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El blog no está muerto pero como podéis comprobar no puedo dedicarle el tiempo que necesita. Si alguien quiere una breve explicación del parón la encontrará aquí. Iré publicando películas y contestando a los comentarios poco a poco. Gracias por vuestra paciencia, atención e interés.

Actualmente hay 269 películas comentadas

En los siguientes links puedes encontrar todas las películas comentadas, bien ordenadas alfabéticamente o bien clasificadas por períodos históricos.

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domingo, diciembre 21, 2008

Ike: Desembarco en Normandía ( Ike: Countdown to D-day)



Lo bueno que tienen algunos telefilmes es que no buscan hacer una gran taquilla. Tan sólo hacer con pocos medios, un producto decente y que entretenga al espectador medio cuando son programados en la caja tonta. A veces lo consiguen e incluso aprueban con nota. Es el caso de "Ike: Desembarco en Normandía".


Reconozco que tengo bastante simpatía por el personaje de Eisenhower. Como ya comenté en el post anterior, la serie de TV dedicada a dicho general me dejó una pequeña huella. No había mucha acción bélica y si mucha discusión entre personajes históricos. No entendí muy bien el porque un general hacía más de político que de militar. MacArthur le había definido como el mejor oficinista que había tenido bajo sus órdenes. Según iba leyendo y aprendiendo sobre el tema de la IIGM más curioso y paradójico me resultaba Eisenhower. Era el comandante supremo, pero al mismo tiempo casi no había tenido experiencia de combate y era el más joven que la mayoría de todos los generales famosos del bando aliado. Bradley era más joven, pero había conseguido llegar a general antes que Ike. Con el tiempo comprendí la arriesgada decisión que tomó Marshall, apoyado por Roosevelt, de dar a Eisenhower el mando supremo de la fuerza expedicionaria aliada. Habían seguido la máxima de Clemencau que dice que la guerra es un asunto muy serio para dejárselo a los militares y comprendieron que dicho cargo requería más a un diplomático que a un militar. Las capacidades administrativas, organizativas y políticas desplegadas por Ike durante el conflicto demostraron que no se equivocaron.


La producción nos muestra dichos aspectos centrándose en los 90 días que transcurrieron desde el nombramiento de Ike como comandante supremo hasta la culminación de la operación más importante de su carrera: el desembarco de Normandía. Ike es interpretado por un correcto Tom Selleck. Otras caras conocidas son Timothy Bottoms interpretando a Bedell Smith y James Remar en el papel del general Bradley. El resto de personajes históricos son interpretados en su mayor parte por actores neozelandeses, muchos de ellos con participación en la trilogía de "El señor de los anillos". El motivo es simple, la película está filmada en Nueva Zelanda.


El tempo de la cinta es casi el de un documental dramatizado, al que solo le falta la voz en off del narrador. En las dos horas que duran se resumen diversos aspectos que tuvieron que solventar durante la Operación Overlord como es el hecho de elegir el mejor día para el desembarco, el número de lanchas disponibles, si la arena de las playas podría aguantar a los tanques, etc. También nos muestra algunos de sus contratiempos como la devastación causada por el ataque de torpederas alemanas que sorprendieron a un grupo de desembarco en plenas maniobras, o la famosa indiscrección del General Henry Miller. Pero el meollo de la película son las diferentes conversaciones que tiene Ike con las otras vedettes del show: Churchill, Monty, Patton y DeGaulle. Debe de reconocerse que Ike supo tener mucha mano izquierda para lidiar con dichos personajes. Una secuencia que destacaría es aquella en la que deben de explicar el plan al rey de Inglaterra y Ike, tras una breve introducción, cede el protagonismo a Monty.


Personalmente, lo que más me gustó es que muestran que Ike no buscaba los focos y las portadas de periódicos (al menos no los buscaba tan desesperadamente como el resto de los mandos aliados) y que estaba dispuesto a aceptar la responsabilidad del fracaso si este se hubiera producido. No me molestó mucho que fuera tan pro-americana. Es lo esperable en una producción para la televisión yanqui. No me gustó en cambio que la única mención del asunto Kay Sommersby es una fugaz aparición en su papel de chofer y que lo único que se mostrase del "lado humano" de Ike fuera su famosa visita a un grupo de paracaidistas de la 101.


La película también tiene unos cuantos gazapos. Uno afecta a la escena arriba indicada. Se dice que es el 6 de junio cuando ocurrió el 5 de junio. Pero el que más llama la atención es precisamente la cuenta atrás. Como cualquier aficionado a la IIGM sabe, inicialmente se pensaba desembarcar el 5 de junio pero se tuvo que aplazar 24 horas por causa del mal tiempo. Sin embargo la cuenta atrás permanece como si el 6 fuera el día elegido con antelación. Otro gazapo es que en un determinado momento están viendo la película de Laurence Olivier sobre Enrique V cuando dicha película fue estrenada 11 días después del desembarco.


Resumiendo, un telefilm por encima de la media y que hará disfrutar a cualquier aficionado a la historia de la IIGM.


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martes, diciembre 16, 2008

Ike



Me hubiera gustado que este comentario fuera más completo, pero al final he tenido que desistir. Vi la serie de televisión "Ike" en mi adolescencia, y ya anidaba en mi el gusanillo de la historia bélica y de mi amor por el cine. Recuerdo que esta serie llegó a las pantallas de la Televisión Española, después de la emisión de otras series míticas como "Yo, Claudio" o "Raíces". No alcanzó tanta fama como sus predecesoras, pero a mi me pareció una gran serie.


Para mí supuso el descubrimiento del actor Robert Duvall. Y digo descubrimiento, porque hasta entonces no era consciente de su existencia. Me explico, Robert Duvall ya había interpretado al psicópata religioso de "MASH", a Tom Hagen en "El Padrino", y al coronel Kilgore en "Apocalypse Now", pero esas películas eran para mayores de 18 años y yo no tenía la edad para poder entrar en el cine, ni siquiera acompañado por mi padre. Si había visto por esas fechas "Ha llegado el águila", pero en esa película Duvall hace un personaje secundario. De hecho creo que "Ike" es su primer papel como protagonista principal.


No he podido volver a verla, por lo que solo tengo vagas memorias de lo que trataba la serie. El recuerdo más indeleble que tengo es que me gustó la banda sonora, porque todavía soy capaz de tatarearla. En unos 5 episodios se nos mostraba la vida del general Eisenhower durante la Segunda Guerra Mundial, su elección como Comandante en Jefe de las fuerzas aliadas, sus relaciones con los diferentes mandos, las decisiones políticas y militares que tuvo que tomar. Recuerdo algunas escenas en las que se enfrentaba a Monty y a Churchill, sobre todo en lo tocante a la negativa de la diversión de recursos hacia el frente italiano. Pero la serie fundamentalmente giraba en torno al aspecto más mundano del general Eisenhower, y era su relación afectiva con Kay Summersby, su asistente británica. En sus memorias, ella afirma que el affair casi se llega a consumar en un par de ocasiones, pero que Ike tuvo un par de "gatillazos". En la serie de TV se insinúa que se quedan a solas y poco más. Según Truman, Ike le pidió permiso para divorciarse de su mujer y casarse con Kay, pero muchos historiadores piensan que la historia es una invención de Truman, pues Ike le caía bastante mal.


El caso es que a mi la serie me gustó y me hizo comprender el tipo de decisiones que debió de tomar Ike. Hay que tener en cuenta que por esa época yo consideraba como una buena película de guerra aquella en la que hubiera un montón de tiros. Y esta no tenía ni uno. Las escenas de combate que se veían provenían de documentales y noticiarios. Ike no se vio involucrado en ningún momento en un combate. Su labor la realizó desde los despachos. Y sin embargo de él dependió el destino de Europa en aquellos años.


Bueno, quizás algún día pueda volverla a ver.




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jueves, diciembre 11, 2008

MacArhtur, el general rebelde (MacArthur)



Si a los aficionados a la historia de la Segunda Guerra Mundial les preguntaran cual es el personaje más polémico de dicho conflicto, probablemente muchos de ellos dirían que el general norteamericano Douglas MacArthur.

