de dos grandes éxitos cinematográficos: "Patton" y "Chacal". A la película le pasa lo mismo que dice el viejo dicho: si mezclas dos buenos vinos obtienes uno malo.

miércoles, noviembre 07, 2007

El Tren (The Train)





"El tren" es casi con total seguridad la mejor película sobre el tema del expolio durante la Segunda Guerra Mundial.

Está basado en el libro "Le front de l'Art" de Rose Vallard pero la historia que veremos en la cinta es completamente distinta a la que ocurrió. Rose Vallard era la responsable del museo Jeu de Paume. En ese lugar se almacenaban las obras de arte que los alemanes habían saqueado de los museos y de las colecciones privadas de Francia antes de su traslado a Alemania. Hermann Goering lo visitó el 3 de mayo de 1941 y el personalmente escogió algunas obras para su colección privada. Rose Vallard catalogó en secreto las obras saqueadas, apuntando el origen de la misma, cuando se realizaría su transporte por tren y a ser posible su destino en Alemania. La información obtenida era pasada a la Resistencia para así evitar que los trenes fueran atacados, bien por los resistentes o por la aviación aliada, y su contenido destruido. Rose Vallard llegó a catalogar unas 20.000 obras expoliadas por los alemanes durante los cuatro años de ocupación. Después de la guerra formó parte de la Comisión para la Recuperación Artística y testificó durante los Juicios de Nuremberg.

Frankenheimer realizó una película que constantemente nos emplaza a posicionarnos en el siguiente debate: ¿Qué es más importante, una vida humana o una obra de arte? A lo largo de la película veremos que hay personas que deciden que es más importante la obra de arte que su propia vida, pero otros decidirán que es más importante las obras de arte que la vida de los demás.

El comienzo de la película es realmente impactante. En la noche del 2 de agosto de 1944 el coronel von Waldheim (Paul Scofield) llegá al museo Jeu de Paume. Como ya se ha indicado y al contrario de lo que sucedió en realidad, se nos muestra que todo el botín artístico ha estado almacenado en el museo durante toda la ocupación. París está a punto de caer en manos aliadas y Waldheim llega para supervisar personalmente el traslado de la colección hacia Alemania. En una estupenda secuencia en la que los cuadros de Renoir, Gaugin, Picasso y muchos otros famosos artistas, son embalados en cajas vemos simultáneamente sobreimpresionados los títulos de crédito.

Mademoiselle Villard, la responsable francesa de la colección notifica a la resistencia el expolio y les implora que eviten que dichas obras salgan de Francia, o al menos eviten su destrucción. Esta escena en que Mademoiselle Villard intenta convencer a la Resistencia del valor de las pinturas es realmente buena. Por un lado tenemos a Paul Labiche (Burt Lancaster) un inspector ferroviario reacio a arriesgar la vida de sus escasos hombres por unas pinturas, y por otro a Mademoiselle Villard intentando hacerles ver que esas pinturas es algo por lo que merece la pena morir pues si los alemanes se las consiguen llevar habrán robado "la belleza creada aquí, nacida en Francia". Pero Burt no se deja convencer.

El destino de las obras parece ser Alemania hasta que la decisión de un hombre interfiere. El maquinista del tren encargado del transporte es un veterano llamado Papá Boule (Michel Simon). Para él lo más importante es su locomotora y que el tren que guíe tenga una misión de alto rango como llevar municiones al frente. Antes de partir tiene una conversación con un jefe de estación que le dice lo que lleva el tren que conducirá hacia Alemania. Aunque en su opinión el tren está cargado de champán y perfumes, Papá Bolule recuerda que salió con una modelo de Renoir que "olía siempre a pintura". Pero el revisor le dice que esas pinturas son "la gloria de Francia", y el rostro de Boule cambia mientras repite esas palabras.

