
"La Kermesse heroica" es una pequeña obra maestra realizada en 1935. Está ambientada en una pequeña villa del Flandes de inicios del XVII, cuando dichos territorios y España estaban unidos bajo la misma corona. En el 1568 una parte de dichos territorios se sublevó por diversos motivos religiosos, políticos y económicos. Así comenzó una larga y sangrienta guerra conocida como Guerra de Flandes o Guerra de los Ochenta Años (1568-1648), aunque la parte final de esta contienda se extendió por toda Europa Central y es más conocida por Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Al finalizar dicha guerra, las provincias rebeldes consiguieron su independencia y se formó lo que hoy conocemos como Holanda. Otras provincias siguieron siendo fieles a la corona, y lo siguieron siendo hasta el siglo XVIII. Actualmente conocemos dicha parte como Bélgica.
En la cinta, la pequeña villa holandesa de Boom se está preparando para sus festejos anuales o Kermesse. Al poco vemos a un grupo de notables del pueblo posando en actitud heroica para un cuadro. La pose recuerda algo a "La Ronda Nocturna" de Rembrandt. Mientras en las calles vemos como se intenta instruir, con bastante poco éxito, a un grupo de hombres en el difícil manejo del arcabuz. Pero todos alardean de que combatirán con valor y ferozmente en caso de que pasen por allí los españoles.
Y sus deseos se hacen realidad. Un Tercio Español va a pasar por su villa y se alojará durante unos días. Se suceden unas terribles secuencias en las que los lugareños se imaginan a los españoles arrasando la villa, ahorcando al alcalde, masacrando a los hombres, violando a las mujeres y ensartando niños en las picas. Así que para evitar problemas, el alcalde decide fingir que se ha muerto, y siguiendo su ejemplo, toda la población masculina o hace lo mismo o decide esconderse y dejar a la población femenina sola e inerme ante los soldados españoles. Confían en que estos, al ver al pueblo en luto por la muerte de su alcalde, se conformen con violar a las mujeres y no arrasen la villa. Sólo Julien Breughel, el pintor enamorado de la hija del alcalde, decide no esconderse.
Las mujeres en lugar de achantarse lo que hacen es continuar con los preparativos de la Kermesse. Así que reciben a los españoles y su sorpresa es mayúscula cuando descubren que lejos de ser unos bárbaros sanguinarios, en realidad son bastante atentos y disciplinados. La escena de la entrada de las tropas españolas desfilando y formando en la plaza de la villa es bastante buena. Evidentemente se entabla una serie de relaciones entre las "viudas" y los españoles. El pintor aprovecha además para conseguir la mano de la hija del alcalde, con la bendición del general español y de su "viuda". Tras unos días de fiesta, los españoles deben de continuar y a su marcha los hombres de la villa vuelven a reaparecer y a volver a la vida anterior. Pero a sus mujeres siempre les quedará un buen recuerdo.
Sorprende realmente que una película francesa haga un retrato tan bondadoso de los españoles. Quizás sea debido a que Feyder, su director, era belga. Incluso el fraile que acompaña a las tropas sale bien parado, a pesar de tener aspecto de inquisidor. Destacaría la escena en la cual los oficiales españoles junto con el fraile, llegan al lugar donde está el lienzo del pintor al que me he referido al inicio. En lugar de destruirlo, lo que hacen es discutir de estilos pictóricos, incluido el fraile.
A nivel técnico la película destacó por ser la producción más cara del cine francés hasta ese momento. La villa flamenca de Bloom es un decorado, y se cuidó con bastante detalle el vestuario de los personajes, sobretodo el de las mujeres. Es lógico si tenemos en cuenta que ellas son las protagonistas de la cinta. Adicionalmente Feyder intentó reflejar el aspecto de la Holanda Barroca basándose en las descripciones pictóricas de la misma. Así, las secuencias dedicadas a la Kermesse recuerdan bastante a los cuadros de Brueghel (y es evidente que el nombre del pintor protagonista es un guiño a dicho artista).