En 1977 la Universal estrenó la película "MacArthur" intentando emular el éxito que había tenido la Metro con la el biopic de "Patton", la otra primadonna yanqui de la IIGM. Para asegurar el éxito pusieron en el papel principal puso a una gran estrella de renombre como Gregory Peck. Además contrataron a Jerry Goldsmith, el mismo compositor que compuso el famoso tema de "Patton". Pero desgraciadamente el proyecto no contaba ni con un director de altura, ni con un buen reparto, ni con un buen guión.

Después de un discurso inicial frente a los cadetes de West Point al estilo del comienzo de "Patton", la historia va hacia atrás en el tiempo y se sitúa en medio de la invasión japonesa de Filipinas, después de que Manila hubiera sido declarada ciudad abierta y los ejércitos filipino y norteamericano se retirasen hacia la península de Bataan y la isla de Corregidor. Con ello se obvia tanto su vida posterior como el porqué MacArthur estaba allí como comandante en jefe. Lo cierto es que MacArthur tuvo una vida bastante interesante antes de dicho evento. Era hijo de un héroe de la Guerra Civil Americana, nació en un puesto militar en plena guerra contra los indios, fue el primero de su promoción en West Point, visitó Japón durante la Guerra Ruso-Japonesa, participó en la expedición a Veracruz, durante la IGM llegó a general de brigada, tras la guerra dirigió West Point y finalmente llegó a jefe de estado mayor del Ejército USA. En 1937 y con 57 años de edad aceptó un semi-retiro y el ofrecimiento del nuevo gobierno filipino para formar el ejército de dicho país, que acababa de alcanzar la independencia. Se le dio el cargo de Mariscal de Campo por lo que encargó la famosa y llamativa gorra de plato llena de entorchados. En 1941, Roosevelt lo llamó nuevamente al servicio activo como general de los Estados Unidos con el cargo de Comandante en Jefe de las fuerzas estadounidenses en el Lejano Oriente.

Cuando estalló la guerra, no sólo Pearl Harbor fue tomada por sorpresa. MacArthur tuvo 8 horas para prepararse ante los ataques japoneses, pero ni él ni sus subordinados tomaron acciones preventivas de ningún tipo. Las fuerzas aéreas estadounidenses fueron destruidas en el suelo, y los desembarcos japoneses iniciales se realizaron sin casi oposición. MacArthur entonces cometió un error. En lugar de tomar fuertes posiciones defensivas con su mal entrenado y peor equipado ejército decidió plantar cara a los japoneses confiando en que los Estados Unidos mandarían refuerzos lo más rápidamente posible. Pero tras Pearl Harbor eso era prácticamente imposible. Cuando los japoneses lanzaron su ataque principal el 23 de diciembre las sucesivas líneas defensivas fueron cayendo una detrás de otra. Al día siguiente MacArthur ordenó la retirada de su ejército hacia la península fortificada de Bataan, confiando en resistir hasta que la ayuda llegara. Es en ese preciso momento donde nos sitúa inicialmente la película.

A partir de ahí más o menos se nos muestra los diferentes momentos cruciales en la carrera de MacArthur siguiendo una trama parecida a la de "Patton": héroe caído en desgracia, héroe que vuelve a levantarse, héroe que vuelve a caer en desgracia. Así veremos su evacuación de las Filipinas, las dificultades de la campaña de Nueva Guinea, la idea de la Operación Rueda de Carro, la decisión de reconquistar las Filipinas frente a la opción de tomar Formosa (la actual Taiwan), el cumplimiento del "I shall return", la rendición y posterior ocupación del Japón, la guerra de Corea y su enfrentamiento con Truman que acabará en su relevo del mando.

En el lado positivo de la película anotaría que nos muestra el "vedettismo" de MacArthur en sus diferentes facetas, como es el funcionamiento de su oficina personal de propaganda preparando documentales, la preparación de la escenografía de la famosa secuencia del desembarco en las Filipinas, sus discursos grandilocuentes o su afán de tener a su alrededor a unos cuantos aduladores. También se nos muestra algo del lado oscuro del famoso general como la rabieta que coge con el general Wainwright cuando este rinde Corregidor, o cuando en la lucha por Nueva Guinea le dice a otro general: Bob, quiero que tomes Buna, o no vuelvas vivo... Y eso también vale para tu jefe de estado mayor. O alguna de sus famosas meteduras de pata como cuando le aseguró a Truman que los chinos no atacarían durante la guerra de Corea. En el sentido interpretativo Gregory Peck construye un MacArthur bastante sobrio y alejado del iluminado religioso que interpretaría Laurence Olivier en "Inchon". Otro tanto es la ambientación de algunas escenas, sobre todo la de la rendición del Japón a bordo del Missouri.

Sin embargo la película tiene sus carencias. Una de ellas es que se nota mucho que la película se construyó alrededor de Gregory Peck y que en el resto del reparto no hay nadie que le de la réplica, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que son los típicos actores secundarios. En "Patton" teníamos a Scott y a Malden. Aunque hay muchos personajes históricos, los que los interpretan no parecen tener entidad. En la secuencia dedicada a la conferencia sobre la decisión de atacar Formosa o las Filipinas vemos a un MacArthur acusando a los almirantes Nimitz y King de ser poco menos que unos cobardes "que arrían la bandera" y estos no dicen ni mu. Algo bastante difícil de creer. Por cierto, dicha escena tiene un error tremendo. En la misma vemos a MacArthur explicar como tomaría las Filipinas y mientras dice -Yo desembarcaría en la isla de Leyte- ¡señala la parte norte de la isla de Luzón!

Otra carencia es que no es muy crítica con MacArthur. No sólo se obvia su dudosa actuación en la defensa de las Filipinas, también desaparecen su muy discutible actuación durante la reconquista de las islas Filipinas (de Yamashita no se dice ni palabra), o su solicitud del uso de la bomba atómica durante el conflicto coreano. Incluso en el enfrentamiento con Truman, parece que es el presidente el intrigante y él es un santo varón. De hecho hacia el final nos lo muestran como si fuera un gran pacifista por su discurso sobre la abolición de la guerra. Es interesante notar que MacArthur nació en una época en la que se combatía con arcos y flechas y acabó en la era de las bombas termonucleares.

Y una anécdota. el primer director que fue propuesto para dirigirla fue un novato con fama recien estrenada por una pequeña película titulada "Duel". Este director declinó la oferta porque no le apetecía nada tirarse tres años viajando por Asia y Filipinas y en su lugar aceptó la oferta de dirigir una película sobre un tiburón que aterrorizaba una pequeña población de la costa este estadounidense.

Merece la pena verse por la actuación de Peck y como repaso de aquella época. Pero nada más.



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La crítica de Von Kleist

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miércoles, diciembre 03, 2008

Los últimos días de Patton (The Last Days of Patton)



Dieciséis años después de la exitosa película "Patton", Goerge C. Scott volvió a interpretar al famoso general norteamericano en "Los últimos días de Patton", una miniserie de televisión basada en la novela homónima de Ladislas Farago.

Probablemente la serie es bastante fiel a la obra de Farago. Se centra en el período en que Patton actuó como procónsul de la zona ocupada de Baviera hasta su muerte ocurrida el 21 de diciembre de 1945. Aunque la película nos sitúa inicialmente en Alemania, al poco rato nos muestra brevemente a Patton de vuelta a los USA dando un discurso. Ciertamente Patton estuvo de gira en las primeras semanas de junio de 1945, e incluso dio un paseo triunfal en Los Ángeles acompañado de Jimmy Doolittle, el famoso responsable de los "Treinta segundos sobre Tokio".

De vuelta en Alemania, Patton decide obviar las reglamentaciones sobre la desnazificación y utilizar a los antiguos funcionarios nazis para poner en marcha la administración del territorio ocupado bajo su responsabilidad. Al parecer no fue el único en hacerlo, pero mientras otros disimulaban, Patton le dio una gran publicidad y encima se le ocurrió decir que llegado el caso debían combatir junto a ellos contra los soviéticos. Eso fue la gota que colmó el vaso y Eisenhower no tuvo más remedio que relevarle del mando del III ejército y ponerle al frente del XV ejército. Este en realidad era un grupo de administrativos y escribanos encargados de recoger la documentación para elaborar la historia oficial de la IIGM.

