
"Portero de noche" narra la relación sadomasoquista entre una superviviente de un campo de concentración interpretada por Charlotte Rampling, y su antiguo torturador, un oficial de las SS interpretado por Dirk Bogarde (ambos también actuaron juntos en "La caída de los dioses"). La acción se desarrolla 13 años después de acabada la IIGM, y el título hace referencia al oficio que desempeña Dirk Bogarde en un hotel de Venecia, donde ha conseguido esconderse. Pero en el hotel encontramos a otros huéspedes bastante especiales, criminales de guerra escondidos que junto con Bogarde recrean juicios en los cuales diseñan una estrategia para su defensa. Esos falsos juicios son el vehículo para mostrarnos los horrendos crímenes cometidos por ellos. La relación entre la Rampling y Bogarde es cada vez más sórdida hasta que llegamos a preguntarnos quien es el torturado y el torturador.
Recuerdo que en su tiempo fue muy polémica porque parecía justificar o comprender los crímenes de guerra nazis, y como he indicado antes, fue el título más conocido de un subgénero sadomasoquista entre cuyos títulos podemos encontrar a "La caída de los dioses", "Saló o los 120 días de Sodoma", "Salón Kitty" o la saga de "Ilsa, la loba de las SS" que continuó con títulos como "Ilsa, la hiena del harén" e "Ilsa, la tigresa de Siberia". Una peculiaridad de ese subgénero es que casi todas sus películas han sido realizadas por directores italianos. ¿Por qué será?
Cuando al fin pude ver "Portero de noche" fue unos 10 años después de su estreno y me ocurrió lo mismo que cuando vi otros mitos eróticos de la época de los 70 como "Emmanuel" y "El último tango". Me defraudó y aburrió enormemente. La verdad es que la vi como la típica película escabrosa y oportunista que con la excusa de que los nazis eran malos, malísimos, se nos relata una relación sadomasoquista bastante cutrecilla y peor actuada.
En dos palabras: un gatillazo.