Papá Boule decide sabotear la locomotora pero es descubierto y ejecutado sumariamente. Esta ejecución hace cambiar de opinión a los miembros de la Resistencia. Los cuadros deben de ser importantes pues alguien como Papá Boule ha dado su vida por ellos y ahora se esforzarán en evitar por todos los medios que el tren llegue a Alemania. No comentaré como lo realizan pero el truco es realmente original y de hecho la idea se ha utilizado en otros films. La película va en un continuo crescendo hasta llegar al duelo final entre Burt Lancaster y Paul Scofield.

Hay varias anécdotas relacionadas con la cinta. El papel de Papá Boule inicialmente era mucho más largo pero debido a que Michael Simon tenía otro contrato, Frankenheimer decidió "ejecutarlo" lo antes posible (su personaje sólo está presente durante 10 minutos en una cinta de 2 horas). Otra es que Burt Lancaster, famoso por hacer él mismo las secuencias peligrosas, se lesionó la rodilla durante un partido de golf a mitad de rodaje, así que el personaje de Labiche fue herido en la pierna para explicar la cojera.

Como en otras películas bélicas, Frankenheimer utilizó el rodaje en blanco y negro para transmitir la idea del tono documental de la Segunda Guerra Mundial. Para los frikis de la historia de la 2GM como yo, hay un divertido error cuando se habla de que Von Rundstedt está al frente de las fuerzas alemanas. En esa época Rundstedt había sido apartado del mando y sustituido por Von Kluge. En cuanto a la ambientación en líneas generales es más que aceptable aunque mucho del material pesado que vemos es material militar norteamericano. En diversas escenas podemos distinguir tanquetas M8, tanques Chaffee, half-tracks e incluso un cañón de 155 mm. Dentro de este apartado hay que destacar la memorable secuencia del bombardeo sobre la estación donde está el impresionante tren blindado alemán. Para dicha secuencia se utilizó una zona en la que los edificios iban a ser demolidos. Al parecer se tardó casi un mes en disponer las cargas. Y la secuencia sólo dura un par de minutos.

Finalmente, la mayor parte del presupuesto se gastó en trenes. El tren con las obras de arte es el tren que usaba el equipo de producción para llevar el material de una localidad a otra. Y el choque de trenes es totalmente auténtico. Como era una sola toma se utilizaron siete cámaras para filmarlo, de las cuales dos quedaron destruidas.

Una verdadera obra de arte.


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La crítica de Von Kleist

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domingo, noviembre 04, 2007

Tres Reyes (Three Kings)


origen de la imagen


Casi 20 años después de la Guerra del Vietnam, los USA se involucraron en una gran guerra. La Primera Guerra del Golfo disputada entre agosto de 1990 y febrero de 1991 fue una gran victoria militar, e inicialmente incluso política. Pero al cabo de los años, tras haber permitido escapar al dictador Sadam Hussein, se comenzaron a ver los errores y sobretodo los futuros problemas. Fue en esos momentos cuando a alguien se le ocurrió hacer un remake de "Los violentos de Kelly". El resultado fue "Tres Reyes".

Estrenada en 1999 (8 años después de la 1ª Guerra del Golfo) vuelve a utilizar el argumento básico de la "pandilla de aprovechados" para lanzar un argumento antimilitarista. Pero esta vez hay unas cuantas diferencias. La principal es que al final esta pandilla demuestra que no son unos egoístas que buscan el botín, sino que se redimen y hacen un acto humanitario.

Sin embargo hay otras muchas cosas que cambian con respecto a la versión original.

1.- En lugar de actores como Clint Eastwood, Donald Shuterland y Telly Savallas tenemos a "famosos" como George Clooney, Mark Walhberg y Ice Cube.

2.- En lugar de unas cuantas secuencias de acción bien rodadas y colocadas en su momento justo tenemos un rodaje a lo Tarantino con edición de la película estilo video-clip que acaba mareándote.

3.- En lugar de momentos desternillantes como la conversación telefónica de Oddball tenemos un interrogatorio-tortura preguntando sobre Michael Jackson.

4.- En lugar de buenos secundarios que hacen más creíble y jugosa la historia tenemos a un montón de iraquíes gritones que quieren matar a otro montón de iraquíes llorones. No puedo creerme los estereotipos tan burdos que se muestran en esta película.