Patton decidió que aquello era suficiente y que se volvía a su casa, pero el día antes de su partida se le ocurrió salir a cazar faisanes con su amigo el general y sufrió su famoso accidente que le provocó una tetraplejia. Durante los días de convalecencia en el hospital Patton recordará diversos momentos de su vida como su boda o sus intentos de convencer a los altos mandos de las posibilidades de los tanques en el campo de batalla. Se intentó trasladarle a los USA y para ello se le escayoló de cuerpo entero pero el 21 de diciembre moría en el hospital de Heidelberg.

La verdad es que hay muy poco más que contar. George C. Scott está bastante lejos de su mítica interpretación. Patton murió con 60 años. Scott tenía 43 cuando lo interpretó por primera vez y 59 cuando lo interpretó en esta segunda ocasión. Lo curioso es que parece mucho más viejo que el Patton real. Y desgraciadamente su nivel interpretativo tampoco está a la altura de su mítica actuación. Salvo Eva Marie Sant interpretando a Beatrice Patton, el resto de actores son los típicos secundarios de series de TV de los cuales te suena su cara pero obvias su nombre. Lo único que tienen en común el elenco de actores es que sus interpretaciones son bastante flojillas. En cuanto al aspecto histórico, la serie tiene el aire de un documental dramatizado. En el terreno de la desmitificación se nos muestra a la amante de Patton durante el tiempo que estuvo en Europa, su sobrina Jean Gordon. Quizás lo más destacable de esta floja producción, es que describe con bastante detalle el accidente y el posterior tratamiento médico al que fue sometido Patton. Quizás sea por esta parte por lo único por lo que merece la pena ver la producción, pero es muy poca cosa.

Exclusivamente para frikis del tema de la Segunda Guerra Mundial.



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viernes, noviembre 21, 2008

Patton



Franklin Schaffner es uno de esos directores que a lo largo de su carrera realizaron muy pocas películas, pero dejaron una huella indeleble en el séptimo arte. De la lista de sus catorce películas hay dos que enseguida llaman la atención. Una es "El planeta de los simios", la otra es "Patton".


Ambas tienen en común el haber creado iconos cinematográficos fácilmente identificables por la sociedad. En la primera tenemos a Charlton Heston arrodillado frente a la Estatua de la libertad en uno de los mejores alegatos antibelicistas que se han mostrado en una pantalla. En la segunda tenemos esos 6 minutos de impactante discurso inicial de George C. Scott con la bandera norteamericana al fondo.


La película fue estrenada en 1970, en plena Guerra del Vietnam. Lo más curioso es que fue vista simultáneamente como burda propaganda belicista y como panfleto pacifista. Los primeros recalcaban la frases que recita Patton: -All real Americans love the sting of battle... That's why Americans have never lost, and will never lose a war... because the very thought of losing is hateful to Americans -, o mostrándolo como si fuera el último de los héroes románticos (en una escena se dice de él es una especie de Don Quijote). Los segundos incidían en que Patton era presentado, no como un héroe, sino como una especie de psicópata egocéntrico con ínfulas de poeta que sólo era feliz en la guerra y que creía en la reencarnación.

Veinticinco años después de su estreno la controversia sobre película renació, pero esta vez de la mano del director Oliver Stone. Al parecer, "Patton" era la película favorita de Nixon y quiso utilizar algunas imágenes en su película biográfica sobre dicho presidente. Según Stone, "Patton" era una incitación directa al genocidio y la consideraba una de las dos películas más influyentes sobre la historia norteamericana porque inspiró a Nixon el bombardeo sobre Camboya y Laos. Lo malo del alegato de Stone es que en su opinión la segunda película más influyente pero en sentido positivo, era su "JFK" (lo que demuestra que la modestia es una virtud de la que carece Stone). El caso es que al final Stone se quedó sin "Patton" porque el propio George C. Scott se negó en redondo a permitir el uso de cualquier escena de la película.

El guión de "Patton" era inicialmente de Francis Ford Coppola, pero posteriormente se tuvo que añadir a Edmund H. North. Al parecer Coppola estaba creando un personaje demasiado grandioso y North tuvo que devolverle a la tierra. Para realizar su trabajo, ambos se basaron en la biografía del General Patton escrita por Ladislas Farago y en las memorias del general Omar Bradley, que incluso llegó a ser asesor técnico de la producción. La historia base, aunque auténtica, es arquetípica: héroe que consigue una proeza, cae en desgracia, vuelve a levantarse realizando una proeza mayor y vuelve a caer en desgracia.


La cinta tiene el mérito de intentar penetrar en la psicología del polémico personaje y no quedarse tan solo en un muestrario de sus hazañas. Hay secuencias en las que vemos a un Patton intimista y abstraido por sus poemas y su forma de ver la vida, autoconsiderándose como un anacronismo en un mundo demasiado tecnologizado. Como un antiguo guerrero-poeta medieval cuya armadura y montura es un tanque en lugar de un caballo.


Desde el punto de vista histórico la película nos va a mostrar las principales luces y casi todas las sombras del más famoso general norteamericano de la Segunda Guerra Mundial. Al comienzo vemos como Patton toma el mando del desmoralizado ejército norteamericano en África del Norte tras su derrota en el paso de Kasserine. Su segundo al mando es Omar Bradley (un soberbio Karl Malden). Patton comienza a demostrar sus rarezas pero también sus dotes de mando y así conduce a los norteamericanos a la victoria en la batalla de El Guettar. Probablemente es la secuencia bélica más espectacular de toda la película. En ella vemos un asalto frontal de los tanques e infantería alemana contra las posiciones estadounidenses, algo bastante aproximado a lo que ocurrió inicialmente. Lo que no se nos muestra es la segunda parte, cuando Patton contraatacó, y su rendimiento no fue precisamente bueno. Pero lo cierto es que los norteamericanos habían ganado su primera batalla contra los alemanes.


Seguidamente, Patton participará en la invasión en Sicilia y allí es cuando llegamos a la culminación de su enfrentamiento con Montgomery (interpretado por Michael Bates). Patton no duda en usar las fuerzas al mando de Bradley para entretener a los alemanes en una costosísima lucha por el interior mientras el va tomando ciudades a los alemanes. Es aquí donde se le ordena que no tome Palermo, pero él la toma y entonces pregunta ¿Se la devuelvo a los alemanes? Lo cierto es que esa frase la dijo, pero en la ofensiva de las Árdenas y refiriéndose a una villa, no a una ciudad. Y es justo en ese momento de gloria cuando comete el peor error de su vida. Golpea a un soldado que ha sido ingresado por "fatiga de combate".


Eisenhower obligó a Patton a disculparse ante todo su ejército y luego le relevó del mando. Los alemanes no se podían creer un general victorioso pudiera ser apartado del mando por la "nadería" de pegar a un soldado y por el escándalo montado por la prensa y la opinión pública. Eso es lógico si tenemos en cuenta que tipo de "opinión pública" hay en las dictaduras. Pero Patton todavía resultaba útil aunque no dirigiese tropas. Fue una de las piezas clave en la "Operación Fortitude" diseñada para engañar a los alemanes sobre el verdadero objetivo de los aliados para la invasión de Francia.


Pero tras el estancamiento sucedido en Normandía, se tuvo que recurrir de nuevo a sus habilidades. De todas formas está claro que Patton tuvo que rogar mucho para conseguir nuevamente un puesto de combate y eso se ve muy bien en la secuencia en la que Scott y Malden mantienen una conversación en el puesto de mando. Patton ahora es el subordinado de Bradley y éste le dice que si por él fuera no el habría devuelto un mando de combate. Yo lucho porque me han entrenado para ello, tu lo haces porque te gusta-, le dice Bradley a Patton. Pero por intercesión de Ike le da el mando del Tercer Ejército y consigue realizar con éxito la "Operación Cobra". En la cinta vemos que sólo la falta de gasolina impide a Patton invadir Alemania y derrotar el solito al Tercer Reich, lo cual es exagerado.


