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El blog no está muerto pero como podéis comprobar no puedo dedicarle el tiempo que necesita. Si alguien quiere una breve explicación del parón la encontrará aquí. Iré publicando películas y contestando a los comentarios poco a poco. Gracias por vuestra paciencia, atención e interés.

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viernes, febrero 01, 2008

Casco de Acero (The Steel Helmet)


origen de la imagen


"Casco de acero" está considerada como la primera película ambientada en la Guerra de Corea . Era una producción de bajo presupuesto rodada en el parque Griffith de Los Ángeles. Se contrató a 25 estudiantes de UCLA como extras y el tanque que sale está realizado con madera de balsa. La película se rodó en tan sólo diez días y costó 100.000 dolares. Sin embargo causó tal conmoción que fue un éxito de taquilla (recaudó 6 millones de dólares) y consiguió hacer famoso a su director: Samuel Fuller.

¿Por qué una película que parecía una producción de serie Z se hizo tan famosa? El motivo es que en dicha película se trataban algunos temas que afectaban profundamente a una Norteamérica totalmente sumergida en la Guerra Fría y el MaCartismo.

La trama de la película es de lo más típico que puede uno encontrar en el cine bélico: Comienza con la consabida dedicatoria a la infantería de los USA. Luego vemos un primer plano de un casco con un agujero de bala y el título de la película. Posteriormente vemos que debajo del casco se encuentra el protagonista de la película. El sargento Zack, superviviente de una emboscada, que es ayudado por un niño coreano. Ambos se unen a un pelotón de soldados norteamericanos que deben de establecer un puesto de observación artillera en un templo budista. En dicho templo está escondido un oficial comunista del ejército norcoreano. Aunque éste consigue eliminar a uno de los norteamericanos y sabotear la radio, al final es tomado prisionero. El grupo es descubierto por las fuerzas norcoreanas que preparan una gran ofensiva y son atacados. Como es de esperar, consiguen arreglar la radio, comunicar su situación, resistir el asalto y desbaratar la ofensiva comunista al dirigir el fuego de artillería. Ganan los buenos, The End.

Pero como dice el dicho, es en los detalles donde el diablo se esconde. El sargento Zack (Gene Evans), un duro veterano de la IIGM. Zack es un cínico, desilusionado por las numerosas luchas y carnicerías que ha contemplado a lo largo de su vida militar. En una determinada escena en la que matan a un miembro del pelotón y se proponen ir a buscarlo el sargento les para y dice: "Ahora es sólo un cadáver. A nadie le importa ya". Pero que en el fondo tiene su corazoncito. Y lo descubriremos gracias al niño (Short Round, William Chun) que le rescata y que desde entonces le acompaña. He aquí un recurso muy repetido en el cine de Fuller, usar a los niños para mostrarnos el horror de la guerra.

Zack y el niño se encontrará con un sanitario de raza negra, el cabo Thompson. Y aquí empiezan las sorpresas. El soldado negro también es un veterano de la IIGM pues fue conductor en el "Red Ball Express", sin embargo Zack no esconde un cierto deje racista cuando habla con él. El sanitario conoce perfectamente lo que es el racismo y la segregación pero también es un patriota que lucha por su país. Adicionalmente, éste sanitario también interpreta el papel de "objetor de conciencia".

Seguidamente los tres se encontraran con una patrulla americana. Está formada por el típico teniente novato y un puñado de hombres de lo más diverso y que intentan reflejar el espectro de la sociedad americana como se puede ver en "Arenas sangrientas" o en "Fuego en la nieve". Pero aquí hay algo que las diferencia de sus predecesoras. En ella vemos a un personaje que no se encuentra en anteriores películas bélicas de Hollywood: un sargento de origen japonés llamado Tanaka. Como el sanitario negro, Tanaka también ha sido maltratado por la sociedad a la que pertenece, en su juventud sufrió el internamiento de los de su raza durante la IIGM y mostrará su resentimiento, pero también su patriotismo, hacia los USA.

La parte más polémica de la película se refiere a las escenas en las que el pelotón captura a un oficial norcoreano. Este oficial intentará socavar la moral de dos de los norteamericanos estableciendo una conversación con ellos y recordándoles los agravios que han sufrido. Así cuando habla con Tanaka le recuerda el internamiento en los campos. Y al hablar con Thompson apelará al racismo de la sociedad yanqui para intentar su conversión a la fe comunista. Sin embargo, ambos soldados permanecerán fieles a su nación y a su sociedad, a pesar de los defectos de ésta. Como dice Thompson cuando el oficial norcoreano le recuerda que sólo puede sentarse en la parte trasera del autobús: "Tienes razón. Hace cien años ni siquiera podía montar en un autobús. Por lo menos ahora puedo sentarme en la parte trasera. Puede que en otros cincuenta años pueda sentarme en el medio. E incluso algún día en el frente. Sabes, hay cosas que no puedes apresurar". Afortunadamente las cosas han ido más rápidas.

Por si esto era poco, en un momento determinado Zack dispara al oficial norcoreano prisionero. Era la primera vez que en un pantalla se mostraba a un militar norteamericano matando a sangre fría a un prisionero de guerra desarmado. Que luego veamos a Thompson arrancar su banderín de la cruz roja y comenzar a manejar una ametralladora para repeler el asalto de los norcoreanos ya es pecata minuta.

La película de Fuller no dejó indiferente a nadie. El periódico comunista británico "The Daily Worker" (Hoy llamado "The Morning Star") la calificó como una "fantasía de la derecha". Edward Hoover lanzó al FBI para probar que la película había sido financiada por los comunistas. Sin embargo el Pentágono fue el más furioso. Para refutar el tema de disparar a un prisionero, convocó al director a una entrevista y Fuller, ex-veterano de la IIGM, se defendió alegando que eso había sucedido durante la IIGM. Para ello llamó al General Taylor, el comandante de la 1ª División Norteamericana donde Fuller sirvió (la de "Uno Rojo, división de choque"). Taylor confirmó la historia de Fuller.

Y aunque al final "ganan los buenos", la frase final sobreimpresionada: "There is not end to this story" te demuestra que no es una película de guerra más. Personalmente creo que es un punto de inflexión en la forma hollywoodense de hacer películas de guerra.

Digna de verse por cualquier aficionado al cine e imprescindible para los que gustán del género bélico.

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