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jueves, octubre 25, 2007

El patriota (The Patriot)




No me gusta "El patriota" porque es una película con una buena idea detrás que es completamente desperdiciada debido a las ganas del director de hacer fuegos artificiales. Si hubiese que resumir este bodrio en una frase sería: Rambo gana la Guerra de la Revolución Americana. Y lo más triste es que hay un montón de historia tras esta película.

Parece que el alemán R. Emmerich está obsesionado con el concepto “Independencia”, así que después de su pésima "Independence day", se le ocurrió realizar junto con el australiano Mel Gibson una especie de “Braveheart” del siglo XVIII. Lo malo es que alguien se olvidó de decirle que los británicos no son alienígenas sanguinarios vestidos de rojo. La película es una ristra de topicazos yanquis y antibritánicos de lo más cutre llena de efectos especiales digitales.

Inicialmente la película promete. Mel Gibson interpreta a un terrateniente viudo que cuida de sus 7 hijos en la colonia británica de Carolina del Sur. Este personaje está basado en la vida de Francis Marion, un líder guerrillero de la Revolución Americana conocido como el "Zorro de los Pantanos". El año es 1780 y la Revolución Americana lleva ya 3 largos años de lucha, pero parece que en esa zona la guerra ha pasado de largo. Sin embargo esta situación no es duradera y se requiere a los notables para que se pronuncien sobre si involucrarse o no en la misma. Como Gibson es un veterano de la Guerra contra Franceses e Indios, es reacio a la lucha pues sabe perfectamente lo destructiva y cruel que puede ser una guerra.

En el atardecer del 16 de agosto de 1780, desde el porche de su casa observa junto a su hijo, el desarrollo de la Batalla de Camden. En dicha batalla el general Cornwallis al mando de unos 2.200 hombres (1.600 regulares y unos 600 de la milicia probritánica) atacó al Ejército Continental de 3.000 hombres (1.400 regulares y 1.600 milicianos) al mando del general Gates, famoso por ser el vencedor de la batalla de Saratoga. En la película vemos que tanto los continentales como la milicia comienzan a retirarse en cuanto los británicos lanzan su ataque. Es de destacar el efecto especial de las balas de cañón. La velocidad de dichos proyectiles era tan lenta que efectivamente era posible verlas en su trayectoria. Y el daño que solían hacer era el de aniquilar a los hombres mediante un impacto, pues muchas veces no eran proyectiles explosivos, tan solo piezas macizas de metal, devastadoras contra formaciones cerradas de hombres. En la batalla histórica lo que ocurrió es que la Milicia Continental huyó al principio de la batalla con el propio General Gates siguiéndola. En el campo quedaron los regulares al mando del general alemán de Kalb. Éste recibió hasta once heridas antes de caer. En ese momento las líneas de los regulares se derrumbaron. Tras esa desastrosa derrota y por la cobardía mostrada, Washington ordenó que Gates fuera sustituido por Nathane Greene (un pequeño inciso, ambos salen en la película “George Washington, la leyenda”, Gates es el chulito con peluca al que Washington le quita el mando del ejército).

Volviendo a la cinta, tras la derrota del Ejército Continental, algunos heridos piden refugio en su casa. Entonces llegan los ingleses que son unos malos, malísimos comandados por la reencarnación del diablo en forma del coronel Tavington (basado en el coronel Banastre Tarleton). Éste no sólo ordena matar a los prisioneros heridos, sino que también asesina a un hijo pequeño del Mel.

A partir de ese momento la película comienza a desbarrar. Mel se nos pone en plan Iñigo Montoya y extermina el sólito a una columna inglesa en una secuencia que es una copia descarada de la emboscada en "El último mohicano" (me pregunto cómo no les demandaron por plagio). Luego se pone a liderar una banda de guerrilleros y a hacer emboscadas a diestro y siniestro acabando con todo british que pilla. Hay una escena divertidísima por lo mal hecha, en que se ve a los ingleses en un camino que son acribillados por dos filas enfrentadas de guerrilleros que surgen de ambos lados del camino. Cinematográficamente puede quedar muy bien, pero si esa escena hubiera sido real, ambas líneas se habrían acribillado mutuamente (algo similar a lo que se explica en la película "Comando en el Mar de China" o en "Ronin").

Evidentemente, ante las incursiones de Gibson los ingleses toman represalias ¡como no! contra la población civil en un estilo que parecen auténticos Einsatzgruppen de las SS en el frente ruso. De hecho la escena de la quema de la iglesia es otro plagio de la película "Masacre, ven y mira". Una cosa interesante es que se nos muestra que en las filas realistas no sólo había británicos. También había norteamericanos que lucharon por el mantenimiento de la corona británica en las colonias. Pero claro, en la película son unos vendidos.