El gran momento de gloria de Patton es su intervención durante la Batalla de las Árdenas. Al parecer previó la contraofensiva invernal de los alemanes y comenzó a preparar su famosa cabalgada para realizar su ataque de flanco sobre las fuerzas alemanas. Es precisamente con un mapa que muestra dicha maniobra con lo que se simboliza el final de la Segunda Guerra Mundial. Dicho mapa arde en llamas durante el desmantelamiento de las instalaciones del alto mando alemán tras la caída de Berlín. El capitán alemán encargado de analizar a Patton dice de él que es un guerrero nato y profetiza que la paz acabará con él, mientras lanza una fotografía suya al fuego.


Y precisamente es en la siguiente escena en la que vemos a un majestuoso Patton montando a caballo cuando contemplamos su caída definitiva. Sin rodeos, Patton compara la pertenencia al partido nazi con la de los partidos demócrata y republicano en los USA. Y para rematar pronostica el enfrentamiento con la URSS y que lo mejor que pueden hacer es aliarse a los alemanes y luchar contra los comunistas. Algo muy semejante a los que defendían algunos altos mandos alemanes que favorecían el armisticio con los aliados.


La película ganó siete oscars, entre ellos los de mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actor. Pero Scott no recogió su oscar porque en su opinión aquello era un mercado de carne y no quería formar parte de él. Scott consiguió que la gente identificara a Patton con su interpretación. Lo más curioso es que la voz del autentico Patton era bastante aguda, mientras que la de Scott era mucho más grave. En cuanto al famoso discurso, es un conjunto de diferentes frases y citas auténticas de Patton. En la primera versión incluso se decían muchas más obscenidades. Scott le hizo prometer a Schaffner que lo pondría justo después del intermedio pues en su opinión era lo mejor de la película y por lo tanto su interpretación podría verse devaluada si lo ponía al principio. Schaffner le engañó. Creo que es la única película de la 20th Century Fox que comienza sin el logo de la compañía en el primer fotograma.


En el aspecto cinematográfico hay que destacar la banda sonora de Jerry Goldmisth y que fue filmada en las técnicas más avanzadas de visión panorámica en aquel momento. Una parte sustancial de la película fue rodada en España, principalmente en Almería (África y Sicilia), el palacio de La Granja de Segovia (discurso de disculpa de Patton), Navacerrada y la Sierra de Urbasa en Navarra (las Árdenas). Y como extras a una gran parte del Ejército Español. Los Heinkel 111 que se ven son los mismos CASA 2.111 que se utilizaron en la producción "La Batalla de Inglaterra". En cuanto a tanques, en el bando yanqui lo que se ve son M24 Chaffess. Y en el bando alemán una pequeña ironía, pues son M48 Pattons. No debemos olvidar que la película es de los años 70 y en esa época no había técnicas digitales. Así que las escenas bélicas son muy buenas para la época, pero ahora se las nota bastante obsoletas.


Curiosamente la película no hace mención ninguna a que fue el primer general en tener tanquistas negros bajo su mando. De hecho, el pidió expresamente que el Batallón "Panteras Negras" le fuera asignado. En su discurso de bienvenida a la unidad les dijo - En mi ejército quiero lo mejor... No me importa vuestro color de piel mientras matéis a esos Krauts hijos de perra... Vuestra raza os observa, no les defraudéis y ¡Maldita sea no me defraudéis a mí!- Todo un ejemplo de igualitarismo. Tampoco se hace referencia alguna a la liberación de los campos de exterminio por parte de sus tropas.


Tampoco se muestra el lado más oscuro de la biografía de Patton. En marzo de 1945, Patton organizó secretamente a la Task Force Baum. Su misión era penetrar 80 km en territorio enemigo y liberar un campamento de prisioneros donde se encontraba el yerno de Patton. La misión fue un completo fracaso. De los 300 hombres y 57 vehículos que formaron dicho grupo de asalto sólo 35 regresaron a las líneas aliadas. Otros 32 fueron muertos y el resto hechos prisioneros. Todos los vehículos se perdieron.


Volviendo a la polémica de si es una obra pro-belicista o anti-belicista. Quizás la respuesta está en uno de los diálogos de la misma película. En una escena, uno de los soldados comenta a otro - There he goes. "Old Blood and Guts". A lo que el compañero contesta - Yeah, our blood and his guts.


Imprescindible.


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jueves, noviembre 13, 2008

El almirante Yamamoto (Rengo kantai shirei chôkan: Yamamoto Isoroku, 山本五十六)

origen de la imagen
El actor Toshirô Mifune tiene un curioso honor. Es él único actor que ha interpretado a los dos almirantes más famosos de la historia moderna japonesa: Togo y Yamamoto. Y en ambas ocasiones fue dirigido por el mismo director, Seiji Marujama. Otra curiosidad es que primero se hizo la película "El almirante Yamamoto", sobre el más moderno de ambos personajes. Un año después se estrenó "La batalla del Mar del Japón" dedicada al almirante Togo y que ya ha sido comentada en el blog.

Es interesante comparar ambas obras. En mi opinión el guión de la segunda es bastante mejor que el de la primera. El título completo de la producción que nos ocupa sería: El Almirante de la Flota combinada: Isoroku Yamamoto. Y la verdad es que la película se te hace tan larga como el título. La cinta muestra todos los defectos del cine japonés y pocas de sus virtudes. Se hace larga, es demasiado detallista, llena de efectos especiales estilo Godzilla y lo peor de todo, muy condescendiente y autojustificativa. Por el contrario en la dedicada al almirante Togo esos defectos están mucho más suavizados a pesar de que tiene una duración similar. Hay que tener en cuenta que en la de Yamamoto los japoneses son los perdedores y en la dedicada a Togo son los vencedores. Por ello hay tanta autoindulgencia en una y tan poca en la otra. Un aspecto curioso es que en la película sobre Yamamoto tan sólo se nombra a Nimitz pero no sale ni una sola imagen de sus oponentes norteamericanos salvo algunos marines en Guadalcanal. En cambio, en la dedicada a Togo podemos ver varias secuencias dedicadas a los mandos rusos, entre ellos el almirante Rozhestvensky, y a explicar sus acciones.


No es esta la primera película que los japoneses dedicaron a Yamamoto. En 1953 se estrenó "Taiheiyo no washi" que en inglés se tradujo por "The eagle of the Pacific" y que estaba dedicada al ataque sobre Pearl Harbor. En esa película actuaba Toshirô Mifune pero interpretando al teniente Tomonaga. Sin embargo, "El almirante Yamamoto" es la primera que recorre la vida de dicho personaje en los momentos anteriores y durante la Segunda Guerra Mundial. Al inicio, Yamamoto nos es presentado como una persona que no busca la guerra y que intenta hacer comprender a sus compatriotas que luchar contra los Estados Unidos será un error fatal, a pesar de que eso suponga que su vida sea amenazada por los partidarios más extremistas.

Una vez Japón elige el camino de la guerra Yamamoto se entrega por completo a diseñar el plan de ataque a Pearl Harbor. En realidad era una actualización del plan realizado por el almirante Togo al comienzo de la Guerra Ruso-japonesa: atacar por sorpresa al enemigo con un golpe devastador. Cuando llegan las noticias de que el ataque no ha sido todo lo exitoso que debiera, al salvarse los portaaviones Yamamoto advierte de que ese error puede costarles caro.

En una muestra de autoindulgencia vemos en un mapa el avance de la flota japonesa a lo largo del Pacífico y el Índico, pero en ningún momento se nos muestran las conquistas japonesas de los diferentes territorios. Tan sólo se habla de la expulsión de los occidentales y de que de esa forma Japón consigue provisiones. Un eufemismo muy bonito para ocultar la guerra de conquista emprendida. Seguidamente vemos una conversación de Yamamoto con el ministro de Marina en la que se habla de que es una estupenda ocasión para iniciar "negociaciones de paz si evacuan las zonas ocupadas". Pero el ministro le advierte que el país está eufórico y con sed de guerra, así que le ordena que planee otro ataque decisivo para así ¡¡lograr la paz!! Yamamoto entonces diseña el ataque sobre Midway.

