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El blog no está muerto pero como podéis comprobar no puedo dedicarle el tiempo que necesita. Si alguien quiere una breve explicación del parón la encontrará aquí. Iré publicando películas y contestando a los comentarios poco a poco. Gracias por vuestra paciencia, atención e interés.

Actualmente hay 269 películas comentadas

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domingo, febrero 28, 2010

La guerrilla


"La guerrilla" es la adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima escrita por Azorín. Al parecer éste la escribió con un marcado caracter pacifista y de denuncia de la situación que estaba atravesando España en esos momentos, advirtiendo los males que podrían causar las guerras. La obra se estrenó en enero de 1936 y como la historia posterior demostró, no le hicieron mucho caso.

En 1971, Rafael Gil se planteó el llevarla al cine ya que se cumplía el centenario del nacimiento del escritor. Gil es quizás el único director español que se especializó en la dirección de películas de carácter histórico. Desgraciadamente la calidad de sus producciones no pasa de la mediocridad y "La guerrilla" no es la excepción. Según un estudio crítico conserva varios de los aspectos de la obra original, pero el director también incluyó elementos de cosecha propia. Así, aunque la trama teatral gira en torno al romance entre un oficial francés y una aldeana española, en el film gran parte del protagonismo cae en el personaje de "El Cabrero" interpretado por Francisco Rabal. También modificó el carácter de otros personajes, como el del secretario del ayuntamiento convirtiéndolo en un cobardica (Jose Nieto), o endureciendo el personaje del alcalde (Fernando Sáncho). Pero uno de los grandes errores de esta película es que el romance descansa en las pésimas interpretaciones de Jacques Destoop y "La Pocha", que era la folclórica de turno. Otro gallo hubiera cantado si el papel se lo hubieran dado a la jovencísima Charo López. Y es que Charo se come por completo a "La Pocha" cada vez que salen ambas en pantalla.

Si las interpretaciones de la pareja protagonista hubieran sido el mayor de los problemas la película aún habría tenido un pase. Pero es que el resto es mucho peor. La ambientación es cutre. La escena del combate entre los guerrilleros y las tropas napoleónicas es deleznable. Los mosquetes y trabucos parecen armas de repetición y la secuencia tiene todos los defectos del spaguetti-western más barato. Y lo de los ingleses en calesa por las tierras de España ya es para llorar a moco tendido de lo mal hecho que está. Pero lo realmente insufrible es la banda sonora. No sólo resulta inapropiada sino que además te hace pensar en que el maltrato de la música clásica debería estar castigado por el código penal.

En comparación, cualquier episodio de "Curro Jimenez" parecería una obra maestra de John Huston al lado de este esperpento.


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domingo, febrero 21, 2010

El abanderado


A inicios de 1943 en España estábamos en el inicio de una larga y dura posguerra pero el curso de la Segunda Guerra Mundial había cambiado definitivamente. Los antiguos amigos ya no lo eran tanto y los ejércitos aliados estaban en África del Norte. En ese momento no estaba muy claro por donde iba a continuar la lucha, pero el escenario de una invasión peninsular no era nada descabellado. Así que el terreno estaba abonado para realizar la primera superproducción bélica sonora dedicada a la más famosa resistencia de los españoles frente a una invasión: la Guerra de la Independencia.


"El abanderado" es una película dirigida por Eusebio Fernández Ardavin con un guión escrito conjuntamente con su hermano Luís y protagonizada por Alfredo Mayo, el galán de la época. Junto a él compartían cartel, Manolo Morán, Isabelita de Pomés, Raúl Cancio y José Nieto. Para su realización, la productora Suevia Films contó con la colaboración del Museo del Ejército, la Orquesta Nacional y con el compositor Joaquín Turina. Los asesores históricos fueron el catedrático Luis de Sosa y el historiador Federico Sainz de Robles. La ambientación histórica es bastante buena si tenemos en cuenta el momento en el que fue realizada la película. Las calles de Madrid están recreadas como si fuera el típico retrato costumbrista y están llenas de "manolas y manolos". También se puso bastante esmero en la recreación de los uniformes y unidades de las tropas españolas, aunque no tanto en el caso de los franceses (los sempiternos granaderos). Es de destacar la secuencia en el que se dona la bandera al regimiento.


