
Esta es una de esas películas en la que cualquiera de sus protagonistas estaría avergonzado de su participación. Christopher Lambert interpreta al caudillo galo Vercingetorix. El problema de este actor es que se quedó encasillado en el papel de Duncan McCloud y aquí continúa con los mismos tics. En el papel de Julio Cesar tenemos a Klaus Maria-Brandauer y como tercer miembro del cartel promocional está Max von Sydow haciendo del druida Guttuart (no es una broma, ese es el nombre del personaje). Se ve que ambos pusieron el cazo para cobrar la pasta y dejar que usaran su nombre en la producción, porque actuar lo que se dice actuar, no lo hacen. Finalmente en el imprescindible papel de "la-tía-buena-novia-del-protagonista" tenemos a Inés Sastre.
La premisa de la película es interesante: es un relato de la Guerra de las Galias desde el punto de vista galo centrada alrededor de Vercingetorix, comenzando con la muerte de su padre, su llegada al poder, la unión de las tribus galas, sus tácticas fabianas para derrotar a Julio Cesar, la masacre de Avaricum, su victoria en Gergovia y su derrota en Alesia. Pero las interpretaciones, el guión plaguiando descaradamente a "Braveheart", la ambientación histórica y la cinematografía sólo pueden calificarse como horrorosas y aún me quedo corto. Si uno es un masoquista le aseguro que esta película le causará un gran placer porque a mi me hace daño hasta el recordarla.
Los legionarios romanos que salen parecen sacados de las películas italianas de los años 50. Y si uno esperaba ver el asedio de Alesia mejor que lo olvide o que se vea un documental del History Channel. Con decir que los aliados de los romanos son teutones a caballo con estribos en sus sillas. Ahora, lo que se lleva la palma es la sección de maquillaje y ambientación de los galos. Los que salen en las películas de Asterix son mucho más creíbles que los de este insulto a la inteligencia. Basta ver los cascos con cuernos o los pedazo-pelucas que llevan puestas los protagonistas y que sin duda serían la envidia de Maria Antonieta y sus pastorcillas.