Podría seguir, pero para no aburrir al personal, digamos algunas cosas buenas de la película.

Hay que reconocer el mérito de ser la primera película comercial que mostraba en la gran pantalla el abandono de la población iraquí por parte de la Coalición de países que intervinieron en la Guerra del Golfo, cuando esta población se sublevó contra Sadam Hussein. Es uno de los episodios más vergonzosos de la historia reciente, y en mi opinión puede que Bush padre fuera el máximo responsable, pero eso no quita responsabilidad al resto de países de la Coalición que intervinieron, entre ellos el nuestro.

Otro aspecto es que "Tres Reyes" inspiró acontecimientos reales. Durante la Invasión de Irak un sargento del Ejército encontró 200 millones de dólares escondidos en cajas de metal. Éste lo repartió con otros dos compañeros, y lo escondieron arrojándolo a un canal para posteriormente recuperarlo. Pero al contrario que en la película fueron descubiertos por su comandante. Tras llegar a un acuerdo de amnistía, el dinero se recuperó. Posteriormente el director de "Tres Reyes" quiso realizar un documental sobre el suceso.

Pero reconozco que yo a esta película no le veo la maestría por ningún sitio. También reconozco que mi concepto de comedia no incluye ver pegarle un tiro en la cabeza a una persona.

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miércoles, octubre 31, 2007

Los violentos de Kelly (Kelly's Heroes)



El cine bélico se ha mezclado a veces con otros géneros. Unas veces con pobres resultados como es el caso de la mezcla con la fantasía y el terror. Otras porque la mezcla parece bastante natural como es el caso del melodrama, ya que las historias de amor y guerra suelen funcionar. Por los resultados obtenidos una de las mejores mezclas es la del cine negro y el cine bélico, sobretodo en el subgénero de películas carcelarias basadas en historias desarrolladas en "campos de prisioneros". Pero hay otras mezclas, como por ejemplo la de los juicios militares, los thrillers o el de ladrones y soldados.

El mejor ejemplo de la combinación ladrones y soldados es la película "Los violentos de Kelly". Estrenada en 1970, la trama básica es la de "Rififí" pero trasladada a la Francia de 1944. Si tenemos en cuenta que el saqueo en tiempos de guerra es algo totalmente condenable, la maestría en el guión y la realización de "Los violentos de Kelly" se demuestra en que consigue hacer que dicho expolio nos parezca gracioso. Para ello el muy irregular Brian Hutton contó con Clint Eastwood (Kelly), Telly Savalas (Gran Joe), Donald Shuterland (Oddball) y Don Rickles (Crapgame) en pleno estado de gracia acompañados de unos secundarios sensacionales como Dean Staton o Carroll O'connor.

La película está filmada en la ex-Yugoslavia, por lo que había una gran cantidad de material bélico de la IIGM disponible lo que dota a la película de un gran autenticidad. Los tres Tigers que salen en la traca final son T-34/85 maquillados perfectamente. Pero además veremos otros equipamientos como Half-tracks, kubbelwagens, y por supuesto los Shermans de Oddball. Las insignias que portan también son correctas. Kelly y sus muchachos pertenecen a la 35º división de infantería, Oddball lleva la insignia tricolor de la 4º División Acorazada y los tanques Tiger portan la llave que indica que pertenecen a la 1º división acorazada de las SS, la "Leibstandarte". También es cierto que hay alguna metedura de pata: el fusil de francotirador es un Nagant, un arma rusa completamente inexistente en el frente de Francia.

