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viernes, septiembre 18, 2009

El Hundimiento (Der Untergang)



"El Hundimiento" es famosa por dos cosas. La primera, porque de todas las películas dedicadas a los momentos finales del nazismo, es la más fiel a los hechos históricos. El director Oliver Hirschbiegel y el productor Bernd Eichinger se basaron en diversos trabajos para la elaboración del guión, pero sobre todo en el libro homónimo de Joachim Fest y en las memorias de Traudl Junge, una de las secretarias de Hitler. La segunda razón, por la interpretación de Bruno Ganz.


Bruno Ganz realizó un trabajo previo de cuatro meses para meterse en la piel de Hitler. La piedra angular de su interpretación se basó en una grabación de una conversación privada de Hitler con Mannerhein. Era el 4 de junio de 1942 y se celebraba el 75º cumpleaños del finés por lo que Hitler realizó una visita de cortesía. Un técnico de la radio finlandesa llamado Thor Damen, grabó 11 minutos de conversación sin que Hitler se diera cuanta. Según palabras de Ganz, Hitler tenía un característico acento austriaco y una voz suave y atractiva, de un barítono tranquilo. Intenté capturar eso. Sin embargo, otros definen su tono y expresiones como las pertenecientes a alguien de la clase trabajadora y al que le gusta dar monólogos sin esperar ninguna respuesta. Incluso llega a pronunciar incorrectamente el nombre de la capital finlandesa (dice Helsinski en lugar de Helsinki). Lo que más le fascinó a Ganz no era que Hitler fuera apoyado por el pueblo alemán, es que era amado por dicho pueblo. A pesar de sus esfuerzos al final acabó reconociendo que como actor no podía llegar al corazón de Hitler, porque no lo tenía.


Esta no es la primera película alemana que trató el tema del final de Adolf Hitler. Ese honor le corresponde a la película "Der letzle Akt" ("El último acto") dirigida en 1955 por G.W. Pabst ,el director de "Cuatro de infantería". Tan sólo he visto el pequeño corte que hay en Youtube, pero si tenemos en cuenta que fue realizada diez años después de la muerte del dictador y aún así no es famosa, no parece que tenga mucho que ofrecer. Según la crítica, el principal problema es que el Hitler representado era muy poco creíble por el carácter psicopático que le dio el actor Albin Skoda. Adicionalmente, el personaje de Hitler es un secundario, no el personaje central de la trama. Hay una anécdota curiosa sobre esta película. Traudl Junge accedió a ser entrevistada como parte de la labor de documentación previo pago de 1.500 marcos y con la condición de que su persona no apareciera en la película. De hecho, su personaje aparece por primera vez en el cine en la película "Hitler: los últimos diez días".


Volviendo a la película que nos ocupa, lo que la distingue de las demás producciones es que no sólo cuenta lo que sucede en el interior del führerbunker, sino que da una visión mucho más general de lo que debió ser la Batalla de Berlín. Así aparecen personajes cuya relación con Hitler es casi anecdótica, como el doctor Schenk o la del hitlerjugen Peter Granz, pero cuyas historias particulares reflejan las miserias del pueblo alemán en aquellas terribles horas. Los otros dos personajes, además de Hitler, sobre los que gira la película son dos mujeres: Traudl Junge y Magda Goebels. Las entrevistas a una anciana Traudl Junge que se ven al principio y al final son las que sirven al espectador de enlace con aquel período histórico y como una forma de evitar que dicho espectador sienta alguna simpatía por Hitler. Junge confiesa que ella llegó a sentir devoción por Adolf Hitler en su juventud pero que el tiempo le había permitido ver el horror que había significado su gobierno. Magda Goebels representa precisamente lo contrario. Alguien con una capacidad de devoción/autodestrucción tan grande que no duda en inmolar a su descendencia cuando ve que todo se ha perdido. La secuencia en la que asesina a sus hijos es sin duda una de las más turbadoras de la película. El espectador sabe que lo que está viendo ya ha pasado, pero aún así espera que suceda algo que lo evite.


Pero sin duda la película es famosa por la polémica que generó. La interpretación de Ganz fue sobresaliente, equiparable a la de Alec Guinnes, y nos muestra un Hitler que no era el típico loco megalómano chillón de otras producciones. Al igual que el representado por Guinnes, el Hitler de Ganz también muestra un lado humano e íntimo, aunque a diferencia del actor británico, en esta ocasión no hay mezquindad ni maldad encubierta. Se muestra amable con el servicio y atento con sus amigos como los Goebels. Incluso es capaz de perdonar errores sin importancia. Estamos frente a un personaje enfermo y patético, del que probablemente sentiríamos lástima si no supiéramos que es el responsable de tanta destrucción y miseria. Y esto fue precisamente la causa de la polémica. El periódico sensacionalista Bild llegó a preguntarse si ¿Debemos permitir representar al monstruo como un ser humano? temiendo que la película animase a los neo-nazis. El director Wim Wenders incluso llegó a afirmar que se glorificaba a Hitler. Personalmente opino que la polémica tenía algo de artificial. Hitler era un ser humano, y lo que demuestra su historia es lo bajo que pueden llegar algunos miembros de nuestra especie.


De todas formas la película no deja de tener un cierto tono apologético. Además de la declaración de Traud Junge en la línea - Yo no sabía nada, aunque reconozco que eso no es excusa- eso tono también se ve en el tratamiento de algunos de los personajes secundarios como el doctor Schenk. En la película es un médico de las SS que intenta ayudar a los heridos, obviándose cualquier referencia a sus experimentos con prisioneros de guerra. También es bastante curioso el que no se muestre lo que les pasó a las mujeres una vez dejaron el bunker. Traudl Junge por ejemplo fue violada por un grupo de soldados soviéticos y luego fue hecha prisionera e interrogada.

A mí me gusta más la interpretación de Guinnes en "Hitler: los últimos diez días", pero reconozco que en su conjunto, "El Hundimiento" es mejor película.



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