Aunque lo de la película es una exageración, hay que decir que Banastre Tarleton tiene merecida fama de “carnicero” en los USA. Tarleton creo una Legión Británica compuesta de unidades caballería e infantería ligera. Era muy efectiva y tomó parte en la caída de Chaleston. La mala fama le viene porque en una ocasión unos 150 jinetes bajo su mando interceptaron a una fuerza de 350 Continentales en el cruce de Washaw (Carolina del Sur). Tarleton les conminó a rendirse, pero el comandante norteamericano rehusó. Tarlenton entonces lanzó su caballería a la carga destruyendo la formación enemiga. Muchos intentaron huir o rendirse, pero los jinetes los persiguieron y masacraron a muchos. Al final había 130 muertos y 150 heridos diversos. Hay controversia sobre si Tarleton ordeno no dar cuartel o no, pero el termino “Tratamiento Tarleton” quedó como sinónimo de no coger prisioneros.

Como a todo cerdo le llega su San Valentín, al final tendremos el predecible enfrentamiento entre Gibson y Tavignton con la aun más predecible muerte del inglés. La "épica lucha" tendrá lugar durante una batalla que es una mezcla de dos batallas históricas consecutivas: la batalla de Cowpens y la batalla de Guilford Courthouse.

En la Batalla de Cowpens, una fuerza de unos 1.000 hombres al mando de Tarlenton se enfrentó a una fuerza equivalente al mando de Daniel Morgan. Este último le tendió una trampa a Tarlenton. Sabía que a éste le encantaba atacar frontalmente a la milicia, pues eran tropas de ínfima calidad. Así que dispuso en primer lugar tropas ligeras con orden de disparar a los oficiales, luego las milicias en una colina con sus flancos al descubierto y detrás en otra colina sus tropas regulares y su caballería. Morgan alecciono a la milicia con la orden de que al menos realizaran dos disparos antes de comenzar a retroceder.

Lo de los "dos disparos" hay que explicarlo un poquito porque aunque sale en la película, la forma en que lo hace es completamente ridícula. Parece como un juego de tablero en la que los contendientes disparan por turnos. Sólo faltaba una voz diciendo "¡chincha rabiña!, ¡habéis fallado!, ¡ahora nos toca a nosotros!". Aunque un mosquete de aquella época tenía un alcance efectivo de menos de 100 metros, en las batallas debido a los nervios y al humo se disparaba a blancos a 50 metros o menos. Además cargar un mosquete no era fácil. Un soldado regular inglés entrenado podía hacer tres disparos en un minuto. Pero la milicia probablemente tendría una cadencia de un disparo por minuto. Eso significa que si la milicia realizaba dos disparos, los ingleses habrían hecho seis disparos. Nada de "ahora me toca a mi, después a ti".

En Cowpens, Tarlenton se metió en la trampa completamente. Lanzó un ataque y cuando observó que la milicia se retiraba lanzó un ataque en toda regla con todas sus fuerzas. Cuando se encontró de frente a la línea del Ejército Continental, la caballería norteamericana le flanqueó y rodeó. Su fuerza fue aniquilada y Tarlenton pudo escapar de chiripa.

Tres meses más tarde, en marzo de 1781, el ejército británico de 2.000 hombres al mando de Cornwallis se vio obligado a combatir al ejército norteamericano de 4.000 hombres comandado por Nathaniel Greene. Cornwallis decidió dar batalla para destruir al ejército norteamericano antes de que se viera reforzado con otros 3.000 hombres de la milicia de Virginia al mando de Richard Butler. El lugar donde estaba acampado el ejército continental era Guilford Court House. Greene dispuso sus fuerzas defensivamente en profundidad, formando tres líneas. De forma similar a Cowpens, las dos primeras eran milicia y la tercera línea estaba formada por los regulares. Greene dispuso unidades de infantería ligera detrás de la milicia con órdenes de que se disparase a todo aquel miliciano que abandonase su puesto antes de tiempo.

Cornwallis realizó un ataque lento y metódico desbordando la primera y segunda línea, aunque con bastantes bajas. La tercera línea aguantó e incluso llegó a realizar un contraataque que fue desbaratado cuando Corwallis ordenó disparar sus cañones con metralla al bulto, eliminando tanto británicos como norteamericanos. Luego lanzó un ataque con los dragones de Tarlenton. Greene se vio obligado a retirarse tras perder a unos 250 hombres y abandonando los cañones (luego se vio que hubo hasta 100 deserciones incluida la totalidad de la milicia de Carolina del Norte). Pero el ejército de Cornwallis había perdido 5.00 hombres y en ese estado no pudo perseguir a Greene. Fue una victoria pírrica. Con sus efectivos tan mermados, Cornwallis no tuvo más remedio que retirarse a Yorktown.

El asedio de Yorktown es la última acción que vemos en la película. Y lo original es que vemos el bombardeo de la flota francesa sobre las posiciones británicas. Lo único malo de la secuencia es que se supone que es 1781 y en el buque francés el capitán ¡¡¡lleva la escarapela tricolor!!! Si bien es cierto que la Revolución Francesa estaba a la vuelta de la esquina, aun faltaban unos cuantos añitos para la misma.

Por cierto, Tarlenton sobrevivió a la guerra.

Completísimo comentario en "Cine-Historia"


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