No se habla nada de la Batalla del Mar del Coral, pero si de la incursión de Doolittle que desencadenará el ataque japonés sobre Midway. Un detalle que me gustó es que se nos muestra que tras la destrucción de los portaviones de la flota japonesa, Yamamoto decide que tiene suficientes fuerzas para continuar el ataque intentando contactar visualmente con el enemigo. Pero posteriormente se da cuenta de que es un error y de que los portaviones enemigos podrían destruir sus barcos. También se nos cuenta el hecho de que la censura evitó que la derrota de Midway nunca fuera conocida por la población japonesa.

Tras Midway la aviación japonesa quedo severamente dañada, tal y como vemos por una secuencia en la que Yamamoto pasa revista a unos pilotos. Todos son jóvenes y animados pero ninguno de ellos llega a las 300 horas de vuelo. Es entonces cuando llega el ataque norteamericano sobre la isla de Guadalcanal, que dará inicio a la larga batalla aeronaval del mismo nombre. Es curioso que en la película se obvie la victoria japonesa de la Isla de Savo y se pase a hablar directamente de la batalla de las Islas Salomón Orientales. La causa es que Yamamoto no estuvo en la primera y si en la segunda. Lo malo es que esa batalla fue una derrota japonesa, aunque en la película se nos muestra una rueda de prensa en la que se afirma que fue una victoria.

Es esta parte la peor de la película. Se intenta hacer ver al espectador que los japoneses estaban en inferioridad de condiciones y faltos de suministros desde el comienzo de dicha batalla. Hay una escena que nos muestra el aprovisionamiento por el "Tokio Express". En ella vemos que los barcos se sitúan cerca de la orilla. Los soldados mientras llegan a la playa, se desnudan, se lanzan al mar y van nadando hasta los barcos. Allí, los barriles de suministros son lanzados por la borda para que sean recogidos por los nadadores. Aunque eso es cierto, lo que no es histórico es el ataque nocturno realizado por los aviones norteamericanos sobre los destructores. Pero claro, así tratan de explicar el fiasco que supuso el "Tokio Express". En términos logísticos fue como el famoso puente aéreo sobre Stalingrado. Lo único que consiguió fue que los japoneses perdieran destructores pero debido al ataque de lanchas torpederas, no de aviones. Como era de esperar no se habla de la Batalla del Cabo Esperanza, pero tampoco de la derrota norteamericana de Punta Lunga.

Yamamoto trató de buscar el enfrentamiento decisivo con los norteamericanos. Usó a sus acorazados para bombardear Henderson Field y así apoyar el posterior ataque japonés. Después se llegó a la batalla de las Islas de Santa Cruz. Como vimos en "Los tigres del mar" este fue el primer enfrentamiento entre Halsey y Yamamoto. Y aunque éste último consiguió una victoria táctica, esta fue pírrica pues la iniciativa estratégica pasó a los americanos.

Lo siguiente que vemos es la evacuación japonesa de Guadalcanal pero nada de la derrota naval que sufrió Yamamoto y que fue uno de las causas que provocó la decisión de efectuar dicha evacuación. Después de abandonar Guadalcanal, Yamamoto continuó disputando la supremacía aérea de la zona de las Islas Salomón. Decidió para ello realizar una serie de viajes de inspección a diferentes bases. Lo que no sabía es que los norteamericanos eran capaces de descifrar los mensajes japoneses y que fueron capaces de tenderle una emboscada cuando se dirigía a la base de Ballalae en la isla de Bouganville.

La película tiene momentos destacables como es el que nos muestra los esfuerzos de coordinación entre los mandos de la marina y los mandos del ejército japonés. Una de las principales desventajas del ejército nipón es que en cierto sentido los mandos superiores se comportaban como una especie de señores feudales que compiten entre si (un aspecto que también se ve en la película "Cartas desde Iwo Jima").

Los efectos especiales son debidos a Eiji Tsuburaya, el creador de los que vemos en las películas de Godzilla. En líneas generales las maquetas de barcos no están mal (atentos a la del Kaga con su característica chimenea), pero las de aviones son más bien malillas. Probablemente eran unos efectos muy buenos para su época pero están muy desfasados en la actualidad. Lo que más llama la atención es que los disparos de ametralladora parecen disparos láser, lo que me hace preguntarme si George Lucas no se inspiró en esta película.

Un aviso. La versión española de la película tiene una traducción pésima. Las fechas están dadas usando el calendario japonés y al convertirlas al calendario gregoriano se cometieron graves errores. Más de una vez el narrador dice que una determinada acción transcurre en el año ¡¡¡1947!! No sólo eso, en más de una ocasión a Yamamoto se le llama "capitán" en lugar de "almirante".

Recomendable para los que les guste el cine bélico japonés y frikis de la historia de la IIGM. Resto abstenerse.


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martes, noviembre 11, 2008

Los tigres del mar (The Gallant Hours)

origen de la imagen

Que yo sepa la película "The Gallant Hours" no fue estrenada en los cines españoles y sólo se ha visto en televisión bajo los siguientes títulos: "Los tigres del mar" y "La hora de la verdad". Es un documental dramatizado sobre un período crucial de la vida del almirante William F. "Bull" Halsey: desde el 18 de octubre al 15 de noviembre de 1942. En esas cinco semanas se decidió el destino de la campaña de Guadalcanal.


El tema de "The Gallant Hours" es el de las decisiones del alto mando y de la responsabilidad de mandar a miles de hombres a morir por lo que recuerda al de otras producciones como "Almas en la hoguera" o "Sublime decisión". Pero hay un aspecto peculiar en esta producción. No se ve ni una sola escena de combate, ni siquiera una secuencia de documentales o noticiarios. Como mucho se oyen explosiones o sirenas, pero no se ve ni un solo tiro. Y sólo se ve a un muerto: un teniente japonés. La idea de la película se le ocurrió al director Robert Montgomery que sirvió bajo las órdenes de Halsey.


El almirante Halsey fue interpretado por James Cagney. Y la verdad es que el parecido físico entre ambos es notable. El comienzo nos sitúa en al ceremonia de jubilación de Halsey. En el momento en que se retira a su camarote para vestirse de civil, comienza a recordar junto con su ayudante filipino el momento en el que tomó el mando de la flota norteamericana del Pacífico Sur. Cuando llegó Halsey, los norteamericanos estaban contra las cuerdas. La batalla por Guadalcanal comenzó con los desembarcos del 7 de agosto de 1942. Dos días después la marina norteamericana sufrió la derrota de la isla de Savo. Durante unos momentos críticos parecía que la batalla iba a ser ganada por los nipones. Hasta el 11 de octubre los norteamericanos no comenzaron a recuperarse tras la victoria de la batalla del Cabo Esperanza. Pero Nimitz ya había tomado una decisión. Halsey tuvo que relevar a su amigo el vicealmirante Ghormley, y para suavizar el amargo trago le dice "yo me llevaré el mérito del trabajo que tu has empezado".


Ya he indicado que es una especie de documental dramatizado muy similar a los que últimamente realiza la BBC. No solo está rodada en blanco y negro sino que además, hay una voz de narrador en off. En muchos momentos, demasiados quizás, la narración se interrumpe para presentarnos a uno de los personajes que vemos en pantalla. Por ejemplo, en la escena del inicio cuando Halsey es ayudado por su asistente, el narrador lo presenta diciendo que se trata de Manuel Salvador Jesús Maravilla, que también se jubila y que se irá a vivir con su hermano en Filipinas. Y así con un montón más de personajes, desde soldados rasos a generales. También llama la atención el hecho de que los oficiales japoneses son representados de una forma bastante correcta y hablan en japonés sin subtítulos. El narrador simplemente hace una breve descripción del tema que tratan. Por cierto, esta es la segunda película en la que un actor interpreta al almirante Yamamoto. Se trataba de James T. Goto, que además trabajó como asesor militar en lo tocante a la armada japonesa.


La cinta nos muestra como Halsey intenta quitar la iniciativa a Yamamoto y restablecer la moral de los marines en Guadalcanal. El primer encuentro naval de ambos fue la batalla de las Islas Santa Cruz. A pesar de recibir un fuerte castigo, los japoneses hundieron el Hornet y dañaron al Enterprise, pero temiendo futuros daños en sus buques los nipones no supieron explotar la victoria y se retiraron. Yamamoto había conseguido una victoria pírrica y Halsey una victoria estratégica. En noviembre, Yamamoto y Halsey volvieron a enfrentarse en lo que se conocería como la batalla naval de Guadalcanal, y esta vez fue el norteamericano el que se alzó con el triunfo que aseguraría la victoria de la campaña.