La obra está claramente dividida en dos partes. En la primera nos traslada al Madrid de principios de 1808. Alfredo Mayo da vida al teniente Javier Torrealta, compañero de armas de los capitanes Pedro Velarde y Luis Daoiz y del teniente Ruiz. Su carrera parece prometedora pues ha sido nombrado abanderado de su regimiento y está comprometido con Renata, hija de un general francés y de una noble española. Pero las gentes de la Villa y Corte están inquietas por la presencia de los franceses. El director nos muestra dicha inquietud en todos los estratos de aquella sociedad, desde las tabernas hasta los bailes de palacio, pero de forma tragicómica, en un interesante contrapunto. Por ejemplo, el ordenanza de Javier es el cabo Marchena, interpretado por el cómico Manolo Morán. A través de sus bromas y requiebros conoceremos entre otros al chispero Juan Manuel Malasaña y a su hija Manuela. No falta la típica escena de baile y cante español en la taberna por parte de la folclórica de turno tan del gusto de aquellos años. También asistiremos a un baile de palacio en honor a Murat, y allí encontraremos a un despistado Goya haciendo caricaturas sobre la vanidad de los asistentes. Es en ese baile cuando se nos muestra el intento de Murat de atraer a Velarde al bando francés.


La recreación del Levantamiento del Dos de Mayo es bastante buena, sobre todo si la comparamos con la última recreación realizada para la pantalla. Se muestran tanto los combates callejeros como la toma del Palacio de Monteleón. Me gustó la réplica de la famosa entrada en arco de dicho palacio para recrear la terrible lucha. Y también me gustó que la bandera que usan las tropas españolas es la correspondiente a 1808: escudo de armas real sobre fondo blanco. En algún momento parece que el populacho lleva algún trapo rojo y gualda, pero no es una bandera. Lo que si llevan es un retrato de Fernando VII entre navajas de palmo y medio. Hay una cosa que me llamó la atención, y es que cuando se muestra a la multitud enfurecida vemos una serie de primeros planos de la gente que la compone. Ese montaje es característico del director ruso Eisenstein así que hay que reconocerle a Eusebio Fernández el mérito de inspirare en los grandes. Una vez reprimido el Dos de Mayo la guerra se extiende por todo el territorio. En una serie de rápidas secuencias veremos la firma del Bando de los Alcaldes de Móstoles, la victoria de Bailen, a Agustina de Aragón combatiendo durante el asedio de Zaragoza y la defensa de Gerona. Llegamos así a la segunda parte de la película que comienza en el año 1811.


Y aquí es donde el director, su hermano guionista, los historiadores, el Museo del Ejército y la madre que los parió, la pífian completamente. Porque convierten la obra en un folletín infumable. Hasta ese momento la película tiene más virtudes que los defectos esperables en una película realizada en esos años. La segunda parte es un defecto continuo. Voy a contar el argumento para evitar que la gente sufra y sepa porqué debe dejar de ver la película. Tras el inicio de la guerra, Javier rompe su compromiso con Renata y se incorpora a las fuerzas que luchan en el norte comandadas por Espoz y Mina. Históricamente, Francisco Espoz y Mina era el jefe de una partida guerrillera de unos 3.000 hombres que puso en jaque a fuerzas francesas muy superiores comandadas por el general Honore Reille. Fue tal su éxito que se le conoció por "el rey de Navarra". En la película sin embargo vemos a un ejército totalmente uniformado y equipado. Se oculta que la Guerra de Independencia fue una guerra del pueblo contra un invasor y se transforma en una guerra entre tropas regulares. Pero eso no es todo, Renata todavía sigue enamorada de Javier y le busca. Es tomada prisionera por los españoles y como es una francesa el propio Espoz y Mina la condena a ser ejecutada por espía. No sólo eso, el oficial que debe de comandar el pelotón de ejecución será el propio Javier.