Es una pena que en el título en español ya se pierda algo de ese humor que caracteriza a la cinta. Sin embargo notamos que no estamos frente a la típica película de guerra en cuanto escuchamos la canción "Burning Bridges" durante los títulos de crédito. Los "héroes" son una panda de soldados totalmente desencantados por culpa de unos mandos incompetentes que sólo piensan en su beneficio. Estos han de ponerse de acuerdo para realizar un robo en un pueblo de la Francia ocupada. Eso implica que no sólo deben evitar que su saqueo sea descubierto por sus mandos. También deben de neutralizar a los alemanes que están en el pueblo. Así que lo que planean es provocar una ofensiva aliada para de esa forma entretener a las dos partes, y al mismo tiempo obtener recursos imprescindibles para el golpe. Cuentan para ello con la inestimable ayuda de la cuadriculada mente del alto mando (magnífico el papel del general Colt y su bata con galones como parodia de Patton) y de los múltiples recursos de los distintos sargentos amigos de Kelly y su pandilla (la escena en la que Oddball llama por teléfono desde un bar a un colega suyo para pedir la construcción de un pontón, es desternillante).

Como dice el cartel promocional: Su plan era robar un banco y casi ganan una maldita guerra. La película fue estrenada en 1970, en plena Guerra del Vietnam. Y se adelantó a "MASH" en el uso del humor para hacer una crítica antibelicista. Aunque dicha crítica antibelicista es muy sui generis. El mensaje principal es que la guerra es una mierda y si estás en medio de la mierda al menos saca beneficio de ella pues es mejor ser rico a ser un héroe. El segundo mensaje es que todos somos iguales sin importar que seas un chico de Kansas o un fiero tanquista de las SS, pues ambos tienen la misma codicia por el oro. Y el tercero es que es perfectamente compatible ser un hippy y conducir un Tiger.

Posteriormente, cuando Eastwood comenzó a hacer sus pinitos como director, éste declaró que la productora había realizado una serie de cortes que eliminaron escenas en las que se profundizaba en la psicología de los personajes y en el mensaje pacifista. Personalmente no me lo creo. Tanto el personaje del sargento Crapgame ("juego sucio" seria la traducción) como gran parte de los personajes secundarios son una completa lista de aprovechados y listitllos. Y el personaje de Oddball será un hippie pero no se le nota ningún remordimiento cuando masacra alemanes. A mi me suena a justificación de Eastwood a toro pasado de una etapa de su vida que ahora parece estar en contradicción con su faceta de director comprometido.

Volviendo a la película hay varias escenas de acción bastante buenas. Empezando con la escapada nocturna de Eastwood y su prisionero en medio de un pueblo tomado por los alemanes. O la del montaje del pontón sobre el río. La escena de los tanques de Oddball saliendo del tunel con los altavoces a toda potencia probablemente sea un precedente de la famosa escena de los helicópteros de "Apocalypse Now". Los Shermans son mucho más lentos que los helicópteros Huey, pero la destrucción que causan entre los alemanes es similar. El golpe maestro de la secuencia es terminar dicha destrucción con la canción "Go, christian soldiers".

El climax final es el ataque al pueblo donde está el banco y la famosa escena del duelo con la marcha de los tres protagonistas hacia el Tiger como si fuera un "spaguetti western". Tras sus inútiles esfuerzos en eliminar al último tanque, Kelly Big Joe y Oddball deciden que la mejor estrategia es la de si no puedes con él, únete a él. Así que convencen al comandante del tanque (Karl-Otto Alberty) de que se una a ellos y comparta el botín. La escena de las caras de los protagonistas mirando el oro mientras se intercalan imágenes de la gente por las calles celebrando la liberación es buenísima. Atención al alcalde con su banda tricolor en el pecho lanzando su discurso patriótico. Y a la frase del general Colt: "¿De Gaulle? ¡Si ni siquiera ha estado en esta guerra!"

Esencial.


La crítica de Von Kleist
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domingo, octubre 28, 2007

La Marsellesa (La Marseillaise)




Para terminar con el ciclo de películas históricas dedicadas al siglo XVIII nada más adecuado que acabar con la propia Revolución Francesa. Y si hay una película que trata dicho tema es "La Marsellesa" de Jean Renoir.