Desde el punto de vista histórico la película tiene un gran fallo. Para realzar el dramatismo Montgomery intentó hacer un paralelismo entre los destinos de Halsey y Yamamoto. Al comienzo un submarino japonés detecta el hidroavión en el que viaja Halsey hacia Guadalcanal y Yamamoto decide enviar cazas a derribarlo. Pero Halsey tiene una corazonada y aterriza en otro sitio. Por ello al final Montgomery incluye la misión para derribar el avión en el que viajaba el almirante Yamamoto. Dicha muerte ocurrió el 18 de abril de 1943, cinco meses después de haber finalizado la campaña. Otro fallo histórico es que aparecen cazas Hellcats con depósitos en los extremos de las alas. Esos aviones no existían en 1942.


En el aspecto cinematográfico la cinta es bastante lenta y las interpretaciones, salvando la de Cagney, son más bien flojas. Si no eres una persona interesada en el tema la verdad es que se hace aburrida. Cagney se tomó muy en serio su papel. No sólo se entrevistó dos veces con el propio Halsey, sino que además lo hizo con todos aquellos que tuvieran alguna relación con él durante aquellos días. Otro aspecto llamativo es que la banda sonora consiste en una composición coral bastante melancólica que se repite varias veces como fondo musical a lo largo de la película. Nada de partituras heroicas.


Interesante para los que les guste el teatro del Pacífico o los fans de James Cagney.


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Secuencia inicial y final





sábado, noviembre 01, 2008

Rommel, el Zorro del Desierto (The Desert Fox)




"Rommel, el Zorro del Desierto" fue probablemente la primera biografía cinematográfica dedicada a uno de los protagonistas de la IIGM. No en vano, si hubo un personaje mítico generado por dicho conflicto ese fue el mariscal Erwin Rommel.


Esta película tiene una serie de peculiaridades. Es la primera dedicada a un general de la IIGM. Pero también es la primera en que un país hace una película biográfica sobre un general enemigo incluso antes de hacer una película biográfica sobre uno de sus propios generales. La película tuvo bastante éxito y en 1953 se realizó una floja precuela titulada "Las ratas del desierto". Por último, es el origen de una frase famosa erróneamente atribuida a J.F. Kennedy. La frase dicha por Leo G. Carrol interpretando a Von Rundstedt es "La victoria tiene miles de padres. La derrota es huérfana". Kennedy la utilizó diez años después, en 1961, tras el fracaso de Bahía de Cochinos.


James Mason no fue el primer Rommel del celuloide. Ese honor le corresponde a Erich von Stroheim por la película de 1943 "Cinco tumbas al Cairo". Pero en mi opinión, el Rommel de Mason es el mejor de los diferentes "rommels" de la pantalla. Mason consiguió imbuirle del carácter de "héroe con destino trágico" que está presente en todos aquellos que se acercan a la historia del personaje real. El Rommel de Mason no es el típico general antisemita miembro del partido nazi que podemos encontrar en producciones anteriores, sino un patriota alemán que no tiene más remedio que cumplir con las órdenes de Hitler hasta que finalmente se da cuenta de que la forma de salvar a su nación es destruir a su líder. Hay que tener en cuenta que Rommel fue una auténtica Némesis para los aliados, y que su mito no sólo fue construido por la propaganda alemana, sino también por la propia propaganda aliada. Así tenemos la paradoja de que se consiguió presentar a Rommel como una especie de "Noble Caballero Medieval " derrotado por el no menos noble Monty (personaje que todavía no tiene una biografía).


El guión de la película se basó en la biografía escrita por el teniente coronel Desmond Young, y de hecho éste se interpreta a si mismo en la película rememorando su captura por las tropas del Afrika Korps un mes antes de la primera batalla de El Alamein. Young quedó impresionado por la caballerosidad de Rommel y el tratamiento dado por éste a los prisioneros británicos. No hay que olvidar que en dicho teatro de operaciones el ejército alemán no cometió ningún crimen de guerra y que el propio Rommel lo definió como la guerra sin odio. Tras la guerra Young decidió investigar sobre él y escribió el libro The desert fox. No he tenido ocasión de leer dicha obra, pero teniendo en cuenta el tono de la película en mi opinión debía de ser bastante elogiosa.


Y ese quizás sea el principal lastre de la película desde el punto de vista histórico. Ya en la primera secuencia que trata la infructuosa "operación Flipper" para asesinar a Rommel, éste aparece retratado como un ser legendario y la auténtica causa de la supremacía militar alemana en el Norte de África. No se nos muestra nada de su vida anterior, ni ninguna de sus victorias sobre los británicos al frente del Afrika Korps, ni el porqué de su fama como militar. Evidentemente tampoco se nos dice nada de sus relaciones con Adolf Hitler y los nazis, - en 1938 llegó a ser comandante del FührerBegleitbataillon o guardia personal de Hitler, al año siguiente se le ascendió a general-, ni de su uso de la propaganda para ensalzar su figura -también era amigo de Goebels.


La película se va a centrar sobre todo en el paulatino desengaño de Rommel con respecto a Adolf Hitler comenzando por la negativa de éste último a que retirara las tropas del Afrika Korps después de la derrota sufrida en la segunda batalla de El Alamein. Obviando la batalla del paso de Kasserine, tras la derrota de las fuerzas del Eje en Túnez, nos encontramos con Rommel convaleciendo en Alemania y entrando en contacto por primera vez con los conspiradores que intentan derrocar a Hitler. Pero Rommel considera que el es un militar que ha jurado obediencia a Hitler. Posteriormente es enviado a Francia y comprueba la debilidad defensas del Muro Atlántico. Al avisar a von Rundstedt, éste le dice que Hitler es quien toma las decisiones y que es aconsejado en su tarea por astrólogos. Rommel cada vez está más desilusionado, pero no será hasta después de la ineptitud de Hitler mostrada durante el Día D que no tomará la decisión de unirse a los miembros de la fallida conspiración del 20 de julio.

En el aspecto cinematográfico la película es bastante notable. Henry Hathaway consiguió dar a la cinta un aspecto casi de "cine negro" más que de cine bélico usando la investigación de Desmond Young sobre Rommel como hilo conductor. Hathaway retrata al régimen nazi como una especie de banda mafiosa más que como un régimen tiránico. Para las escenas bélicas utilizó metraje de noticiarios, y se centró sobre todo en las interpretaciones de los actores y en los diálogos para así mostrar la evolución de Rommel desde general victorioso que confía en el Führer a conspirador contra él. Si añadimos la gran interpretación de Mason, tenemos como resultado una de esas grandes obras del cine clásico de los años 50.




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viernes, octubre 24, 2008

Oh, Jerusalén (O Jerusalem)



Cuando escuché que se iba a llevar al cine el libro "Oh, Jerusalén" de Dominique Lapierre y Larry Collins lo primero que pensé es - ¡Ya era hora! -. Dicha historia es uno de mis libros favoritos e ingenuamente pensé que, tras lo que habían demostrado Peter Jackson con "El señor de los anillos" y Spielberg con "Salvar al Soldado Ryan", podía conseguirse una adaptación decente de dicha obra que superase a la de "Éxodo". ¡Qué equivocado estaba!


Inicialmente fuí optimista. Iba a ser dirigida por Elie Chouraqui, director de la notable "Las flores de Harrison". Entre los protagonistas iba a estar Wynona Ryder y Ian Holm interpretaría a David Ben Gurion. Adicionalmente iba a ser una gran superproducción europea. Pero poco a poco, el globo se fue desinflando. La Wynona se cayó del proyecto, y lo que iba a ser una gran superproducción se quedó en producción franco-italiana de serie B obligada a contratar a actores desconocidos y utilizar a famosos de series de TV yanquis para que hicieran los cameos de personajes históricos.