Como era de esperar, eso es demasiado para el pobre Javier que no duda en ayudarla a escapar, pero son descubiertos. Tras un sumarísimo consejo de guerra ambos son condenados a morir fusilados y esta vez será el mejor amigo de Javier el que mande al pelotón. Al amanecer todo está dispuesto y justo cuando se dice la orden "¡Apunten!" explota un cañonazo en medio del pelotón. ¡Los franceses al mando del papá de Renata han lanzado un oportuno ataque sorpresa! Evidentemente Javier siente la llamada del deber, coge la bandera, arenga a las tropas y se lanza hacia los franceses, donde le vemos caer. La secuencia de batalla que se representa es bastante chapucera, incluso para la época. Cualquier parecido con una batalla napoleónica es pura coincidencia. Puedo entender la falta de medios, o que los uniformes no sean todo lo correctos que se espera. Pero el que las tropas combatan al estilo melee de película medieval y que se vean mezclados los uniformes de distintas unidades (en un determinado plano se puede ver coraceros, húsares y mamelucos cargando conjuntamente) pues no tiene pase la verdad. Pero aún queda la puntilla. En la última secuencia vemos al ejército de Espoz y Mina formado ante Javier, que no sólo ha sobrevivido a la batalla, sino que encima le han restituido, le rinden honores, le ponen una medalla y descubre que Renata en realidad es española de pura cepa pues su padre biológico también era español, lo que pasa es que era hija adoptiva del general francés.


Como he indicado antes, la película transforma una guerra popular en una guerra entre militares. Es muy llamativo notar que en ningún momento las tropas francesas se portan mal con la población española. No hay "desastres de la guerra". Es cierto que cuando sucede el Levantamiento del Dos de Mayo vemos a la gente derribar y acuchillar franceses. Pero no hay la saña que puede verse en otras películas. Incluso hay tomas graciosillas como la del viejo con el trabuco anotando las bajas. Los franceses son sólo unos invasores extranjeros que no causarán ningún crimen de guerra y que a su vez no sufrirán la ira despiadada de los españoles. En mi opinión es la muestra más clara del cambio de amistades que tuvo que realizar la dictadura en esos años.


Lo dicho, bien en la primera parte, pero la segunda verla bajo la propia responsabilidad.


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domingo, febrero 14, 2010

Popioly (Cenizas)



Conocí la existencia de "Popioly" (Cenizas) cuando estaba preparando el comentario de "Pan Tadeusz", otra obra de Andrzej Wajda, y sinceramente no puedo entender porque no es más conocida. Es cierto que no está a la altura de otras de sus obras, pero tampoco me parece que merezca el estatus de obra olvidada que actualmente tiene.


La película está basada en la novela homónima del escritor polaco Stefan Zeromski. Publicada en 1902, fue censurada por los rusos que en esa época ocupaban Polonia. La novela parece tocar varios temas, un canto a la independencia de Polonia, una crítica hacia la burguesía polaca y una muestra de como las guerras pueden acabar no solo con las personas, sino también corromper los más nobles ideales. Wajda decidió llevarla al cine en lo que sería su primera superproducción épica. Según sus propias palabras, la película fue bastante difícil de realizar. La guerra mundial por un lado y la reforma agraria comunista después, habían destruido el paisaje de los terratenientes polacos por lo que todo tuvo que ser recreado. En ese aspecto, la película es sobresaliente. Según su ficha técnica, está rodada en Polonia y en Bulgaria, por lo que sorprende que la recreación del paisaje español, incluyendo la ciudad de Zaragoza, sea tan buena. Pero no todo son parabienes. Con respecto a los actores, en opinión de Wajda, sólo Daniel Olbrychski fue la excepción dentro de un reparto carente de brillantez. Desde mi punto de vista, una gran parte de ellos sobreactúan a la soviética, es decir, ponen cara hierática de héroe de la revolución mientras se enfrentan a su fatídico destino. Pero eso era algo común en las producciones de la época.


Ahí no se acabaron los problemas de la cinta. Las autoridades comunistas acusaron a Wajda de haber realizado una cinta revisionista de la "gloriosa" historia polaca y de haber pervertido la novela original. Y es que había determinadas secuencias que desmontaban el mito de los galantes soldados polacos. Incluso hay una escena de una violación por parte de unos procritos/libertadores. Eso parece que no gustó mucho al público polaco. Wajda se defendió mostrando que los diálogos estaban calcados de la novela pero le sirvió de poco. A pesar de ello también hubo críticas elogiosas en las que se reconocía su valentía por realizar un film en el que sus compatriotas eran mostrados como unos jóvenes "crueles y necios, pero también fieles".


En la secuencia inicial nos trasladamos al año 1798 en plena Campaña de Italia. Al parecer el origen del himno nacional polaco está en una de las canciones de la llamada Legión Polaca, que luchaba junto a los franceses. Son muchos los nobles polacos que para luchar contra la partición de su país se alistaron en los ejércitos de Napoleón, y entre ellos se encontrará Raphael Olbromski (Daniel Olbrychski). A través de sus diversas vivencias realizaremos un recorrido por los diversos acontecimientos de las Guerras Napoleónicas y de los cambios sociales que provocaron en la sociedad rural polaca como fue la desaparición paulatina de los grandes terratenientes, la aparición de una burguesía urbana, e incluso la influencia de la masonería.