Renoir realizó este film durante 1937. En ese momento la Guerra Civil asolaba España y en Francia la situación política no estaba tampoco muy clara. Gobernaba el Frente Popular y se temía que los partidos de derecha pudiesen intentar un golpe de estado con el apoyo de Alemania. Así que el gobierno se propuso realizar una cinta de tono propagandístico que apelara al patriotismo, pero al mismo tiempo no se olvidase su carácter de izquierdas. Y nada mejor que una Revolución que acabase con un régimen tiránico. En la película se indica que todos los actores son militantes del sindicato CGT e inicialmente se intentó financiar mediante suscripción popular mediante una cuota de 2 francos por persona a ingresar a la CGT pues ese era el precio de una entrada en esa época. Pero al poco tiempo se vio que aquello no era posible y el propio estado francés corrió con los gastos tal y como se recoge en los títulos de crédito.

Es paradójico que Renoir fuera el encargado de este avivamiento del patriotismo galo, pues él fue el máximo exponente del movimiento social pacifista que se dio en la Francia de entreguerras gracias a su película "La gran Ilusión", pero como se suele decir: la vida da muchas vueltas. Lo que está claro que esta soflama patriótica no sirvió de mucho. Al año siguiente de su estreno la firma del pacto Molotov-Ribbentrop convirtió a los nazis en los nuevos amigos de los comunistas. Y en 1940 los alemanes desfilaban triunfalmente por Paris tras el hundimiento de un desmoralizado ejército francés.

La película intenta ser un fresco de dicha época fijándose sobretodo en la gente de los estratos más humildes, todos aquellos que no salen en los libros de historia. Los grandes personajes revolucionarios no aparecen más que como nombres en los labios de los protagonistas. Es bastante maniquea pues nos pinta a la gente del pueblo llena de bondad y nobleza mientras que los poderosos suelen ser estereotipos malvados. Sin embargo aquí Renoir demuestra su genio, incluso alguno de esos malvados poderosos tienen amor a Francia.

La película se centra en los años 1789 a 1792, iniciándose el 14 de julio de 1789. Vemos como Luis XVI está en su cama mientras recibe las noticias de la toma de la Bastilla. Tras la proclamación de la Asamblea Nacional, la monarquía francesa ha dejado de ser absoluta pero hay elementos que quieren volver a la situación anterior. En las provincias poco a poco se van aboliendo los privilegios de los nobles, pero la situación está lejos de ser estable. El pueblo comienza a comprender que lo importante es la "Nación". No en vano uno de los frutos amargos de la Revolución Francesa fue el nacionalismo. En París el nuevo gobierno ordena una movilización de tropas para protegerse de posibles disturbios y de los contrarrevolucionarios. Uno de los contingentes del ejército popular proviene de Marsella y cantan la canción que se convertirá en el himno de Francia. Esta canción era un himno compuesto por un ingeniero militar del Ejército del Rhin. Durante la marcha de dicho regimiento hasta París se nos presenta a unos soldados llenos de la ingenuidad y bondad de las clases populares. Están allí para defender a la Francia de los ciudadanos. En sus paradas a lo largo del camino se establecerán discusiones y debates entre ellos y de esta forma se adoctrina al espectador sobre los principios de la revolución y del nacionalismo.

Renoir nos mostrará las conjuras de la corte para intentar la contra-revolución, las sesiones de la Asamblea Nacional, la declaración de "La patrie en Danger!", la proclamación de Brunswick y finalmente el asalto al palacio de las Tullerias y el aniquilamiento de la Guardia Suiza. Aquí Renoir intenta justificar uno de los episodios más cruentos de la Revolución. En la película vemos como la multitud se acerca al palacio y que la Guardia está dispuesta a defenderlo. Los franceses intentan convencer a los suizos de que no luchen pero estos responden que son suizos y que ellos no entregan las armas. Uno de los soldados marselleses protagonistas intenta confraternizar con los soldados suizos apelando a la camaradería de las armas, pero el suizo le dispara. Las tropas francesas se retiran pero al poco son reforzados por batallones de ciudadanos. Evidentemente esto lleva a que la multitud tome el palacio. En la película vemos que los prisioneros suizos son fusilados hasta que llegan los representantes de la Comuna de Paris y detienen las ejecuciones. Lo que no cuenta es que de los 900 guardias, sólo sobrevivió un centenar y que muchos de ellos fueron descuartizados.

