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El blog no está muerto pero como podéis comprobar no puedo dedicarle el tiempo que necesita. Si alguien quiere una breve explicación del parón la encontrará aquí. Iré publicando películas y contestando a los comentarios poco a poco. Gracias por vuestra paciencia, atención e interés.

Actualmente hay 269 películas comentadas

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sábado, octubre 31, 2009

Enrique V (Henry V)



El título original de esta película es "The Chronicle History of King Henry the Fift with His Battell Fought at Agincourt in France". Desconozco si hay un título más largo y descriptivo en la historia del cine, pero esta claro que el de esta película opta al galardón. Laurence Olivier mantuvo el título de la obra original de Shakespeare en la que se basó, pero todo el mundo la conoce por su título más corto: "Enrique V".

Parece ser que fue el propio Winston Churchill el que convenció a Olivier de que se encargara del proyecto. Desde el principio se tuvo claro de que debía de ser una película con un marcado carácter propagandístico. El pueblo inglés estaba en su cuarto año de guerra, las cosas en Italia no iban muy bien, las penalidades y el racionamiento estaban haciendo mella. Por ello, parte de los gastos de producción fueron cargados al erario británico. Se realizó un considerable esfuerzo económico para realizar la película. Fue filmada en technicolor, y se aprovechó el 75% del material filmado (eso si que es ahorrar). Asimismo, como el metal era escaso, las cotas de mallas fueron imitadas con lana teñida de gris. Otra curiosidad es que no fue filmada en Gran Bretaña, sino en Irlanda y los extras fueron soldados del ejército irlandés. Y finalmente, Olivier firmó un contrato en el que se comprometía a no salir en ninguna otra película durante 18 meses para así animar a la gente a ir a ver este film. A cambio recibió 15.000 libras esterlinas libres de impuestos (casi medio millón de hoy en día). El fisco británico le demandó por ello ya que consideraba que había sido un ganancia por ejercer su profesión, pero el juez le dio la razón al actor arguyendo que había sido pagado precisamente para evitar que trabajara, por lo que no podía considerarse una ganancia.

Olvier realizó una gran adaptación de la obra de Shakespeare. La película comienza recreando el Globe Theatre donde el espectador parece que va a asistir a la representación de la obra en el escenario. Los decorados se basaron en los dibujos medievales de los manuscritos conocidos como "Libro de las Horas". Pero poco a poco vemos que va adquiriendo un estilo más cinematográfico y realista hasta que culmina en la recreación al aire libre de la Batalla de Agincourt. Después de dicha batalla la obra vuelve a recuperar gradualmente el tono de representación teatral hasta que finaliza con el aplauso del público en el Globe Theatre.

Si obviamos el tono propagandístico, la obra de Shakespeare sigue de manera bastante fiel las andanzas del rey Enrique V durante su campaña de 1415 en medio de la Guerra de los Cien Años. Hay dos episodios bélicos principales. El primero es el Asedio del puerto Harfleur. Allí Enrique lanza la primera arenga a sus desanimadas tropas que han sido rechazadas en los muros de la fortaleza. Tras dicha arenga se lanzan al asalto final. En realidad, la ciudad se rindió tras más de un mes de asedio, y las tropas inglesas no sufrieron bajas por parte de las armas francesas, sino por culpa de la disentería. Tras la caída de la ciudad, el diezmado ejército inglés se puso en camino a Calais pero el ejército francés le interceptó.

El segundo de los episodios es la famosa Batalla de Agincourt. Contra todo pronóstico, el debilitado ejército de Enrique derrotó a un ejército francés seis veces mayor. Aquí encontramos la famosa escena del discurso del día de San Crispín. En la película se muestra a los arqueros ingleses aniquilando a la innumerable caballería francesa con sus flechas. Los estudios actuales muestran que la derrota se debió a otras causas. Ciertamente el arco inglés era un arma bastante efectiva, pero no tanto como para perforar cualquier armadura, sobre todo la de los caballeros. Adicionalmente, una gran parte de los franceses no cargaron a caballo, sino a pie. Al parecer se combinaron una serie de circunstancias que culminaron en el desastre. Por un lado el fango dificultó enormemente el avance. Por otro lado el terreno causó que las fuerzas francesas se embotellaran debido a un efecto embudo. Al parecer las filas de vanguardia se empaquetaron de tal manera que los caballeros no podían moverse. Algo parecido a lo que sucedió en la Batalla de Cannas con los romanos.