La película "Oh, Jerusalén" es mala, pero lo peor que tiene es que es una estafa. Es una estafa porque utiliza la obra de Lapierre y Collins como cebo, cuando lo único que tienen en común es que ambas están ambientadas en el mismo período histórico. En todo lo demás se parecen como un huevo a una castaña.


El libro "Oh, Jerusalén" es una gran mosaico de historias de personajes reales que forman entre ellos la crónica de la Guerra de la Independencia de Israel de 1948. Algunos son famosos como David Ben Gurion, Golda Meir, Abdhel Khader o el Mufti de Jerusalén. Otros anónimos como Moshe Ben David o Alia Darwish. Durante cinco años los autores fueron recogiendo testimonios de lo más diverso. El libro consigue ser bastante neutral porque recoge los testimonios de todas las partes implicadas en aquella tragedia: judíos, árabes, ingleses, cristianos, europeos, norteamericanos, etc. Lapierre y Collins intentaron no omitir nada. Así describieron los sangrientos atentados como el del "Hotel Semiramis", realizado por los judíos; o el de la calle Ben Yehuda, causado por los árabes. También relataron la matanza de Deir Yassin (aunque ahora se sabe que fue exagerada) o la masacre del convoy del hospital de la Hadassah. Hubo críticas acusando al libro de prosionista y otras de proárabe, pero fueron más numerosos los elogios.


Desgraciadamente Chouraqui confunde "neutralidad" con "corrección política" y en su película busca molestar lo menos posible a las partes (los subtítulos indicando las fechas salen en tres idiomas: hebreo, árabe e inglés). Así que si uno esperaba que Chouraqui nos iba a mostrar una pequeña parte del drama histórico que supuso la lucha entre árabes e israelíes por la Ciudad Santa se va a llevar una decepción. La película es algo parecido a una colección de los clichés de cualquier culebrón televisivo barato con la diferencia de que alguno de los protagonistas llevan turbante en lugar de sombrero vaquero.


Para empezar sus protagonistas principales son fictícios, y para colmo, increíbles. Un árabe y un judío neoyorquinos que se hacen amigos cuando uno casi atropella al otro y que se van a Palestina a luchar por sus respectivos pueblos. Como era de esperar se encontrarán en sucesivas ocasiones en medio de los combates, y ambos sufrirán devastadoras pérdidas personales. Pero su amistad será más fuerte que su odio ¡Qué bonito! (música de violines al fondo, por cierto la banda sonora es bastante mala). Si alguien cree que le he estropeado el final de la película y que ya no la va a ver puedo asegurarle que me lo agradecerá. No habrá malgastado 100 minutos de su vida. Si no me hace caso, probablemente le parecerán 200 minutos los malgastados.


Es cierto que la película recoge algunos momentos destacados del asedio de Jerusalén como la ya mencionada masacre de Deir Yassin, los atentados en la ciudad o el primer asalto a Latrun. Pero la forma de rodarlos no es nada sobresaliente y puede decirse que están mucho mejor realizados los de las películas que la precedieron como "Éxodo" o "La sombra de un gigante". De hecho, Chouraqui no tiene ningún empacho en utilizar un montón de material de archivos documentales. Uno podría pensar que buscaba dar realismo a la cinta, pero yo me inclino más por la opción de que no tenía mucho dinero que gastar.


Y ni siquiera está rodada en Israel, sino en Rodas. Nada recomendable si uno ha leído el libro.


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Comentario en el Blog de Ramón Ramos



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sábado, octubre 18, 2008

La sombra de un gigante (Cast a Giant Shadow)



Tras el éxito de "Éxodo" se podría pensar que se iniciaría una remesa de películas sobre el conflicto árabe-israelí como suele pasar con otras producciones épicas. No fue así. Tuvieron que pasar 6 años para que llegase a las pantallas "La sombra de un gigante", una película basada en la historia de Mickey Marcus, el primer general del actual ejército de Israel.

La productora de la película fue la compañía Batjac, fundada por John Wayne para la realización de la película "El Álamo". Pero los fondos fueron fundamentalmente de capital israelí. Para asegurarse la taquilla, se decidió que la historia debería de contar con un plantel de grandes estrellas aunque simplemente realizaran cameos. Así nos podemos encontrar a Yul Brinner y a Frank Sinatra. La representación femenina corría a cargo de Senta Berger y Angie Dickinson. El propio John Wayne también realizó un papel como un general de la 101ª División aerotransportada (La unidad a la que pertenece la Easy en "Hermanos de Sangre"). El plato fuerte era Kirk Douglas en el papel protagonista. Probablemente, una gran parte del presupuesto se fue precisamente en el contrato de estrellas, así que los recortes se realizaron en la contratación del director y del guionista. Este doble papel cayó en Melville Shavelson, especialista en comedias de Bob Hope.


Digamos primero lo bueno de la película. En líneas generales resume bastante bien, aunque desde el punto de vista judío, los acontecimientos históricos que sucedieron durante la Guerra Árabe-Israelí de 1948, centrándose principalmente en aquellos que tuvieron lugar entre la decisión de la ONU sobre la partición de Palestina, la declaración de Independencia de Israel y el momento de la apertura de la Ruta de Birmania para el abastecimiento de los judíos de Jerusalén. Adicionalmente, muchas de las secuencias están grabadas en las localizaciones históricas, sobre todo la secuencia del segundo asalto al cuartel fortificado de Latrun. Dichas secuencias de combates están realizadas de manera correcta para la época e incluyen una emboscada a uno de los convoyes a Jerusalén. Añadamos que el material bélico que se muestra es en líneas generales correcto: Half-tracks, jeeps, ametralladoras Bren y tanques Super-Sherman (el modelo que usaron los israelíes en la Guerra de los Seis Días que se iniciaría un año después) en el papel de tanques egipcios.

Y seguidamente señalemos lo malo. El principal handicap no es sólo el que sea demasiado prosionista (lógico si tenemos en cuenta quien pagaba), sino que parece una película del oeste de los años 40 en que los judíos son los vaqueros buenos y los árabes son los sanguinarios pieles rojas. Supongo que la productora se debió de dar cuenta de que eso cantaba mucho en 1966, así que incluyó al típico "indio bueno", perdón, quiero decir "árabe bueno". Se trata del personaje de Abou Ibn Kader, un líder árabe al estilo Anthony Quinn en "Lawrence de Arabia" y que es interpretado por Topol (que luego se haría famoso interpretando al protagonista de "El violinista en el tejado"). Éste es un beudino que no sólo se alía a los israelitas, sino que encima es el que les muestra la ruta hacia Jerusalén que bordeaba Latrun y que se convertiría en la Ruta de Birmania. Pero claro, conociendo un poquito de la historia la verdad es que lo del "árabe bueno" se hace demasiado increíble

En cuanto a los errores en el aspecto histórico, bueno hay de todo. En el asalto a Latrun se nos muestra el uso de los lanzallamas por parte israelí pero tiene el pequeño error de mostrarlo como un asalto diurno. El segundo asalto fue nocturno y fracasó en parte debido a los lanzallamas. Iluminaron de tal forma a los halftracks israelíes que los convirtieron en blancos perfectos para los cañones egipcios. Hay también un lado cómico como la secuencia en que detienen un ataque blindado egipcio sobre un kibuttz con Sinatra lanzando sifones desde una avioneta. Pero sin duda lo más gracioso es que se insiste desde el principio en que los personajes y la historia son reales, pero tras ver la película uno lo duda. Empezando por el protagonista, el verdadero Mickey Marcus era calvo y más bien poco parecido a Kirk Douglas. Y terminando con que el resto de actores interpretan a personajes históricos pero con nombre falso (algo similar a lo que encontramos en el bodrio de "Anzio"). Así, Ben Gurión se transforma en Jacob Zion, Shlomo Shamir en Asher Gonen (Yul Brynner), o John Waynne en el papel de un tal general Randolph.

Resumiendo, una interesante historia completamente malograda por el afán de hacer un producto de burda propaganda y de fácil consumo.