En cuanto a las escenas de combates la verdad es que dejan bastante que desear. Hay una secuencia que a mi me produjo risa cuando la vi. Es aquella en la que los soldados marselleses tienen un enfrentamiento con aristócratas en los Campos Elíseos. La coreografía de la lucha a esgrima es pésima pues los actores usan los sables como si segaran hierba. Nada que ver a lo que se ve en otras películas de la época como "Robin Hood".

En la escena final se nos muestra al regimiento de marselleses marchando hacia la Batalla de Valmy. Los soldados comprenden que si son derrotados por los prusianos la Revolución habrá terminado y con ella todos los sueños de libertad para el pueblo. Aquella batalla está considerada como una de las batallas cruciales de la historia pero paradójicamente casi no hubo lucha. Un ejército francés de 47.000 hombres se enfrentaba a un ejército prusiano de 35.000. Tras tomar posiciones, los franceses aguantaron una severa cañonada de la artillería prusiana y un ataque ligero. Tras esto parece ser que los prusianos decidieron que allí no se les había perdido nada y se retiraron. Las bajas fueron de 300 franceses y 184 prusianos. Algo completamente inusual en aquella época. Al día siguiente la monarquía fue abolida en Francia y diez días después los prusianos se retiraron. El fin del Antiguo Régimen se había consumado.

Pero ya he comentado que la película es algo maniquea. Se nos muestran sólo los aspectos positivos de aquella revolución: Liberté, Egalité, Fraternité. De los aspectos negativos como el Terror o la Revuelta de la Vendée por poner dos ejemplos, no veremos nada. Ni siquiera se nos muestra una guillotina en toda la película. A pesar de ello es bastante recomendable de ver, sobretodo si luego está acompañada de otras dos películas: "Dantón" como una descripción de lo que fue el Terror y "Napoleón" para contemplar el fin de la I República Francesa.

jueves, octubre 25, 2007

El patriota (The Patriot)




No me gusta "El patriota" porque es una película con una buena idea detrás que es completamente desperdiciada debido a las ganas del director de hacer fuegos artificiales. Si hubiese que resumir este bodrio en una frase sería: Rambo gana la Guerra de la Revolución Americana. Y lo más triste es que hay un montón de historia tras esta película.

Parece que el alemán R. Emmerich está obsesionado con el concepto “Independencia”, así que después de su pésima "Independence day", se le ocurrió realizar junto con el australiano Mel Gibson una especie de “Braveheart” del siglo XVIII. Lo malo es que alguien se olvidó de decirle que los británicos no son alienígenas sanguinarios vestidos de rojo. La película es una ristra de topicazos yanquis y antibritánicos de lo más cutre llena de efectos especiales digitales.

Inicialmente la película promete. Mel Gibson interpreta a un terrateniente viudo que cuida de sus 7 hijos en la colonia británica de Carolina del Sur. Este personaje está basado en la vida de Francis Marion, un líder guerrillero de la Revolución Americana conocido como el "Zorro de los Pantanos". El año es 1780 y la Revolución Americana lleva ya 3 largos años de lucha, pero parece que en esa zona la guerra ha pasado de largo. Sin embargo esta situación no es duradera y se requiere a los notables para que se pronuncien sobre si involucrarse o no en la misma. Como Gibson es un veterano de la Guerra contra Franceses e Indios, es reacio a la lucha pues sabe perfectamente lo destructiva y cruel que puede ser una guerra.