La película fue estrenada en Londres el 12 de julio de 1944, en plena batalla por Normandía. Para evitar susceptibilidades se eliminaron algunos de los textos de la obra original de Shakespeare. Así por ejemplo Enrique no amenaza a los habitantes de Harfleur con violaciones y destrucción si no se rinden, y se suprimió la frase final lamentando la perdida de Francia con Enrique VI. También desapareció la escena en la que Enrique se ve forzado a ajusticiar a unos soldados de su ejército, entre ellos un amigo suyo, para dar un escarmiento. Es una pena, porque al eliminar los aspectos oscuros hace que la obra sea demasiado maniquea, lo que causa que haya envejecido un poco mal. De todas formas la cinta fue todo un éxito de taquilla, y animó a Olivier a intentar adaptar para la pantalla otras obras del bardo.

Cine clásico en estado puro.


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sábado, octubre 24, 2009

Las Cruzadas (The Crusades)



"Las Cruzadas" fue la siguiente película realizada por Cecil B. DeMille después de su éxito con "Cleopatra". No se comportó mal en taquilla pero no debió de cumplir las expectativas del director, ni las del productor. Al parecer recaudó menos de lo que había costado y por eso en su autobiografía, DeMille la consideró como su único fracaso comercial.


DeMille realizó el acostumbrado espectáculo kitsch mezclando, epica espiritual, lujo oriental, castidad occidental y aventuras al estilo de la novela "El talismán" de Walter Scott. Aquí no vamos a encontrar fidelidad histórica, sino espectáculo. A pesar del título la película está ambientada en el desarrollo de la Tercera Cruzada tras la caída del Reino de Jerusalén. Lógico si consideramos que es la "cruzada anglosajona". En los papeles protagonistas tenemos a Loreta Young interpretando a Berenguela de Navarra, a Henry Wilcoson en el papel de Ricardo Corazón de León, y a Ian Keith en el del sultán Saladino. El guión sigue la pauta del pecador que tras una vida disoluta encuentra el amor de su vida y cuando lo pierde se da cuenta del vacío de su existencia por lo que está obligado a expiar su anterior comportamiento para poder recuperarlo.


Aunque el código Hays sobre las buenas costumbres ya estaba plenamente en vigor, DeMille se las apañó para volver a introducir el elemento erótico en la trama, aunque de forma muy sibilina. La historia de amor entre Berenguela y Ricardo es una especie de quiero y no puedo que empieza con la secuencia de la boda por poderes de Berenguela con la espada del rey. Tras darse cuenta de su error Ricardo intentará realizar una doble labor de conquista: su esposa y Tierra Santa. Pero su orgullo provocará que pierda ambas en manos sarracenas. Finalmente la unión podrá ser consumada tras la conquista por poderes de Jerusalén al depositar Berenguela la espada de Ricardo como ofrenda en la Iglesia del Santo Sepulcro.


Hubo una serie de percances durante el rodaje debido al mal humor del director y a su forma tiránica de dirigir. El más llamativo fue durante una escena del asedio de Acre. DeMille no paraba de gritar con su megáfono a los extras exigiéndoles más realismo y acción. Entonces uno de ellos tensó su arco y le lanzó una flecha que se clavó en su megáfono. DeMille abandonó el set por el resto del día y desde entonces moderó bastante sus exigencias.


Como ya he comentado antes, la cinta recuerda a la novela "El talisman", sobre todo en la cuestión de las intrigas entre los diferentes reyes y nobles que componen la Cruzada y en representar a Saladino como un caballero tan honorable como sus oponentes cristianos. Incluso comparten el mismo malo, que no es otro que Conrado de Montferrat. También se encuentran otros personajes estereotípicos como el eremita santo que arenga a la Cruzada interpretado por Aubrey Smith. Son bastante llamativos los diálogos en los que se hace referencia a la posible concordia entre los musulmanes y los cristianos debido a su religión monoteista - ¿No creemos ambos en un único Dios? -se pregunta Berenguela. Mucho más creíbles que los diálogos impostados sobre semejanzas culturales de la precuela más moderna dirigida por Ridley Scott. Ese carácter solidario debido a la religión también se ve representado en el consejo de reyes cristianos, entre los cuales se encuentra un rey ruso. Eso es bastante llamativo por dos razones. Primero porque los rusos nunca participaron en una cruzada, y en segundo lugar porque los cristianos católicos y los rusos ortodoxos se llevaban a matar por esos años.


Probablemente sea la mejor película de tema medieval producida en la época del blanco y negro. Se nota que se realizó un gran gasto económico en cuanto a decorados y espectacularidad. Destacaría las escenas del asedio de Acre, o la estancia del ejército cruzado en el puerto de Marsella antes de salir hacia Tierra Santa. Mi escena preferida es la conocida como la de las tres eses: Silk, Swords and Saladin. Es aquella en la que Saladino se presenta ante los jefes de la Cruzada. Allí Ricardo le muestra la fuerza de su brazo y su espada rompiendo de un mandoble una barra de hierro. Saladino no se inmuta y tomando un paño de seda lo arroja al aire cortándolo con su alfanje. Dos filosofías guerreras frente a frente.