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domingo, octubre 05, 2008

Éxodo (Exodus)






El pasado 26 de septiembre murió una de las leyendas vivas del cine: Paul Newman. Cuando protagonizó "Éxodo" ya era famoso por su interpretación en "La gata sobre el tejado de Zinc", pero aún le quedaban por realizar sus mayores y más conocidos éxitos. Sin embargo su papel protagonista como Ari Ben Cannan en dicha superproducción supuso su confirmación como gran estrella.


Tras la Segunda Guerra Mundial, la causa judía era vista con una gran simpatía por la izquierda política y los intelectuales del mundo occidental. Y no sólo por la gran tragedia que significó el Holocausto. El sistema de kibbutzs se consideraba como el paraíso socialista del proletariado en la tierra por lo que era muy fácil hacer una equivalencia entre el David socialista judío y el Goliat capitalista árabe, - los países árabes en aquellos tiempos eran sobre todo monarquías-, si bien es cierto que la crisis de Suez de 1956 había comenzado a hacer cambiar ese punto de vista.


La novela de León Uris en la que está basada la película fue publicada en 1958 y se convirtió en un best-seller desde el primer día. Uris se inspiró en sus experiencias y entrevistas como periodista durante la crisis arriba indicada. "Exodo" recoge en un gran fresco la gestación y nacimiento del Estado de Israel tomando como base la odisea del barco "Exodus 1947", un desvencijado vapor que fue utilizado por la Haganah para llevar a unos 4.500 judíos supervivientes de los campos nazis desde Francia al territorio de la Palestina bajo dominación británica. El barco fue interceptado por la Royal Navy a 40 km de la costa palestina. A pesar de ser aguas internacionales el barco fue abordado y puesto bajo mando británico. En el abordaje murieron tres personas incluidas un marino estadounidense. El barco fue llevado al puerto de Haifa y los pasajeros transferidos a otros buques que los devolvieron a Francia. Cuando llegaron a Francia los pasajeros se negaron a desembarcar. A esas alturas el prestigio británico estaba bajo mínimos, pero aun bajo más con la siguiente decisión que tomaron los británicos: llevar a los judíos de vuelta a Alemania, en concreto a Hamburgo que en ese momento estaba bajo ocupación británica. Cuando llegaron allí, las mujeres y los niños desembarcaron sin dar problemas, pero los varones ofrecieron resistencia y los ingleses se vieron obligados a utilizar tropas. Luego los instalaron en campos de refugiados con un terrible parecido a los antiguos campos de concentración nazi. Ni que decir tiene que la comunidad internacional se sintió completamente ultrajada, sobre todo la opinión pública norteamericana, al ver las fotos de soldados británicos golpeando y encerrando a los supervivientes del holocausto. Probablemente fue uno de los eventos que hizo cambiar a un gran número de países su posición sobre el plan de la ONU sobre la partición de Palestina y permitir la existencia de dos estados en dicha franja. La mayor parte de los pasajeros del "Exodus 1947" no fueron liberados hasta que Gran Bretaña reconoció a Israel en 1949.


A diferencia de la historia real, Uris hizo que la travesía del "Exodus" se viera coronada por el éxito, pero cambiándolo por un barco más pequeño con tan sólo 600 refugiados. Asimismo, se basó en Moshe Dayan y en Yehuda Arazi para crear al personaje de Ari Ben Cannan, describiéndole como un líder carismático de pelo moreno y ojos azules, que había luchado como capitán en la Brigada Judia durante la Segunda Guerra Mundial. Al menos Paul Newman compartía dos de dichas características (Newman fue artillero de cola en torpederos Avenger durante la 2GM) .


Otto Preminger quedó entusiasmado con la lectura de la novela y propuso a la Fox que comprará los derechos para realizar una superproducción. La Fox no lo dudó ni un segundo. Para Preminger "Exodo" era un drama similar a la de la Independencia Norteamericana, en que el Estado de Israel nace a pesar de la oposición de Gran Bretaña y sus aliados árabes. Pero también fue lo suficientemente listo como para darse cuenta de que Uris no era el guionista adecuado para llevar su propia historia a la pantalla a pesar de su experiencia previa (Uris había sido el guionista de la adaptación de su "Más allá de las lágrimas"). Preminger decidió que el guionista fuera Dalton Trumbo y que firmara con su propio nombre. En esa época, Trumbo estaba incluido en la infame lista negra y esto animó a Kirk Douglas a hacer una declaración reconociendo que Trumbo también estaba elaborando el guión de "Espartaco". Ese fue el fin de la lista negra.


Preminger no tuvo ningún problema con el reparto. La comunidad judía de Hollywood es numerosa y tiene un gran poder así que prácticamente todos aquellos en los que se pensaron inicialmente para los diferentes papeles aceptaron sin mayor problema. Paul Newman sería Ari, Eva Marie Sant interpretaría a Kitty y Sal Mineo encarnaría a Dov Landau. Además del trio protagonista en el reparto se encontraban nombres como Ralph Richardson, Peter Lawford y Lee J. Cobb entre otros. Tampoco tuvo ningún problema para filmar la película en los escenarios donde se desarrolla la novela


Hay varias anécdotas del rodaje. La más conocida es una sobre el propio barco. Los encargados del atrezzo encontraron un barco en las condiciones adecuadas para la película. Era un desvencijado carguero en unas condiciones lamentables. Pero cuando la compañía armadora comprendió que estaba vendiendo un viejo cascaron a la famosa 20th Century Fox decidió repintar y reparar el barco como gesto de buena voluntad con la productora. En cuanto Preminger vio el paquebote se llevó las manos a la cabeza y ordenó que fuera "re-envejecido".


Una de las escenas más famosas es el interrogatorio de Dov Landau, el terrorista del Irgun, en el que explica su pasado como parte de un Sonderkommando en un campo de concentración y su violación por parte de los nazis (en el libro Landau es un genio de la falsificación y no sufre ninguna violación). No es de extrañar que Sal Mineo fuera nominado al oscar. No es de extrañar que cuando esta película iba a ser proyectada en España, esta escena no gustó nada en absoluto a las autoridades de la dictadura franquista. Así que la censura cambió completamente el diálogo de dicha escena consiguiendo que pareciera que Landau justificara el nazismo.


Preminger intentó mostrar la evolución del pensamiento norteamericano con respecto a la cuestión judía mediante el personaje de la enfermera Kitty. Inicialmente la sociedad norteamericana tenía un caracter antisemita, Kitty dice al principio "no me gustan los judíos", pero poco a poco va reconociendo que la lucha del pueblo judío tiene un carácter muy similar al de la lucha de los propios norteamericanos por su independencia, así que no es de extrañar que se enamore de Ari. También fue muy inteligente al evitar que la película se convirtiera en un alegato antibritánico. Mostró los dos lados de la postura inglesa, el honrado general Shuterland (Ralph Richardson) y el antisemita Major Caldwell (Peter Lawford). Pero también hay algunos aspectos bastante llamativos como la inquietante ¿coincidencia? entre el dibujo del poster de la película y el emblema del grupo terrorista Irgun.


Personalmente prefiero la película al libro. Leí la novela de Uris en mi adolescencia, antes de haber visto la película, y me pareció muy entretenida. Pero en cuanto comienzas a leer un poco más sobre el aspecto histórico del tema te das cuenta de que es un panfleto pro-judío de mucho cuidado (la matanza de Deir Yassin solo ocupa cuatro líneas y pasa de puntillas). Cuando vi la película me sorprendió comprobar que Preminger y Trumbo habían suavizado en gran medida el tono propagandístico de la obra de Uris. Sobre todo añadiendo "árabes buenos" como Taha (John Derek), algo casi inexistente en la novela.


Como suele suceder, el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio. En el caso de "Exodo" la película no ha ido envejeciendo bien. Si olvidamos el conflicto que aun sigue desgarrando dicha zona del planeta y hacemos el esfuerzo de fijarnos tan sólo en el aspecto cinematográfico, podríamos decir que sigue siendo una película correcta, pero demasiado larga y maniquea. Sin embargo hay una cosa que sigue mantenido su prestigio intacto y es su banda sonora. Ernest Gold consiguió realizar una destacable partitura con una cierta grandiosidad "bíblica". De hecho, mi parte favorita de la película son los títulos de crédito con la llama sobre fondo azul mientras oímos la magnífica partitura de Gold.


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