
También vi "El Yang-Tse en llamas" cuando era pequeño. Concretamente en el programa "Sábado cine". La tengo en la memoria porque fue una de las primeras que vi en la tele en color que había comprado mi padre y también porque es una de las primeras veces que me fuí a la cama más allá de la medianoche. La película dura 3 horas y la echaban con anuncios. Mi madre se fue a dormir hacia la mitad. Mi padre se quedó conmigo viendo las peripecias de Steve McQueen en la destartalada cañonera "USS San Pablo" mientras patrulla el río Yang-Tse en la turbulenta China de 1926.
Aviso, voy a contar detalles de la película. Si no la has visto mejor deja de leer.
¡MacQueen recibió un disparo! Se apoyó sobre una columna, se sentó, dijo: Yo estaba en casa, ¿Que ha pasado? ¿Que demonios ha pasado? y ¡¡¡se murió!!!
No podía creérmelo. El protagonista había muerto en el último momento. Y además era Steve MacQueen. No era posible. Yo había visto en otras películas que los “malos alemanes” le capturaban y le encerraban, pero no moría. No podía ser. Le pregunté a mi padre, que como era eso posible. El protagonista no podía morir así. John Wayne moría en “El Alamo” pero de forma heroica y se llevaba por delante un montón de mejicanos. Aquí era un puñado de chinos matando a MacQueen y se moría sentado diciendo una frase sin sentido. Me había tragado tres horas de película para al final ver morir a MacQueen. No tenía sentido.
Con el tiempo la volví a ver. Como es lógico entendí el porqué tenía ese final. No me gustaba, pero era lógico. MacQueen en un momento dado deja de ser el cínico individualista y se convierte en alguien que se preocupa por su chica y que se dispone a sacrificar su vida por ella. Toma dicha decisión y apechuga con ella. No muere por el deber cumplido, como le ocurre a Richard Crenna, o porque está en el momento malo y en el sitio equivocado como le ocurre al amigo chino (su muerte recuerda mucho a un determinado momento de “El último mohicano”). En mi opinión el problema de esta película es que es un dramón demasiado largo. Hacia el final sobre todo su ritmo decae bastante. Pero aún así es recomendable verla si no se ha tenido la oportunidad.
El contexto histórico de la película es la época en que China se encontraba en medio de terribles luchas intestinas a causa de la imparable caída de la dinastía Qing. Tras la nueva derrota de la revuelta Boxer, el movimiento nacionalista no desapareció, sino que se hizo más fuerte y con un carácter más modernizador. Sin embargo dicho impulso se marchitó entre las luchas de los señores de la guerra. Tras la Primera Guerra Mundial los pensamientos comunistas encontraron terreno fértil entre las masas chinas. Una nueva guerra civil comenzó. Muchas potencias extranjeras intentaron proteger a sus ciudadanos, entre ellos los USA recurriendo a la Diplomacia de las Cañoneras. Pero el problema se hacía cada vez más grave. Los japoneses estaban en plena expansión. El acontecimiento histórico en el que parece estar basado la novela es el llamado incidente de Panay, aunque este sucedió entre japoneses y norteamericanos.
El director es Robert Wise, uno de los más polifacéticos directores de Hollywood. Es el mismo de “West Side Story”, pero también de “La amenaza de Andrómeda”, “Helena de Troya” o “Ultimátum a la Tierra”. La producción fue filmada en Hong-Kong y Taiwan. La banda sonora es de Jerry Goldsmith y ciertamente realizó un buen trabajo. La historia es la adaptación de una novela homónima. El título en inglés es un juego de palabras con el nombre del barco. En inglés “San Pablo” se pronuncia de manera muy parecida a “Sand Pebbles” (guijarro de arena). Muchos encontrarán bastantes semejanzas entre lo que se cuenta aquí y la guerra de Vietnam. De hecho hay un paralelismo evidente entre esta película y “Apocalypse Now”. Pero resulta que esta película fue estrenada en 1966 y el libro es de 1962. Dicho conflicto aún estaba lejos.
Notable clásico, aunque algo largo.