Probablemente sería mejor recordada si hubiera sido una película coloreada.



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jueves, octubre 15, 2009

Stalin





Al famoso axioma - la historia la escriben los vencedores - habría que añadirle la siguiente coletilla - pero son los vencidos los que protagonizan las mejores películas. Porque eso es exactamente lo que ocurre cuando comparamos entre sí las representaciones cinematográficas dedicadas a los tres mayores dictadores sanguinarios del siglo XX: el tío Adolf, el tío Jose y el tío Mao.

"Stalin" es el único biopic dedicado por entero al infame dictador comunista. Se trata de una producción de la HBO de casi tres horas de duración. Robert Duvall fue el encargado de dar vida a Josef Stalin, y acompañándole encontramos a Julia Ormond en el papel de Nadya Allilulyeva, a Maximillian Schell encarnando a Lenin y a Jeroen Krabbé como Bukharin. Hay otros rostros conocidos de series norteamericanas intepretando a los diversos personajes protagonistas de aquellos terribles años como fueron Trosky, Voroshilov o Beria.

Aunque el telefilm abarca desde la juventud de Stalin hasta su muerte, la mayor parte del mismo está dedicada al período comprendido entre los años 1920 y 1940. Es decir, todo lo que significó su llegada al poder y su posterior mantenimiento en el mismo. La historia está contada tomando como base los recuerdos de Svetlana, la hija de Stalin. Veremos así las intrigas para conseguir su ascenso al poder, el exilio de Troski, la muerte de Nadya, sus relaciones con sus hijos, el asesinato de Kirov y las diversas purgas que provocó para eliminar a todos aquellos que, o bien se le opusieron, o bien le apoyaron alguna vez pero habían dejado de ser útiles. Destacaría una frase que resume bastante bien lo que significó el stalinismo y en que acabaría convirtiéndose. ¿Crees qué no lo se? Stalin lo sabe todo.

Esta miniserie fue galardonada con varios premios, incluido un globo de oro a Robert Duvall por su interpretación. Lo cual me hace pensar que los candidatos de aquel año no debieron de ser muy buenos. El Stalin de Duvall es flojísimo. El principal handicap es que la mitad de la película está dedicada al período en el que Stalin estuvo casado con Nadya, cuando tenía entre 40 y 50 años. Y Duvall tenía 60 años cuando realizó el papel, por lo que se nota mucho el kilo de maquillaje, el peluquín y el falso mostacho que lleva. Su aspecto no desentona tanto cuando representa al Stalin post-IIGM, pero esa parte son tan sólo los 20 minutos finales de la película. En mi opinión el mejor Stalin de la pantalla es el cerdo Napoleón de "Rebelión en la Granja".

Adicionalmente la serie tiene el defecto de intentar abarcar mucho en muy poco tiempo. Hay aspectos sobre los que pasa totalmente de puntillas, cuando no se obvian por completo. Así, brillan por su ausencia cualquier referencia a la Guerra Civil Española, a la Guerra de Invierno, al pacto con Hitler, o a la invasión de Polonia. Y en cuanto a su papel durante la Segunda Guerra Mundial, se reduce a la crisis nerviosa que sufrió durante los primeros días de la operación Barbarroja y su posterior recuperación. El resto de la IIGM son imágenes de un documental con el avance de los tanques soviéticos. De hecho, el mariscal Zhukov ni siquiera sale.

Otra cosa que me gustó bastante poco fue el infantil maniqueísmo que tiene. Es cierto que Stalin era un tirano desalmado y mostraba muy poco cariño hacia sus retoños y que sus secuaces eran en su mayor parte unos pelotilleros ansiosos por medrar, aunque Molotov no era tan estúpido como lo representan. Pero lo que no parece tan creíble es que aquellos que se oponían a Stalin, como Troski, Kirov o Bukharin, fueran tan bondadosos e idealistas como los pintan. Incluso Lenin es representado como una especie de santo varón que sólo buscaba el bien de todos. En mi opinión aquello fue un régimen en el que se dio una competición entre diversos personajes, cada cual más corrompido y rastrero, y el más despiadado fue el que ganó.

En el lado bueno de la serie destacaría su ambientación y que resume bastante bien lo que fue el establecimiento del estalinismo, sobre todo en el aspecto de las purgas. También me gustó la forma de representar a Stalin como una especie de ser paranoico que desconfía de todos y que atemoriza a todos. Y como éste consigue apoyarse en un determinado momento sobre unos personajes apelando a sus ambiciones para luego traicionarles y deshacerse de ellos.


Merece la pena verse por lo que cuenta, no por cómo lo cuenta.