En el atardecer del 16 de agosto de 1780, desde el porche de su casa observa junto a su hijo, el desarrollo de la Batalla de Camden. En dicha batalla el general Cornwallis al mando de unos 2.200 hombres (1.600 regulares y unos 600 de la milicia probritánica) atacó al Ejército Continental de 3.000 hombres (1.400 regulares y 1.600 milicianos) al mando del general Gates, famoso por ser el vencedor de la batalla de Saratoga. En la película vemos que tanto los continentales como la milicia comienzan a retirarse en cuanto los británicos lanzan su ataque. Es de destacar el efecto especial de las balas de cañón. La velocidad de dichos proyectiles era tan lenta que efectivamente era posible verlas en su trayectoria. Y el daño que solían hacer era el de aniquilar a los hombres mediante un impacto, pues muchas veces no eran proyectiles explosivos, tan solo piezas macizas de metal, devastadoras contra formaciones cerradas de hombres. En la batalla histórica lo que ocurrió es que la Milicia Continental huyó al principio de la batalla con el propio General Gates siguiéndola. En el campo quedaron los regulares al mando del general alemán de Kalb. Éste recibió hasta once heridas antes de caer. En ese momento las líneas de los regulares se derrumbaron. Tras esa desastrosa derrota y por la cobardía mostrada, Washington ordenó que Gates fuera sustituido por Nathane Greene (un pequeño inciso, ambos salen en la película “George Washington, la leyenda”, Gates es el chulito con peluca al que Washington le quita el mando del ejército).

Volviendo a la cinta, tras la derrota del Ejército Continental, algunos heridos piden refugio en su casa. Entonces llegan los ingleses que son unos malos, malísimos comandados por la reencarnación del diablo en forma del coronel Tavington (basado en el coronel Banastre Tarleton). Éste no sólo ordena matar a los prisioneros heridos, sino que también asesina a un hijo pequeño del Mel.

A partir de ese momento la película comienza a desbarrar. Mel se nos pone en plan Iñigo Montoya y extermina el sólito a una columna inglesa en una secuencia que es una copia descarada de la emboscada en "El último mohicano" (me pregunto cómo no les demandaron por plagio). Luego se pone a liderar una banda de guerrilleros y a hacer emboscadas a diestro y siniestro acabando con todo british que pilla. Hay una escena divertidísima por lo mal hecha, en que se ve a los ingleses en un camino que son acribillados por dos filas enfrentadas de guerrilleros que surgen de ambos lados del camino. Cinematográficamente puede quedar muy bien, pero si esa escena hubiera sido real, ambas líneas se habrían acribillado mutuamente (algo similar a lo que se explica en la película "Comando en el Mar de China" o en "Ronin").

Evidentemente, ante las incursiones de Gibson los ingleses toman represalias ¡como no! contra la población civil en un estilo que parecen auténticos Einsatzgruppen de las SS en el frente ruso. De hecho la escena de la quema de la iglesia es otro plagio de la película "Masacre, ven y mira". Una cosa interesante es que se nos muestra que en las filas realistas no sólo había británicos. También había norteamericanos que lucharon por el mantenimiento de la corona británica en las colonias. Pero claro, en la película son unos vendidos.

Aunque lo de la película es una exageración, hay que decir que Banastre Tarleton tiene merecida fama de “carnicero” en los USA. Tarleton creo una Legión Británica compuesta de unidades caballería e infantería ligera. Era muy efectiva y tomó parte en la caída de Chaleston. La mala fama le viene porque en una ocasión unos 150 jinetes bajo su mando interceptaron a una fuerza de 350 Continentales en el cruce de Washaw (Carolina del Sur). Tarleton les conminó a rendirse, pero el comandante norteamericano rehusó. Tarlenton entonces lanzó su caballería a la carga destruyendo la formación enemiga. Muchos intentaron huir o rendirse, pero los jinetes los persiguieron y masacraron a muchos. Al final había 130 muertos y 150 heridos diversos. Hay controversia sobre si Tarleton ordeno no dar cuartel o no, pero el termino “Tratamiento Tarleton” quedó como sinónimo de no coger prisioneros.

Como a todo cerdo le llega su San Valentín, al final tendremos el predecible enfrentamiento entre Gibson y Tavignton con la aun más predecible muerte del inglés. La "épica lucha" tendrá lugar durante una batalla que es una mezcla de dos batallas históricas consecutivas: la batalla de Cowpens y la batalla de Guilford Courthouse.