Aparte del mensaje de igualdad para la mujer, también hay una referencia a la homosexualidad. En una divertida escena en la que los soldados españoles se están corriendo la juerga con las holandesas, uno de los oficiales se retira a una habitación a hacer punto y encaje. Y allí descubre al dueño escondido. Pero éste también resulta que tiene la misma pasión con lo que comienzan a discutir sobre que tipo de agujas usar y como sienta mejor las medias en las piernas.
Pero lo que más sorprende de esta película son las vicisitudes que tuvo que soportar. En España por ejemplo, aunque estrenada en enero de 1936, fue posteriormente prohibida durante la dictadura. En Alemania inicialmente fue un éxito y hasta fue bien vista por los nazis, pero luego dicho regimen la prohibió también. Y a pesar de que ganó numerosos premios, entre ellos el Grand Prix du Cinema, en Francia llegó a prohibirse su exhibición por un tiempo. Por un lado por el mensaje de igualdad de sexos que proclamaba, por otro por sus burlas a la autoridad y a los "héroes", y por otro porque se decía que fomentaba el colaboracionismo con un invasor. Paradójicamente, en eso la película resultó algo profética reflejando el comportamiento de parte de los franceses durante la ocupación alemana.
Una excelente sátira que demuestra que es mejor hacer el amor y no la guerra.
11 comentarios:
Esta seguro que si le gusta al señor Reverte.
He llegado hasta aquí desde La Guarida de Malatesta.
Creo que voy a disfrutar mucho este y tus otros blogs. Enhorabuena, están muy bien trabajados.
Me gustaría añadir a tu lista una película que, si no es bélica, sí tiene el suficiente contenido bélico como para hacerla atractiva desde ese punto de vista. Se trata de "Barry Lindon", de Kubrick, basado en la novela de Thackeray, y encajaría perfectamente en tu actual propósito barroco.
Un saludo.
Buenas
Gracias a ambos por los comentarios y bienvenido Ismo.
"Barry Lindon" no va a ser comentada en esta ocasión, pero descuida que dentro de poco les llegará el turno a las ambientadas en el siglo XVIII. De hecho no la comenté cuando si lo hice con otras tres de Kubrick ("Senderos de gloria", "La chaqueta metalica" y "Teléfono Rojo",) porque la tengo en reserva, como le pasa a "Espartaco".
Un saludo
Como siempre usted nos tiene acostumbrados a estas magníficas reseñas sobre este género maravilloso. Recuerdo de este film la puesta visual pictórica que nos remite a los pintores de flandes. Saludos!
Me recordó el rapto de las sabinas. Otra pelicula por el estilo.
Buenas
Gracias por ambos comentarios.
Efectivamente Budokan, ese es uno de los grandes aciertos de la película. Porque permite al espectador imaginarselo en colores a pesar de ser en blanco y negro.
En cierto sentido si recuerda al rapto de las sabinas, aunque en este caso las sabinas suspiran por ser raptadas y los sabinos se esconden ;-)
Un saludo
En youtube colgaron hace tiempo varios videos.
Por ejemplo la entrada de los Tercios en la ciudad: http://www.youtube.com/watch?v=9T0E4N9h6DQ&feature=related
Buenas
Gracias APV por el comentario y la indicación, cuando pueda actualizo la entrada y los incluyo.
Saludos
Ya hace mucho que vi la película, había muchas escenas interesantes.
Recuerdo que esa tensión dramática que se genera cuando llegan los mensajeros (y que apartan a los que estaban entrenando con suma facilidad) y los miembros del Consejo piensan en lo sucedido en Amberes; se ve a los hombres llevar armas al Ayuntamiento y a otros esconder cosas, diciendo a las mujeres que preguntan que son cosas de hombres, y uno empezaba a pensar si estaban organizando una trampa o algo así, pero en realidad lo que hacían era esconder sus caudales y traer algunas armas para la guardia de honor del "fallecido" burgomaestre.
Buenas Major, me encantó esta película cuando la vi, y hace poco la he analizado, aquí, en el blog y me ha vuelto a parecer una auténtica maravilla. Poco más se puede añadir a lo dicho, quizás es curiosa la imágen que se da de los cacareados Tercios, en contraste con las típicas imágenes de muerte y destrucción. Un saludo
Buenas
Gracias por el comentario Piru. Cuando pueda me paso por tu blog.
Un saludo
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