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viernes, octubre 02, 2009

El Gran Dictador (The Great Dictator)



Ray Bradury dijo de tras ver esta película que - La comedia es la mejor forma de atacar un régimen totalitario. Desgraciadamente tanto la historia, como Charles Chaplin, se han encargado de quitarle la razón. Ningún régimen totalitario ha caído a base de carcajadas y el propio Chaplin dijo que si hubiera conocido todos los horrores que causó el nazismo nunca habría sido capaz de hacer esta película. Afortunadamente no los conocía en 1939, porque su película es el mejor alegato que se ha hecho hasta la fecha contra toda forma de totalitarismo.


No está muy claro cuando se le ocurrió la idea a Chaplin de realizar "El Gran Dictador". En 1931 visitó Berlín y allí parece ser que hubo algunos camisas pardas que le insultaron. En 1934, con Hitler ya en el poder, se publicó un panfleto nazi que describía a Chaplin como un asqueroso saltimbanqui judio. Un amigo le envío una copia del panfleto que se supone le inspiró. Fue el director Alexander Korda quien le hizo a notar a Chaplin la gran cantidad de similitudes que tenía con Hitler, y no sólo en su aspecto externo. Ambos habían nacido en el mismo año y en la misma semana de abril. Ambos habían tenido infancias difíciles, ambos habían tratado de abrirse camino en el mundo del arte (uno fracasó) y ambos al final habían conseguido un gran éxito en aquello a lo que se dedicaban. En 1938 parece que Chaplin tuvo una conversación con un escritor rumano sobre la idea de parodiar a los dictadores fascistas. El tal escritor le demandó por plagio en 1947 exigiéndole medio millón de dólares, aunque acabó conformándose con 95.000.


El caso es que a mediados del año 1938 Chaplin comenzó a buscar fondos para la película, pero al parecer no había mucha gente a la que le hiciera gracia producir una parodia sobre el nuevo dictador alemán. Chaplin tuvo que desembolsar 1,5 millones para su realización. Y comenzaron los problemas. El gobierno de Chamberlain le hizo saber que su película sería prohibida en el Reino Unido, pues iba en contra de la política de apaciguamiento. Sin embargo también comenzó a recibir apoyos, incluidos el del propio Roosevelt. La película comenzó a rodarse en septiembre, una semana después de haber estallado la Segunda Guerra Mundial, y su rodaje finalizó seis meses después. Durante el montaje sucedió la caída de Francia, así que Chaplin cambió el final en el que se veía a los soldados de Tomainia que abandonaban un desfile para realizar una danza popular, por el apasionado discurso en el que proclama la democracia y la esperanza.


La película fue estrenada el 15 de octubre de 1940 en los USA y en diciembre llegó a Gran Bretaña. En Francia, como en muchos otros países ocupados, no pudo ser vista hasta el año 1945. Se sabe que Hitler la vio en más de una ocasión en pases privados y según Reinhard Spitzy le gustó, aunque Chaplin dijo que hubiera dado todo lo que poseía por saber su opinión. El propio Albert Speer la definió como el mejor documental sobre el régimen nazi. En España no se estrenó hasta después de la dictadura y en Italia no se pudo ver completa hasta que murió la viuda de Mussolini. Fue la primera película sonora de Chaplin, y su mayor éxito.


En el aspecto cinematográfico podríamos destacar todos los fotogramas de esta cinta. Es impresionante la cantidad de temas que toca: la Primera Guerra Mundial, el antisemitismo, los heridos de guerra, los campos de concentración, las relaciones internacionales, la megalomanía, la demagogia, el populismo, y sobre todo, que uno debe de luchar por la libertad y por sus derechos si los quiere conservar.


Chaplin dijo de Hitler que éste era uno de los más grandes actores que había visto. En mi opinión no iba nada desencaminado. El talento de Hitler se manifestó en su capacidad de manipular a las masas, tal y como hacen algunos actores. Por eso creo que Chaplin consiguió con el famoso discurso final de esta película la interpretación más cercana a la del "Hitler demagogo". Porque tanto Hitler como Chaplin se dirigen al público que les está viendo con el ánimo de convencerles para luchar, aunque el contenido del discurso de uno y del otro son diametralmente opuestos. El primero pide que se luche y muera por el Reich, el segundo por la libertad y la democracia.


Todos tenemos nuestro gag y momento preferido de esta película. Los más conocidos son el discurso de Hinkel en deustchemacarronic, los investos disparatados, el encuentro entre Hinkel y Napaloni, etc. En mi caso, mi gag preferido sigue siendo la danza del globo, pero el momento que más me emociona es una pequeña secuencia que hay justo antes del discurso final. El barbero sube lentamente las escaleras de la tribuna y en el muro se lee en letras grabadas en la piedra la palabra "Libertad".



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La crítica de von Kleist

La crítica de Steiner

"El Gran Dictador" en CineHistoria



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