En la Batalla de Cowpens, una fuerza de unos 1.000 hombres al mando de Tarlenton se enfrentó a una fuerza equivalente al mando de Daniel Morgan. Este último le tendió una trampa a Tarlenton. Sabía que a éste le encantaba atacar frontalmente a la milicia, pues eran tropas de ínfima calidad. Así que dispuso en primer lugar tropas ligeras con orden de disparar a los oficiales, luego las milicias en una colina con sus flancos al descubierto y detrás en otra colina sus tropas regulares y su caballería. Morgan alecciono a la milicia con la orden de que al menos realizaran dos disparos antes de comenzar a retroceder.

Lo de los "dos disparos" hay que explicarlo un poquito porque aunque sale en la película, la forma en que lo hace es completamente ridícula. Parece como un juego de tablero en la que los contendientes disparan por turnos. Sólo faltaba una voz diciendo "¡chincha rabiña!, ¡habéis fallado!, ¡ahora nos toca a nosotros!". Aunque un mosquete de aquella época tenía un alcance efectivo de menos de 100 metros, en las batallas debido a los nervios y al humo se disparaba a blancos a 50 metros o menos. Además cargar un mosquete no era fácil. Un soldado regular inglés entrenado podía hacer tres disparos en un minuto. Pero la milicia probablemente tendría una cadencia de un disparo por minuto. Eso significa que si la milicia realizaba dos disparos, los ingleses habrían hecho seis disparos. Nada de "ahora me toca a mi, después a ti".

En Cowpens, Tarlenton se metió en la trampa completamente. Lanzó un ataque y cuando observó que la milicia se retiraba lanzó un ataque en toda regla con todas sus fuerzas. Cuando se encontró de frente a la línea del Ejército Continental, la caballería norteamericana le flanqueó y rodeó. Su fuerza fue aniquilada y Tarlenton pudo escapar de chiripa.

Tres meses más tarde, en marzo de 1781, el ejército británico de 2.000 hombres al mando de Cornwallis se vio obligado a combatir al ejército norteamericano de 4.000 hombres comandado por Nathaniel Greene. Cornwallis decidió dar batalla para destruir al ejército norteamericano antes de que se viera reforzado con otros 3.000 hombres de la milicia de Virginia al mando de Richard Butler. El lugar donde estaba acampado el ejército continental era Guilford Court House. Greene dispuso sus fuerzas defensivamente en profundidad, formando tres líneas. De forma similar a Cowpens, las dos primeras eran milicia y la tercera línea estaba formada por los regulares. Greene dispuso unidades de infantería ligera detrás de la milicia con órdenes de que se disparase a todo aquel miliciano que abandonase su puesto antes de tiempo.

Cornwallis realizó un ataque lento y metódico desbordando la primera y segunda línea, aunque con bastantes bajas. La tercera línea aguantó e incluso llegó a realizar un contraataque que fue desbaratado cuando Corwallis ordenó disparar sus cañones con metralla al bulto, eliminando tanto británicos como norteamericanos. Luego lanzó un ataque con los dragones de Tarlenton. Greene se vio obligado a retirarse tras perder a unos 250 hombres y abandonando los cañones (luego se vio que hubo hasta 100 deserciones incluida la totalidad de la milicia de Carolina del Norte). Pero el ejército de Cornwallis había perdido 5.00 hombres y en ese estado no pudo perseguir a Greene. Fue una victoria pírrica. Con sus efectivos tan mermados, Cornwallis no tuvo más remedio que retirarse a Yorktown.

El asedio de Yorktown es la última acción que vemos en la película. Y lo original es que vemos el bombardeo de la flota francesa sobre las posiciones británicas. Lo único malo de la secuencia es que se supone que es 1781 y en el buque francés el capitán ¡¡¡lleva la escarapela tricolor!!! Si bien es cierto que la Revolución Francesa estaba a la vuelta de la esquina, aun faltaban unos cuantos añitos para la misma.

Por cierto, Tarlenton sobrevivió a la guerra.

Completísimo comentario en "Cine-Historia"


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