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lunes, abril 14, 2008

Masacre: ven y mira. (Idi i smotri, Иди и смотри)





"Masacre: ven y mira" comparte algo con las anteriores películas rusas comentadas. En un caso es una película sobre partisanos. Y en el otro es que fue producida para para celebrar el 40 aniversario de la "Gran Guerra Patriótica", durante Segunda Guerra Mundial. El título proviene del libro del Apocalipsis, al comienzo del capítulo 6 se lee: y oí á uno los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: "¡Ven y mira!".

Cuando se realizó esta película la antigua URSS se encontraba en plena decadencia, aunque muchos en el mundo occidental creían que no. El año de su estreno Gorbachov llegó al poder, y lo que se creía que iba a ser un reajuste de un regimen dictatorial acabó convirtiendose en el derrumbe de un imperio. Mirando hacia atrás, algunos historiadores han creído ver en la obra de Elem Klimov uno de los primeros sintomas de aquella decadencia. Porque ciertamente en "Masacre: ven y mira" no hay "héroes de la URSS" ni motivos para "celebrar" nada y si para el pesimismo y la desesperación.

La cinta está ambientada en la devastada Bielorrusia de 1943. Y como en otras obras maestras del género bélico, Klimov nos mostrará la locura y destrucción de la guerra a través de los ojos de un menor. El protagonista es Florya (Aleksei Kravchenko), un chaval de 14 años que sueña con unirse a los partisanos. Su madre evidentemente no quiere dejarle ir pero los partisanos llegan a la aldea y se lo llevan. Una vez en el campamento partisano Florya comienza a descubrir que sus sueños de gloria poco tienen que ver con la guerra de verdad. Se está preparando una incursión, pero en el último momento el jefe partisano decide dejar a Florya, junto con la joven Glasha, en la seguridad del campamento. Es de destacar que los partisanos que nos muestra esta cinta están muy alejados de los estereotipos heroicos de producciones anteriores (rusas o aliadas). Parecen una horda de bandidos más preocupados de conseguir bebida, comida y mujeres que de batir a los alemanes. Solo hay que ver la escena en la que se hace la "heroica foto de grupo partisano" con la vaca.

En la segunda parte de la película el campamento partisano es arrasado por la artillería alemana. Tropas paracaidistas comienzan a caer en la zona por lo que Glasha y Florya deben escapar. Debido a las explosiones Florya se queda sordo (esta escena parece un precedente de otras dos similares en "Salvar al soldado Ryan" en la que Tom Hanks se queda confuso tras un estallido). Cuando llegan a la aldea de Florya se encuentran con que está desierta. Al poco encontrarán a la mayor parte de sus habitantes asesinados por las tropas SS y los Einsatzgruppen. Glasha y Floria intentan esconderse en los pantanos junto con los supervivientes de la aldea. Sin embargo los alemanes continuan con su caza de partisanos. En una escena con cierto sabor a "Apocalypse Now", una vaca es acribillada por balas trazadoras alemanas (las balas son de verdad y estamos viendo a la vaca morir). A estas alturas el rostro jovial y juvenil de Florya se ha convertido en una máscara inexpresiva. Gracias a un campesino llega a la aldea de Perekhody buscando refugio.

Llegamos así a la tercera parte de la película. El Einsatzgruppen llega también a la aldea. En una secuencia que es un auténtico pandemonium, los alemanes agrupan a las mujeres y niños y los introducen en un gran edificio que recuerda a una iglesia, aunque no se ve un sólo símbolo religioso. Una vez están todos dentro, los alemanes prenden fuego al edificio. Mientras oímos a los habitantes gritar, los alemanes se están corriendo una gran juerga. Probablemente esta sea la secuencia más famosa de esta película y fue también copiada en una película más moderna, aunque en este caso se trató de la pésima "El patriota".

Cuando por fin llegan los partisanos es demasiado tarde para evitar la masacre, aunque si consiguen emboscar a los alemanes. En una escena bastante llamativa vemos a tres prisioneros: un comandante alemán, un hiwi, y un teniente de las SS. El comandante y el hiwi ruegan por sus vidas, mientras que el teniente de manera desafiante les dice que son una raza inferior que debe de ser exterminada.

Y es ahora cuando vemos la segunda escena más famosa (que en este caso me parece que fue inspirada por el final de "La cruz de hierro"). Florya comienza a disparar y descargar su odio en un retrato de Adolf Hitler. Mientras oímos musica de Wagner, cada disparo nos retrocede algo en la historia simbolizando su destrucción: La última imagen de Hitler, la IIGM, una concentración nazi, Hitler durante la IGM, Hitler en su niñez, y Hitler siendo un bebe en brazos de su madre. En ese momento Florya deja de disparar porque no puede matar a un niño, aunque ese niño sea Hitler. En la notable secuencia final Florya vuelve a unirse a la columna de partisanos que van desapareciendo entre la frondosidad de un bosque ruso mientras oimos la Lacrimosa de Mozart. Simultáneamente en la pantalla se nos informa que 628 aldeas de Bielorrusias fueron masacradas por los alemanes.

A pesar de los indudables méritos históricos y cinematográficos, "Masacre: ven y mira" se está quedando convertida en una obra para curiosos y fans del cine bélico. En mi opinión, eso es debido por un lado a su larga duración (casi dos horas y media) y por otro porque está realizada "a la rusa". Es decir, inumerables momentos de secuencias largas y sin diálogos o repetición de primeros planos del rostro de Florya para intentar comunicarnos el horror que siente. La primera vez que la ves te impacta pero se te hace algo lenta. La segunda vez que la ves, tienes que utilizar la tecla "fast forward" para no aburrirte con la primera y segunda parte.

Notable película, pero muy deprimente.

La crítica de Von Kleist.

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