Son varios los acontecimientos bélicos recreados en la película. Inicialmente asistiremos a la rendición francesa de Mantua durante la cual el general francés Foisac-Latour llegó a un acuerdo con los austriacos que significó el abandono del contingente polaco para ser tratados por desertores por el ejército austriaco. Napoleón castigó a Foisac-Latour degradándole y expulsándolo del ejército. Las tropas polacas eran conocidas por su espíritu combativo y lucharon junto a los franceses contra las naciones que ocupaban Polonia, sobre todo durante la Guerra de la Quinta Coalición, pero Napoleón decidió usarlas mayoritariamente en acciones y en territorios distintos a su lugar de origen. Así fueron empleadas durante la represión de la rebelión de Haití o en la Guerra de la Independencia Española. Rafael terminará enfrentándose finalmente a una paradoja. Para conseguir satisfacer sus deseos por la independencia de Polonia se ha pasado varios años luchando en tierras extranjeras sojuzgando y reprimiendo esos mismos deseos de independencia de los habitantes de esas tierras. Se ha convertido en aquello contra lo que luchaba: un invasor cruel y despiadado.


Volviendo al tema de las recreaciones bélicas de esta película. Son realmente destacables y merece la pena verlas por el gran despliegue de extras usados. Otra cosa son los planos cortos de lucha cuerpo a cuerpo, que se notan demasiado chapuceros. En lo que respecta a la Guerra de la Quinta coalición, veremos una recreación de la Batalla de Raszyn, en la cual el ejército polaco consiguió detener a un ejército austriaco el doble de grande. En la cinta se nos muestra el momento en el cual los austriacos consiguieron romper el centro de la línea polaca y como estos consiguen estabilizar la situación. Los polacos se vieron obligados a evacuar el campo de batalla, pero los austriacos sufrieron un gran número de bajas. Tres meses después, en junio, los austriacos derrotan al ejército polaco que defendía Sandomierz y es allí donde nos traslada Wajda (un inciso para los frikis de la IIGM, es en esa localidad donde los rusos capturaron un Königstiger). Sin embargo el destino de Austria fue sellado tras su derrota en Wagram.


Pero son las secuencias de episodios de la Guerra de Independencia los más espectaculares. No sólo los figurantes que hacen de españoles hablan español (aunque con acento), es que las construcciones y paisajes parecen españoles. Wajda debió de inspirarse en "La carga de la Brigada Ligera" para recrear la carga de la caballería ligera polaca contra los cañones españoles en Somosierra. De manera correcta, esta vez los jinetes llevan sables en lugar de lanzas y son casi masacrados. Sin embargo comete dos gruesos errores. No se ve un sólo soldado español, todos los españoles son guerrilleros, y la carga se realiza en terreno llano en lugar de cuesta arriba. Pero donde realmente destaca el director polaco es en las escenas del asalto y saqueo durante el Asedio de Zaragoza. No le duelen prendas a Wadja en mostrar con todo detalle las atrocidades cometidas por los soldados polacos, como los fusilamientos de civiles o las violaciones de monjas, ante la indiferencia de sus oficiales. En una determinada secuencia podemos ver a un grupo de soldados polacos realizando una profanación en un altar mientras simultáneamente otro de ellos está rezando a una imagen de la Virgen.


Cuando Raphael vuelve a su Polonia natal está completamente desencantado de sus sueños de gloria, sin embargo volverán a llamarle esta vez para la campaña de Rusia. En un plano bastante similar al que aparece en "Pan Tadeusz" contemplaremos a todo el poderío de los ejércitos napoleónicos marchando hacia Rusia, y tras una elipsis, acabaremos en una secuencia final en la que un Napoleón acomodado en un trineo y escoltado por sus fieles polacos atraviesa a toda prisa la estepa rusa colmada con los restos congelados de su Grande Armée.


Imprescindible para todo aquél que le guste la época napoleónica.



Videos relacionados.

A partir de cualquiera de ellos pueden seguirse los 23 enlaces para ver la película completa, en polaco

viernes, febrero 05, 2010

Los desastres de la guerra



No creo equivocarme si digo que "Los desastres de la guerra" es la mejor adaptación que existe sobre la Guerra de la Independencia. Realizada en el año 1983 por el director Mario Camus, esta coproducción hispano-francesa contó con un presupuesto de 300 millones de pesetas. De nuevo estuvieron muy bien gastados, tanto en vestuario y ambientación, como en el rodaje de escenarios naturales. Muchas de las tomas están hechas en los palacios de La Granja, Riofrío o el Palacio Real. Como guionistas participaron Rafael Azcona, Eduardo Chamorro y Jorge Semprún.


Tomando como base la serie homónima de 82 grabados realizados por el pintor Francisco de Goya, la trama gira en torno a una tétrada de personajes: El Empecinado, el general Leopoldo Hugo, Goya y el rey Jose I. Los dos primeros encarnan el antagonismo de dicha guerra, mientras que los dos últimos serán el contrapunto reflexivo a tanto salvajismo. Alrededor de ellos tendremos a otros personajes históricos como Napoleón, Fernando VII, Murat, Palafox, Wellington, ... En total intervinieron unos 160 actores en distintos papeles. Camus pensó con acierto en Sancho Gracia para que diera vida a Juan Martín El Empecinado. Su fama merecida por "Curro Jiménez" le convenció de que era un valor seguro para asegurar el éxito. Para el papel de Goya contó con Francisco Rabal que en esos momentos estaba volviendo a resurgir como actor de talento. Sin embargo la contrapartida francesa no era de la misma calidad. Los actores de segunda fila Bernard Fresson y Phillipe Rouleau interpretaron al general Leopoldo Hugo y al rey Jose I respectivamente. Sin embargo si me gustaría hacer mención de los actores Pierre Santini que interpreta a Napoleón y de Francisco Cecilio en su papel del Rey Felón. Aunque sean papeles secundarios, no lo hacen nada mal.


Como es de esperar, son varias las secuencias que recrearán algunos de los aguafuertes más famosos realizados por Goya, como por ejemplo las matanzas y represalias francesas, el hambre y la desesperación de los civiles, y por supuesto el descuartizamiento de los franceses capturados por las guerrillas españolas. Hay otras obras menores recreadas como por ejemplo la fabricación de pólvora por la guerrilla.


Salvo por algunas excepciones, Camus evitó representar grandes batallas y de esa forma evitó que el presupuesto se disparara. La mayor parte de las acciones bélicas son emboscadas de los guerrilleros o algunas escaramuzas con los franceses. Los grandes enfrentamientos como Bailén, Medina del Rioseco o Los Arapiles son nombrados para poner en situación a los personajes. En el caso de la Batalla de Vitoria lo que vemos es el paisaje después de la batalla. Las escenas de masas quedan reducidas a las columnas de tropas francesas marchando, el Levantamiento del Dos de Mayo incluyendo La carga de los mamelucos y el asalto al parque de artillería de Monteleón. La única gran batalla que se ve en toda la serie es la Batalla de Somosierra y Camus demostró una gran maestría en su recreación. Los planos generales se rodaron en el mismo lugar y en pleno invierno, por lo que la nieve y la niebla son reales. Y en eso consistió en truco. Aprovechar la niebla para dar sensación de que había más gente de la que realmente vemos en la pantalla. La secuencia de la carga polaca y la desbandada del ejército español dura tan sólo 1 minuto, pero es un ejemplo magistral de como rodar con pocos recursos y sin efectos digitales, tan sólo trucaje artesanal.


La serie también tiene sus "peros" debidos en parte a pagar el peaje de ser una coproducción (los franceses pusieron 148 millones). Aunque es cierto que Wellington y sus muchachos no fueron precisamente un modelo de como debe de comportarse un "ejército libertador", se llega a insinuar que éste intentó traicionar a El Empecinado. Otra cosa curiosa es que no vemos ni una sola violación. Pero a mí lo que más me chirría es la insistencia en hacer ver que los afrancesados y los franceses sólo buscaban el bien y la modernidad de España y para ello no se duda en afirmar en varias ocasiones que la Carta de Bayona fue la primera constitución española y que la Constitución de Cádiz era una simple copia de la primera. Sólo hay que leer el primer artículo de cada una de ellas para darse cuenta de tal falacia.


A pesar de todo, es una de esas obras que deberían de considerarse como material didáctico obligatorio en los institutos, sobre todo la media hora final dedicada al "¡Vivan las caénas!".


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